Puerto Ayacucho.- Alarmantes cifras de desnutrición y malaria con víctimas mortales se han registrado en lo que va de año en el municipio Autana del estado Amazonas, ante el escaso tratamiento que existe en la jurisdicción y la falta de un médico en el ambulatorio que permanece desasistido, a pesar de las múltiples solicitudes hechas a la dirección regional de salud con copia a la gobernación.
Jesús Vargas, habitante de la referida localidad, detalló la situación que presentan en la rama de la salud, calificándola como “triste y precaria”. Manifestó que ante la ausencia de un médico y enfermero le toca atender a los residentes de varias comunidades indígenas de la parroquia Samariapo en el ambulatorio de Campo Florido, por tener conocimientos de socorrista y microcopista.
Vargas enfatizó que en lo que va del año 2019 han fallecido cuatro niños entre 0 y 9 meses por desnutrición agravada con malaria, por no contar con atenciones médicas adecuadas, en vista de que los tratamientos para esta enfermedad están “desaparecidos”. Reveló que ha atendido 25 casos de niños con desnutrición aguda, a lo que se suma un brote de parásitos, conjuntivitis y diarrea.
Este ciudadano precisó que los niños fallecidos y afectados por desnutrición, malaria y otras enfermedades corresponden a las comunidades: Campo Florido, Yucal, Damasco, Rincón, Nuevo Jardín, Caño Pasa y La Fortuna. En el caso específico de la malaria, señaló que en los últimos ocho meses tiene confirmado 264 casos, por lo que espera que las autoridades tomen cartas en el asunto.
“Esta situación que viven todas las comunidades de Autana es preocupante y alarmante. El ambulatorio de Campo Florido tiene varios meses sin un médico que pueda atender estas emergencias. No hay tratamiento para el paludismo y, a raíz de eso, han fallecido muchos niños. El llamado es para los entes de salud. Es necesario reactivar el ambulatorio con un médico que esté permanentemente allí con atenciones para nuestros hermanos indígenas”, aseveró.
La situación, comprobada en un recorrido realizado por investigadores del observatorio indígena Kapé Kapé en comunidades del ayuntamiento autanense, pone en evidencia lo alertado por Unicef a principios del mes de junio de este año, el cual señala que “más de tres millones de niños venezolanos necesitan ayuda humanitaria para cubrir sus necesidades de nutrición, salud y educación”.
Medicinas desaparecidas
A través de varias publicaciones realizadas en las cuentas oficiales en las redes sociales del gobernador de la entidad Miguel Rodríguez, se conoció que los medicamentos llegaron en dos oportunidades al estado y el municipio Autana fue uno de los beneficiados; sin embargo, los mismos habitantes expresaron que “desconocen el paradero de estas medicinas”.
Jorge Esteves destacó que es importante que las autoridades de salud tomen en cuenta todas las peticiones que se han hecho para así tener un control sobre las enfermedades que los aquejan, donde los niños y adultos mayores han sido los más afectados. “El gobierno debe meterle el pecho a esto, estamos invadidos por los zancudos y se están perdiendo valiosas vidas”, puntualizó.