Carlos Enrique Gómez Rodríguez lidera una poderosa banda criminal conformada por al menos 50 hombres. Su centro de operaciones está en Las Tejerías, estado Aragua, y sus alrededores. En 2021 se hizo popular al esconder a alias “el Koki”. Hoy es uno de los delincuentes más buscados. El Cicpc ofrece un millón de dólares a quien lo entregue

Carlos Enrique Gómez Rodríguez, alias “el Conejo”, no fue un delincuente de renombre hasta diciembre del año 2021, cuando escondió en Las Tejerías, estado Aragua, a Carlos Luis Revete, alias “el Koki”.

El encubrimiento duró apenas dos meses. El 8 de febrero de 2022, funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalistas (Cicpc) mataron a Revete luego de un operativo policial y militar que se extendió al menos por tres días en Las Tejerías, capital del municipio Santos Michelena y que cuenta con al menos 54.392 habitantes.

En medio de ese despliegue se manejó la información de que “el Conejo” también había muerto, e incluso circularon fotografías en las que se observaba a un hombre, sin signos vitales, tirado en el piso de una vivienda en construcción; no obstante, las autoridades desmintieron esa versión.

“Este delincuente sigue vivo y ahora es uno de los más buscados”, dijo un funcionario policial a El Pitazo el 16 de febrero, al recordar que el director del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), Douglas Rico, ofreció una recompensa de un millón de dólares por Carlos Enrique Gómez Rodríguez durante la mañana del lunes 13 de febrero.


Este delincuente sigue vivo y ahora es uno de los más buscados

Fuente policial que pidió resguardar su identidad

Los aliados del “Conejo” también fueron identificados por el comisario Douglas Rico. Se trata de Luis Santana, alias “Luis Manilla”; Fernando Torres, conocido con el remoquete de “Carranga”; Franklin Colmenares, a quien llaman “Pantera”; Frenyi Chirinos y Jhorlervis Alverez.

Pero ellos no son los únicos. En la lista figuran, además: “el Yeison”, “el Virolo”, “el Menor”, “Cabeza de Ajo”, “el Orejón”, “Erizo”, “el Jeferson”, “Miguel”, “Paolino”, “Colombia”, “Danielito”, “Wilkenson”, “el Monito”, “Marianito”, “Ojitos”, “Yonkito”, “el Gabo”, “Yampier”, “Winder”, “Edwart”, “Cara e´Lampio” y “la Gorda”.

Para Luis Izquiel, abogado penalista y experto en temas de seguridad ciudadana, la recompensa ofrecida por el Cicpc pone a estos delincuentes a la defensiva.

“Comienzan a desconfiar de los mismos miembros de la banda y de gente de la comunidad. Es probable que, por este monto, que es atractivo, existan personas dispuestas a dar información. El tema en Venezuela es que las instituciones no dan la suficiente confianza y credibilidad para que existan personas que quieran aportar sus datos y crean en la posibilidad de que se dé un pago”, señaló a El Pitazo el 16 de febrero.

Ocho años delinquiendo

De acuerdo con la información que maneja el Cicpc, Gómez Rodríguez, quien nació y creció en Las Tejerías, delinque desde el año 2015.

Su centro de operaciones ha estado ubicado en los sectores Las Veras y Los Jabillos, situados en las adyacencias de la carretera Panamericana, que comunica con el estado Miranda. En medio de la lucha por el control de la zona tiene rivalidad con los integrantes de otra banda que opera en la comunidad Cañaote, en el sur de la mencionada arteria vial.

La organización también domina en el municipio Santos Michelena (Las Tejerías) y tiene tentáculos en La Victoria y la Colonia Tovar, estado Aragua, de acuerdo con las investigaciones realizadas por la Zona Operativa de Defensa Integral (Zodi) de Aragua.

“Esta banda se mueve en una zona montañosa, con muchas salidas y vías de escape. Conoce el terreno y eso dificulta el accionar de los cuerpos de seguridad. Estos líderes logran, regularmente, el apoyo de parte de la comunidad; hay gente que les pasa información y les pueden hasta facilitar sus casas”, señaló Izquiel al ser consultado sobre el porqué ha sido tan difícil capturar a este grupo.


Su centro de operaciones ha estado ubicado en los sectores Las Veras y Los Jabillos, situados en las adyacencias de la carretera Panamericana que comunica con el estado Miranda


Un abanico de delitos y armamento

Gómez Rodríguez y sus aliados están mencionados en al menos 18 expedientes por delitos de secuestro, homicidio, extorsión, piratería de carreteras, robo y ataque a organismos policiales, entre otros. El líder hamponil está solicitado por los juzgados 20, 21 y 40 del Área Metropolitana de Caracas (AMC) y los tribunales 1, 2, 3 y 4 en materia de terrorismo.

Dos de los homicidios que se le atribuyen al grupo delictivo son los del capitán de la Aviación Jackson Greyber Romero y su esposa, la teniente del Ejército Ranmary Ramírez, el 31 de julio de 2019, en el sector Bucaral de Las Tejerías. La pareja fue asesinada para robarle los dólares con los cuales compraría un carro.

A la banda también se le vincula con el incendio de la fábrica de galletas Puig en Las Tejerías, en el año 2019, luego de que sus directivos se negaron a pagar la extorsión a la que eran sometidos.

Este cobro de vacuna ha sido denunciado por otros empresarios que están asentados en esta ciudad, considerada la tercera zona industrial per cápita del país. Así se desprende de las indagatorias realizadas por organismos del Estado.


Comienzan a desconfiar de los mismos miembros de la banda y de gente de la comunidad. Es probable que, por este monto, que es atractivo, existan personas dispuestas a dar información

Luis Izquiel, criminólogo

Estas investigaciones revelan que la banda posee armamento de diferentes calibres. Destacan fusiles AK 103, AR-15 y AK 47, granadas fragmentarias, vehículos blindados y subametralladoras, según los cuerpos de seguridad.

Ese poder de fuego lo demostraron la noche del 6 de febrero de 2022 y la madrugada del día siguiente, cuando atacaron la sede de la comisión presidencial en Las Tejerías, del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) y la comandancia de la policía municipal de Santos Michelena, donde lanzaron morteros y granadas

Para el abogado Izquiel, este arsenal de armas de fuego es uno de los obstáculos que ha tenido la policía para enfrentar a esta organización.

“La banda posee un armamento fuerte, pesado, y no cualquier cuerpo policial puede enfrentarla. Solo cuando se hace un operativo grande, con muchos uniformados y bien equipado, las autoridades logran tener una superioridad. Por lo general estos delincuentes tienen más fuerza de fuego que los funcionarios en acciones normales”, indicó el criminólogo.

Pies Descalzos

Las autoridades vinculan al “Conejo” con delincuentes del denominado “Tren de Aragua”. La organización del primero y esta última tienen algo en común: crearon una fundación para garantizar el control social. La del “Conejo” tiene el mismo nombre que una canción de Shakira: Pies Descalzos.

Según el portal de investigación InSight Crime, mediante esta fundación, Gómez Rodríguez distribuía las bolsas de comida de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap) y entregaba medicinas y almuerzos solidarios a los más necesitados de la comunidad.

“Aquí no le dicen ni “Conejo” ni malandro, le dicen “el Deportista”. «El Deportista» dice que hoy hay reunión y hay que ir”, dijo a InSight Crime un residente de Tejerías bajo anonimato.

En opinión de Izquiel, la desconfianza que existe hacia los policías por las ejecuciones extraoficiales, los atropellos y la corrupción ha generado que algunas comunidades prefieran una gobernanza criminal antes que a los funcionarios del Estado.

“Esto ha facilitado el fortalecimiento de megabandas criminales en sectores populares, sumado a la facilidad que tienen estos grupos para obtener armas, bien sea por contrabando o por corrupción, mediante policías y militares; a la pobreza, la deserción escolar, las adicciones a las drogas y a los hogares desestructurados”, consideró Izquiel.

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