En un país donde comprar un blíster de pastillas para una alguna enfermedad, combatir un virus o alguna dolencia se hace imposible para aquellas personas que solo cuentan con un salario mínimo, la opción más accesible es tomar alguna bebida preparada con plantas medicinales o frutas, a pesar de los daños que, según expertos, puede traer para la salud

La medicina alternativa o los conocidos remedios caseros cobran auge en Venezuela con el pasar de los años, no solo por la fe de las personas que creen en el poder de estas terapias para aliviar sus malestares, sino por ser la única opción para muchos ciudadanos que no cuentan con los recursos para adquirir los fármacos recetados por sus especialistas. Médicos consultados por El Pitazo no recomiendan la automedicación y sostienen que esta práctica podría causar daños irreversibles en las personas que consumen estas plantas.

Aunque las infusiones de plantas, té y brebajes son los más frecuentes en el hogar de los venezolanos, también hay quienes se someten a la acupuntura y homeopatía, terapias que muchos buscan para calmar alguna dolencia o reducir el progreso de enfermedades, a pesar de que los médicos no las recomiendan por los efectos secundarios que pueden traer para la salud del paciente.


Siempre acostumbro a tomar preparados caseros porque hay momentos en los que uno no tiene para comprar las medicinas

Israel Fernández, paciente oncológico

En un país donde comprar un blíster de pastillas para una alguna enfermedad, un virus o alguna dolencia se hace imposible para aquellas personas que solo cuentan con un salario mínimo o pensión mensual que se ubica en 130 bolívares, lo que equivale a 6,5 dólares aproximadamente, la opción más accesible es tomar alguna bebida preparada con plantas o frutas.

El señor Israel Fernández tiene 67 años de edad y hace nueve años, aproximadamente, perdió su ojo derecho debido a un melanoma ocular. Desde que le detectaron cáncer, hasta la actualidad, acude a su especialista para descartar alguna afectación. Sin embargo, los elevados costos de sus tratamientos y exámenes médicos hicieron que buscara medicinas alternativas.

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Con mucha confianza y fe en que los remedios caseros le ayudarán a evitar que nuevamente aparezca un tumor maligno en su cuerpo, el señor Fernández, quien no trabaja actualmente y depende de las remesas que envía su hija desde el exterior, aseguró que prepara un brebaje con la pulpa de la tapara. Aprovecha que tiene un terreno en los Valles del Tuy, donde hay un árbol de esta fruta y siempre prepara la bebida.


A los médicos no les gusta que uno tome cualquier cosa, pero cómo se hace cuando no hay dinero

Antonio Machado, paciente hipertenso

Religiosamente me tomo mi copita de este remedio en las mañanas y en las noches. Siempre acostumbro a tomar preparados caseros porque hay momentos en los que uno no tiene para comprarse todas las medicinas y la única opción es cuidarse con lo natural”, expresó.

También aseguró que consume té para evitar contagiarse de los virus que estén en el ambiente, así como para los dolores musculares que pueda tener.

Consultas médicas imposibles de costear

Son muchas las personas que ya están diagnosticadas con alguna patología, especialmente adultos mayores, pero abandonaron sus consultas médicas recurrentes ante el declive en el sistema de salud venezolano, donde conseguir una cita por medicina general se convirtió en un obstáculo para los ciudadanos.

En medio de las dificultades para recibir atención médica gratuita, los pacientes tampoco tienen la posibilidad de acudir a un centro privado. Las consultas de medicina general se ubican entre 30 y 40 dólares en los consultorios al oeste de la capital, mientras que al este de Caracas rondan los 80 y 100 dólares, dependiendo de la institución y los servicios adicionales que ofrezca.

En el caso del señor Antonio Machado, quien tiene 76 años de edad, las hojas de toronjil, malojillo, guanábana y el ajo no pueden faltar en su hogar. Indicó que a diario se hace una infusión, bien sea para regular su presión arterial o para evitar el insomnio.


Al consumir plantas existe un alto riesgo de toxicidad. Los venenos más fuertes provienen de la naturaleza

Manuel Figuera Esparza, presidente de la Sociedad Venezolana de Infectología

Los medicamentos que toma para la hipertensión dejan de hacerle efecto en muchas ocasiones, según explicó. Es por ello que recurre a recomendaciones de conocidos y a los preparados que por experiencia conoce. Además, indicó que acudir a una consulta médica es muy costoso y en los hospitales del país “es un proceso engorroso” para pedir citas.

“A los médicos no les gusta que uno tome cualquier cosa, pero cómo se hace cuando no hay dinero para comprar todas las medicinas. A esta edad uno no tiene una sola enfermedad, a veces son varias cosas y con un sueldo de pensionado no se puede comprar todo el tratamiento”, precisó el señor Machado.

Una experiencia similar ocurre con Lola Cumana, ama de casa de 65 años de edad, diagnosticada con diabetes hace 14 años. Está medicada con metformina, pero solo cumple con el tratamiento cuando le donan la medicina debido a su alto costo. Además no acude a sus consultas con regularidad y tampoco se realiza los exámenes que les corresponden cada cierto tiempo.

Aunque no cumple estrictamente con su tratamiento médico, indicó que todos los días toma un té de hoja de yagrumo o malojillo, como medicina alternativa a su patología. Afirmó que no se ha sentido descompensada y aunque en muchas ocasiones siente algo de desconfianza al tomar las infusiones, es la única alternativa que tiene para aliviar algún dolor o atenderse una enfermedad.

Con un hijo discapacitado, expresó que se le hace más difícil atender su enfermedad, pues su prioridad son las consultas médicas y tratamientos de él.


El consumo de plantas medicinales disminuye la eficacia de los fármacos recetados para alguna enfermedad

Manuel Figuera Esparza, presidente de la Sociedad Venezolana de Infectología

Daños irreversibles en la salud

El doctor Manuel Enrique Figuera Esparza, presidente de la Sociedad Venezolana de Infectología, precisó que a las plantas, hierbas y otros elementos de la naturaleza se le atribuyen beneficios más allá de la realidad. Por lo tanto, hay personas que las consumen regularmente y, al final, llegan a tener daños irreversibles en su salud.

Explicó que en la medicina alopática muchos de los fármacos vienen de la naturaleza, como es el caso de la penicilina u otros antimicrobianos, pero son medicamentos que tienen el respaldo y evaluación de la ciencia, a diferencia de los remedios que puede consumir una persona como terapia alternativa.

El especialista en infectología aseguró que hay pacientes que dejan a un lado sus tratamientos habituales pensando que las infusiones tienen mayores beneficios, pero es todo lo contrario. En algunos casos, el consumo de plantas medicinales disminuye la eficacia de los fármacos que el médico receta para alguna enfermedad.


Ningún paciente en edad lactante o preescolar debe consumir algún tipo de té

Arturo Moreno, médico general

“Al consumir estas plantas existe un alto riesgo de toxicidad. Se conoce que los venenos más fuertes provienen de la naturaleza y pueden causar la muerte. También depende del nivel de concentración con el que se hacen las infusiones”, puntualizó el doctor Figuera Esparza, en una entrevista con El Pitazo.

De igual manera, dijo que también hay pacientes que consumen medicinas de las conocidas casas naturistas con el argumento de que son 100 % eficaces y seguras, pero indicó que esa no es la realidad, debido a que ningún medicamento es totalmente seguro.

Los niños no escapan de los remedios caseros

Los médicos especialistas advierten a los padres que no hagan uso de té e infusiones en niños y aseguran que las emergencias de los centros de salud siempre tienen un caso de algún niño intoxicado por alguna planta. Esto ocurre porque no tienen la posibilidad de metabolizar algunos de los principios de las hierbas, de acuerdo con expertos.

El médico general Arturo Moreno se refirió a las medicinas comunes que suelen usar las madres o abuelas en casa y que son altamente peligrosas. Una de ellas es la manzanilla para evitar el insomnio, el anís estrellado para los gases o la miel para la tos, las cuales pueden generar hepatotoxicidad, es decir, el mal funcionamiento del hígado, lo que podría comprometer la vida del niño, especialmente en menores de 12 años.

“En el caso del uso de miel en los más pequeños puede ocurrir el botulismo y eso podrá llevar a la parálisis parcial o total del niño por los agentes presentes en la misma. El anís estrellado causa problemas neurológicos, incluso se llega a las convulsiones o irritabilidad, pudiendo generar la muerte”, precisó.

Recordó que usualmente se maneja el lema “el niño no toma infusiones” para entender que ningún paciente en edad lactante o preescolar debe consumir algún tipo de té.

Arturo Moreno consideró que hay personas adultas sanas que pueden consumir infusiones, pero recomienda que siempre se debe consultar a un médico especialista antes de hacerlo. Asimismo, dijo que estas plantas no deben ser usadas como una indicación general.


Hay personas adultas sanas que pueden consumir infusiones, pero se recomienda que siempre se debe consultar a un médico especialista

Arturo Moreno, médico general

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