Caracas.- “El personal de enfermería ha disminuido un 70% en los hospitales y centros de salud públicos de Venezuela”. Así lo indicó este lunes, 27 de diciembre, la presidenta del Colegio de Profesionales de la Enfermería del Distrito Capital, Ana Rosario Contreras.
Frente al Hospital de Niños J.M. de los Ríos, un grupo de profesionales y trabajadores de la enfermería, liderados por Contreras, se concentró para realizar una actividad de denuncia y balance de la situación de este gremio sanitario durante el 2021.
Aseveró que los motivos que han registrado tan alto porcentaje de ausencia laboral por parte de los enfermeros (70%) se debe a las pésimas condiciones de trabajo e insuficiencia salarial que sufre el sector salud venezolano.
“Nuestro personal de enfermería percibe algo equivalente a 15 dólares. Nos preguntamos, ¿cómo sobrevive un trabajador con 15 dólares? El que cobra 15 es el que más gana; mientras, hay muchos trabajadores que cobran sueldo mínimo o el equivalente a 7 dólares mensuales”, especificó la enfermera.
Ana Rosario Contreras recordó que desde el 2015 han venido denunciando la situación de emergencia humanitaria compleja, que se traduce en condiciones de trabajo indecente y salarios insuficientes.
La gremialista cataloga como una burla el otorgamiento del “bono hallaquero” de 1,35 bolívares que los profesionales de la enfermería recibieron de parte del Ministerio de Salud en días pasados, que a su juicio es la ratificación del menosprecio que reciben del gobierno de Nicolás Maduro.
Asimismo, Contreras informó que el pasado 15 de diciembre entregaron a la Vicepresidencia de la República la solicitud de un bono de compensación económica, que no se refiere al salario, sino a un incentivo equivalente a 120 dólares o 2,5 petros mensuales.
Aseguró la profesional que, de no recibir respuestas oportunas por parte del Ejecutivo nacional, el 2022 se presentará de pronóstico reservado, porque el índice en la fuga de profesionales de la enfermería seguirá aumentando debido a las precariedades en el ámbito de la salud, lo que no les permiten desarrollarse profesionalmente ni como personas.
Ana Rosario Contreras explicó que el motivo por el cual se concentraron frente al J.M. de los Río es que el hospital representa la tomografía de cómo está la salud en Venezuela, «un país donde sigue paralizado el Programa de Procura y Trasplante de Órganos desde 2017«.
Agregó la enfermera que el recinto hospitalario infantil forma parte del 80% de los hospitales de Venezuela que no cuentan con suministros médicos ni de bioseguridad, tiene falta de personal y déficit de los servicios públicos vitales, como el agua y la energía eléctrica.
Por su parte, Janio Mauco, enfermero del Hospital de Niños J.M. de los Ríos, denunció que durante las guardias solo reciben tres inyectadoras para los pacientes y un solo tapaboca para toda la jornada de trabajo. Mientras, la exenfermera del hospital Miguel Pérez Carreño Francis Guillén manifestó que tuvo que abandonar su profesión para dedicarse a vender gel de cabello “para poder sobrevivir”.