En 16 meses han muerto 527 médicos en Venezuela. La cifra representa 10,77% del total de los casos mortales anunciados por la Comisión Presidencial hasta el 31 de octubre. Especialistas señalan que existen distintos factores que están haciendo que los médicos se contagien y mueran, a pesar de que en el país, desde hace meses, ya se están aplicando las vacunas contra la enfermedad. Indican, además, que en el país no hay estadísticas precisas sobre el personal vacunado

El 17 de septiembre murió en la Clínica Los Jarales, ubicada en el estado Carabobo, el médico traumatólogo Milton Quintero. El especialista había estado más de una semana hospitalizado por COVID-19. Días más tarde, el 1 de octubre, falleció el ginecobstetra Yoglan Madriz, después de estar dos semanas recluido en un centro de salud. Según reportes ofrecidos a El Pitazo, ambos médicos tenían las vacunas contra el coronavirus, pero en el caso específico de Madriz, el médico padecía de diabetes e hipertensión, lo que hizo que se complicara con la enfermedad.

El año 2020 cerró con 222 médicos fallecidos y en lo que va de 2021 se han reportado 305 muertes. Los meses que más han registrado médicos fallecidos durante el presente año han sido abril con 67 decesos, mayo con 54 y junio con 48. Según la base de datos que lleva El Pitazo, las cifras de mortalidad bajaron drásticamente a partir de julio, donde solo se contabilizaron 17 muertes. Y a partir de ahí, los números han estado entre los 7 y 14.

La disminución de los casos se atribuye al proceso de vacunación que se lleva a cabo en el territorio nacional desde el 18 de febrero, cuando se empezaron a aplicar las vacunas al personal sanitario.

No obstante, queda la duda de por qué, después de ocho meses de haber comenzado la vacunación contra el COVID-19, en el país aún se reportan muertes y, precisamente, por qué en el último mes la cifra aumentó.

Enrique López-Loyo, presidente la Academia Nacional de Medicina, y Jaime Lorenzo, director de la ONG Médicos Unidos de Venezuela, concuerdan que uno de los aspectos que ha ayudado a que la mortalidad del personal médico se mantenga es la falta o inexistencia de equipos de bioseguridad. Y otro factor es la edad y enfermedades preexistentes de algunos médicos que han hecho que al contagiarse se compliquen con la enfermedad, a pesar de estar vacunados. Asimismo, exponen que en Venezuela no se llevan estadísticas claras sobre la cantidad de personal sanitario vacunado. Y ha sido cuesta arriba verificar si los galenos que están muriendo estaban vacunados o no.

Sin estadísticas

Lorenzo y López-Loyo hacen énfasis en que en Venezuela no hay estadísticas de personal médico vacunado. “Hace un mes, el Gobierno dijo que 85% del personal sanitario estaba vacunado, pero realmente no hay evidencia de cuál pueda ser el porcentaje real de esa vacunación”.


El año 2020 cerró con 222 médicos fallecidos y en lo que va de 2021 se han reportado 305 muertes


Los médicos también concuerdan en que tampoco ha sido posible verificar cuántos médicos de los que han fallecido tenían las dosis por la misma imprecisión en las estadísticas.

“Cuando fallece una persona es bastante difícil saber si fue vacunado o no, porque va a depender de la información que suministre un tercero o si el equipo médico que lo atendió lo anotó. Pero es difícil precisar si no está en la historia clínica o si la familia no se acuerda, porque están en otras cosas”, puntualizó Lorenzo.

Asimismo, los médicos no pueden certificar que la circulación de la variante delta en el país pueda estar ocasionando el fallecimiento de los médicos, pero sí puntualizan que las infecciones registradas en la población en el último mes están asociadas a una proliferación más fuerte de la cepa delta.

“Lo que sí se puede ver es el cambio de la clínica de los pacientes. El tiempo que se tarda en pasar de los síntomas leves a graves es mucho más rápido”, señala Lorenzo.

Factores de riesgo

Uno de los factores que se puede atribuir a que el personal médico siga falleciendo a pesar del proceso de vacunación, es que ninguna vacuna es 100% efectiva, así lo indica José Esparza. El virólogo explica que la eficacia de las vacunas puede estar cerca del 90% y 95%, es decir, hay un margen cerca de un 5% de personas vacunadas que pueden sufrir de COVID-19 grave y morir, sobre todo, personas mayores o con enfermedades preexistentes.

Por su parte, López-Loyo agrega que muchas de las muertes que han ocurrido en los últimos días están asociadas a una etapa pos-COVID-19, donde se han visto complicaciones trombóticas, cardiovasculares o pulmonares severas. “Las secuelas de la enfermedad pueden generar alteraciones metabólicas y en el funcionamiento general del organismo. La edad y las comorbilidades los hace más vulnerables a las reinfecciones”.

El margen que existe de que una persona pueda generar la enfermedad de manera grave o morir después de ser vacunado no es el único factor que puede estar ocasionando las muertes del personal médico. Lorenzo agrega otro punto a esta realidad, y es la falta de equipos de bioseguridad. “Desde hace tiempo no hay material de bioseguridad dado por el Ministerio de Salud, y si a eso le agregas que ha habido un aumento de casos que están acudiendo a los hospitales, independientemente de que estés vacunado, si estás expuesto en una zona con una alta concentración del virus puedes desarrollar la enfermedad”, señala.


La eficacia de las vacunas puede estar cerca del 90% y 95%, es decir, hay un margen cerca de un 5% de personas vacunadas que pueden sufrir de COVID-19 grave y morir, sobre todo, personas mayores o con enfermedades preexistentes, explicó José Esparza, virólogo


El médico continúa explicando que una mala protección por falta de materiales y la posibilidad de tener enfermedades preexistentes puede ocasionar que se presente la enfermedad de manera grave y que ocurra la muerte, así se esté vacunado. “Hemos visto que los colegas que están falleciendo eran mayores de 55 años y tenían comorbilidades: eran hipertensos o diabéticos, por ejemplo. Esta ecuación puede explicar el aumento de los casos o que se mantenga la mortalidad”.

Según el informe epidemiológico publicado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en octubre de 2021, en el continente americano se han registrado 2.176.474 contagios de personal sanitario, desde que comenzó la pandemia hasta la fecha de publicación del informe, y 11.840 defunciones. Los países que llevan la delantera con personal sanitario fallecido son Estados Unidos (2.320), México (4.497), Perú (1.471), Brasil (894) y Argentina (617). El Gobierno de Venezuela solo ha reportado 205 defunciones a la organización.

Pero tomando los datos que lleva El Pitazo, el porcentaje de fallecidos en el personal médico en Venezuela sería de 7,74% tomando para el cálculo los 6.806 trabajadores que se han contagiado en el país, según el informe. Mientras, en Estados Unidos la letalidad es de 0,33%; en México de 1.59%; en Perú de 1,94%; en Brasil de 0,01% y en Argentina de 0,62%

En un informe publicado en septiembre de 2020 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), se esgrime que en el mundo han muerto aproximadamente 115.000 trabajadores de la salud desde enero de 2020 hasta mayo de 2021. El documento también especifica la disminución de la mortalidad del personal de salud gracias a las vacunas. El promedio es que 2 de cada 5 trabajadores están vacunados, pero existe una diferencia entre las regiones. En África y el Pacífico Occidental, apenas 1 de cada 10 ha sido vacunado. Mientras que en países con mayores ingresos económicos, 80% de su personal está completamente vacunado.


Las secuelas de la enfermedad pueden generar alteraciones metabólicas y en el funcionamiento general del organismo. La edad y las comorbilidades los hace más vulnerables a las reinfecciones

Enrique López-Loyo, presidente de la Academia Nacional de Medicina

Otro aspecto a considerar, según López-Loyo, para que se sigan dando los contagios en el país, es que tanto el personal de enfermería como el personal médico activo, a pesar del componente de vacunación que ha sido progresivo, y por eso se ha visto una disminución en las cifras, han tenido que salir de los centros de salud a atender pacientes que están alojados en sus casas.

“Esto ha sido consecuencia de las condiciones socioeconómicas, el personal busca en otros lugares un sueldo acorde para su supervivencia. Al salir de los centros de salud a las casas, aumenta la probabilidad de contagio y la probabilidad de que se tenga un descuido en las medidas de seguridad. Esto hace que la propagación fluya desde centros de hospitalización convencionales hasta los espacios habilitados dentro de las casas de los venezolanos”.

Las 527 muertes de personal médico que han ocurrido desde el 16 de junio de 2020 representan 10,77% del total de casos anunciados por la Comisión Presidencial para la Atención, Prevención y Control del Coronavirus que han fallecido por COVID-19 en el territorio nacional hasta el 31 de octubre (4.891).

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