El tema petrolero es uno de los puntos focales de ese primer acercamiento entre los gobiernos de Estados Unidos y Venezuela, como lo confirmó la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki. Los estadounidenses presos en el país y la geopolítica también forman parte de la agenda del país norteamericano

Por: Jesús Abreu y Kemberlyn Talero

Recientes conversaciones en Caracas entre el Gobierno de Nicolás Maduro y una delegación de la administración del presidente estadounidense Joe Biden abrieron las puertas a las especulaciones, pues si bien se dan en el contexto de la invasión de Rusia a Ucrania, en la que toma importancia el potencial petrolero de Venezuela, son diversos los temas que pueden formar parte de la agenda y sobre los que todavía no se tienen certeza.

En ese primer encuentro estuvieron presentes por Venezuela el mismo Nicolás Maduro, su esposa Cilia Flores y el presidente de la Asamblea Nacional electa en 2020, Jorge Rodríguez. Asimismo, aunque no hubo confirmación oficial, trascendió que por Estados Unidos los representantes fueron el embajador James Story, quien ejerce funciones desde Colombia; Juan González, director para las Américas del Consejo de Seguridad Nacional de Biden; y Roger Carstens, enviado presidencial especial para asuntos de rehenes.

Dos grandes temas centraron la conversación entre los funcionarios, según confirmaron desde ambos gobiernos. La seguridad energética fue uno de los aspectos que se abordó en la primera reunión, de acuerdo con la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki. La política fue otro de los asuntos que estuvo sobre la mesa, con peticiones relacionadas con los presos políticos estadounidenses en Venezuela. Destaca que apenas tres días después fueron liberados dos estadounidenses detenidos en el país, un exdirectivo de Citgo detenido en 2017 y un turista que ingresó al país en 2021.

Adicional a estos dos planteamientos, y sobre los que se tiene confirmación oficial, son varios los temas de interés para las delegaciones de Estados Unidos y Venezuela, los cuales se desglosan en cuatro grandes aristas: política, geopolítica, económica y petrolera.

El alivio de las sanciones petroleras

Cubrir el suministro de crudo ruso y garantizar la estabilidad del mercado petrolero mundial es una necesidad, tras el embargo anunciado por el gobierno de Biden, este martes 8 de marzo. Con el inicio de la guerra se disparó el precio del petróleo e impactó en combustibles y alimentos. Una de las hipótesis sobre la visita de la delegación estadounidense a Caracas refiere la posibilidad para Estados Unidos de suplir ese petróleo de Rusia con el venezolano, situación que pasa por una serie de decisiones para su factibilidad.

Según el economista y experto petrolero Carlos Mendoza Potellá, el mejor escenario tras un acuerdo entre ambos países es que Estados Unidos compre el petróleo a Venezuela. “No hay mejor opción para el mercado petrolero estadounidense que el crudo venezolano (…) El tipo de crudo pesado entre 10 y 28 grados característico de los campos convencionales venezolanos tienen un nicho de mercado asegurado en las refinerías, tanto de la costa del Golfo como de la costa atlántica de Estados Unidos”, apuntó.

Sin embargo, para el también economista y experto petrolero Rafael Quiroz, en las condiciones actuales Venezuela no puede ofrecer mucho desde el punto de vista petrolero. El especialista recordó que el país produce, actualmente, cerca de 800.000 barriles diarios de crudo que ya están comprometidos en el mercado internacional.


“No hay mejor opción para el mercado petrolero estadounidense que el crudo venezolano”

Carlos Mendoza Potellá, economista y experto petrolero

Elevar la producción, al exonerar de las restricciones a transnacionales estadounidenses, como Chevron, para permitir la inversión y explotación de yacimientos en Venezuela es otra alternativa, pero cuyos resultados se verán en el mediano plazo, pues el país no está en capacidad de ampliar en gran proporción su producción petrolera.

“Partiendo del estado de deterioro en que estamos, si cambian las leyes por completo las transnacionales ofrecen alcanzar los 2 millones de barriles diarios en 2025 – 2026 y en adelante podríamos producir 2,4 o 2,6 millones”, dijo, en ese sentido, el también economista y experto petrolero Carlos Mendoza Potellá.  En 10 meses, Quiroz calcula que la producción podría alcanzar un máximo de 1,1 millones de barriles, pero no 2 millones este año, como afirmó Maduro, este miércoles 9 de marzo.

Retomar el manejo de Citgo es otro de los puntos en común entre Venezuela y Estados Unidos. “El gobierno de Maduro podría plantear tener el control de Citgo, con el fin retomar el control financiero y movilizar los recursos congelados”, aseveró.

Para Mendoza Potellá, otro elemento de discusión entre Estados Unidos y Venezuela tiene que ver con condiciones con las que se puede retomar la producción, pero aseguró que Chevron, Halliburton, Schlumberger, Baker Hughes y Weatherford International están interesadas en traer sus capitales y, además, tienen experiencia en extracción en los yacimientos venezolanos.

La recuperación económica como arma electoral

Un elemento relevante para el Gobierno de Nicolás Maduro sería la recuperación de la administración de Citgo, dada su relevancia a nivel financiero. “Citgo tiene varias demandas en su contra. Varios tribunales intentan venderla para reunir dinero y pagarle a sus acreedores de Pdvsa, fundamentalmente de bonos del Tesoro venezolano, que han demandado en contra del gobierno”, dijo el economista y director del Centro de Investigación y Formación Obrera (Cifo), Manuel Sutheland, quien además cataloga de difícil la situación en relación con la filial de Pdvsa en Estados Unidos, pero considera que existe posibilidad de que avancen las negociaciones en esa materia.

El economista destaca que el chavismo siempre actúa en función de mantener el poder y, en ese sentido, la recuperación económica le puede ser útil de cara a las próximas elecciones. “Si lo ve así, es probable que el gobierno de Maduro sea más proclive a abrirse a Estados Unidos y sus empresas y a la posibilidad de volver a extraer petróleo a un ritmo de un país petrolero decente y es probable que ese dinero entre a la economía, si hay alguna garantía de transparencia en la gestión de esos recursos”.

A juicio de Sutherland, las sanciones aumentan la corrupción, la falta de fiscalización y los pagos en efectivo, por lo que una nueva ola de inversiones a propósito de algún acuerdo entre ambos países ayudaría a organizar las cuentas fiscales petroleras y, a su vez, contribuiría al crecimiento económico y sería esencial para pensar en una etapa de recuperación.


La producción podría alcanzar un máximo de 1,1 millones de barriles diarios este año, pero no 2 millones

Rafael Quiroz, economista y experto petrolero

Retomar la influencia en Venezuela

El ámbito geopolítico, tras el reciente acercamiento del Gobierno estadounidense con Miraflores, luego de tres años de relaciones paralizadas en medio de cuestionamientos, acusaciones y sanciones, luce con mayor peso por el agravamiento de la situación mundial con el ataque de Rusia a Ucrania.

Lo que se considera como un giro en la política exterior que Estados Unidos mantuvo en los últimos años en torno al gobierno de Maduro es una situación que no admite ritmos acelerados, de acuerdo con el internacionalista Félix Arellano.   

“Se adecúa al cambio de las circunstancias, a la gravedad de la situación geopolítica. Tampoco es que significa un cambio de 180 grados, es un primer contacto, de mucho interés para Miraflores y que lo ha demostrado al cumplir con lo que de seguro se trató de un acuerdo verbal, al liberar a dos ciudadanos estadounidenses. Creo que Miraflores quiere transmitir que es serio, responsable e interesado en cumplir con los compromisos. Este primer encuentro demuestra un gran interés, pero hay prudencia de ambas partes, porque es algo que no hay que acelerar”, explicó Arellano vía telefónica.

Más allá de que una de las principales motivaciones de la reciente reunión entre funcionarios estadounidenses y Maduro se centre en lo energético, Arellano destaca que el factor geopolítico es lo relevante, porque la administración de Biden es consciente de la necesidad de ponerle freno a la influencia de Rusia en Miraflores y la política de seguridad energética puede ser el detonante para retomar un lugar en un ámbito de influencia. 

“En primer lugar, la jugada es geopolítica para Estados Unidos. Las grandes democracias necesitan una relación más activa en sus ámbitos de influencia, entre otras cosas, con inversiones. Es lo que ha hecho China con el comercio, con la inversión, la infraestructura”. 

La invasión rusa a Ucrania y el respaldo de Venezuela como un aliado del Kremlin en la región, un apoyo basado en una visión multipolar defendida por Putin, genera un dilema en Miraflores.   

“El gobierno de Maduro sabe moverse, quisiera tener relaciones estrechas con Estados Unidos, pero eso no es fácil dada la actitud de Putin. No es sencillo jugar a ese multipolarismo del que hablan Putin y Maduro, si no hay respeto a los vecinos. Rusia se quedó en el siglo pasado, metiendo tanques en un país débil e independiente”.   


Las sanciones aumentan la corrupción, la falta de fiscalización y los pagos en efectivo

Manuel Sutherland

Miraflores sin estrategia  

En el actual conflicto bélico, Venezuela se convirtió en un peón en el escenario dominado por Rusia y China, por un lado, y Estados Unidos junto con Europa, en el otro extremo. Miraflores, de acuerdo con el politólogo Fernando Spiritto, no tiene una estrategia definida en ese contexto.

“El Gobierno no tiene una estrategia clara ante ese escenario. Por eso vemos que vienen los estadounidenses y luego sale Delcy Rodríguez a reunirse con Lavrov. El Gobierno ha sido pragmático y lo que ellos tienen que ganar, si se da una negociación con Estados Unidos, es mucho mayor de lo que puede ofrecer Rusia o China en este momento”, destacó Spiritto vía telefónica.

El coordinador de Investigación de Postgrado de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab) destaca que en este momento, los cambios políticos internos están atados a factores geopolíticos, pero afirma que la posición de Venezuela frente a Rusia no es determinante. “Si el Gobierno es relativamente pragmático, debería tomarle la palabra a Estados Unidos, si de veras están dispuestos a negociar”. 


“El tema duro en este momento, por parte de Estados Unidos, es la seguridad energética, mientras que por el lado del gobierno de Maduro es el tema de las sanciones”

Fernando Spiritto, politólogo

Spiritto resalta que en cuanto a concesiones por parte del gobierno de Maduro, en una hipotética negociación con Estados Unidos, es poco lo que puede estar sobre la mesa. “Aquí no hay elecciones presidenciales sino hasta 2024 y, en este momento, no veo que las demandas de democratización sean determinantes, salvo, tal vez, la liberación de algunos presos políticos”. 

El politólogo agrega que en lo que respecta a la negociación en México entre el oficialismo y la oposición, solo si el gobierno de Biden está dispuesto a ceder algo ante las sanciones y el ahogo financiero, podrá avanzar el diálogo con la oposición. Spiritto no descarta que haya exigencias de reformas democráticas entre sus intereses, pero no es un aspecto determinante en este momento.

“El tema duro en este momento, por parte de Estados Unidos, es la seguridad energética, mientras que por el lado del gobierno de Maduro es el tema de las sanciones. Ya veremos hasta dónde llegan, solo el tiempo lo dirá”.    

Rusia como telón de fondo 

El acercamiento entre Venezuela y Estados Unidos se da en medio de un conflicto bélico iniciado por Rusia contra Ucrania, en el que el Gobierno de Maduro manifestó su respaldo a su par ruso. La cooperación entre el Kremlin y Miraflores se mantiene como telón de fondo en medio de estas conversaciones, pues entre ambos países hay acuerdos de cooperación en más de 20 áreas alcanzados a través de la Comisión Intergubernamental de Alto Nivel (Cian) Venezuela-Rusia.

Luego de que Estados Unidos aplicara sanciones a Venezuela, el gobierno de Putin apoyó a Venezuela en la comercialización de petróleo; de hecho, Rosneft compró crudo venezolano hasta que fue sancionada por Washington. Áreas comercial, energética, financiera, sanitaria, cultural, educativa y militar son algunas de las que conforman las relaciones bilaterales.

Por su parte, Rusia ve a la Otan (de la que forma parte Estados Unidos) como una amenaza de seguridad para su país y con ese argumento justifica los bombardeos contra Ucrania. En el pasado, Rusia exigió garantías de seguridad a Estados Unidos y a la Otan para evitar que la Alianza Atlántica se expanda más hacia el este y emplace armamento ofensivo cerca de sus fronteras.


No significa un cambio de 180 grados, es un primer contacto, de mucho interés para Miraflores

Félix Arellano, internacionalista

Tras la invasión de Rusia a Ucrania, que inició el pasado 24 de febrero, Estados Unidos impuso sanciones económicas a bancos, entes y funcionarios rusos. Estas incluyen restricciones al financiamiento de deuda a bancos y entes gubernamentales, eliminación del sistema Swift, congelación de activos o prohibiciones concretas relacionadas con el financiamiento de la guerra. 

La decisión más reciente fue el embargo petrolero, situación que pudo llevar al gobierno de Biden a concretar el acercamiento a Maduro con la intención de elevar su suministro y garantizar un equilibrio en la economía global afectada por la guerra. Antes del embargo, Rusia vendía a Estados Unidos alrededor de 700.000 barriles diarios de crudo, según el gobierno estadounidense.

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