Los combos de los trabajadores ministeriales y entes del Estado cuentan con más cantidad de alimentos y de mejor calidad que los que reciben los ciudadanos de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción. El Pitazo hizo un sondeo entre 12 organismos públicos y comprobó que las asignaciones para los empleados superan por más de 10 productos a los del CLAP. Asimismo, reveló que las bolsas del Ministerio Público son las más resueltas del sistema

Con visibles canas, Juan Carlos Aponte llega a Caracas cansado después de recorrer más de 400 kilómetros desde Cumaná. Este viaje lo realiza cada mes para retirar el combo de alimentos que entrega el Ministerio Público, en Parque Carabobo, en el centro de la ciudad. En sus recorridos lo acompaña una maleta y un morral vacío, unos pocos bolívares en el bolsillo y la confianza de que los alimentos que recogerá le servirán para llevar un sustento a su hogar durante al menos 10 días.

Así como él son cientos los jubilados y pensionados de este ministerio que residen en el interior del país, que deben viajar constantemente a la capital venezolana a retirar estas asignaciones, lo que les genera un gasto de entre 160 a 300 bolívares. Para ellos es difícil de cubrir, puesto que sus pensiones son de 130 bolívares que, en la actualidad, equivale a 5 dólares.

Como los pensionados, los trabajadores activos del Ministerio Público consideran que sus bolsas están “resueltas”. La mayoría de los artículos que contiene este combo son de la marca Polar y poseen al menos 35 productos, entre los que destacan proteínas, carbohidratos, embutidos, leguminosas, azúcares y artículos de aseo personal, entre otros. Sin embargo, aseguran que este combo no alcanza para un mes en una familia de 4 personas.


Se trata de compensar las asimetrías salariales que hay con el sector privado

Benigno Alarcón Deza, Director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno

En una investigación desarrollada por El Pitazo, que incluyó un sondeo con los trabajadores de 12 instituciones públicas, se comprobó que las bolsas entregadas por el Ministerio Público cuentan con más alimentos y de mejor calidad que el resto. Asimismo, se conoció que a todos los trabajadores de los organismos no les dan los mismos alimentos: unos cuentan con productos de mejor calidad que otros.

Además, estos combos únicamente son entregados en las sedes de Caracas. Por esa razón, pensionados, como los del Ministerio Público, se trasladan mensualmente desde los estados Aragua, Apure, Bolívar, Sucre y Yaracuy, lo que, según contaron, significa un gasto importante para ellos.

Por otro lado, se observó que hay diferencias entre los combos para los trabajadores públicos y los del CLAP, que reciben los ciudadanos afiliados al sistema Patria. Los últimos, generalmente, contienen apenas 4 kilos de harina de maíz amarilla, 1 kilo de arroz, 2 kilos de pasta, 700 mililitros de aceite, 1 kilo de azúcar y 1 sardina. Estos productos también varían cada mes y entre comunidades, en ocasiones, puede traer granos, 250 gramos de chicha, 1 lata de carne de almuerzo o 250 gramos de leche en polvo.

Durante un recorrido, y a través de llamadas telefónicas a trabajadores, familiares y dirigentes sindicales de una docena de entes públicos, se pudo comprobar que mientras los combos CLAP tienen entre 10 y 15 productos, los ofrecidos en los ministerios traen más de 20 productos.

¿Cuáles son las bolsas que contienen mayor cantidad de alimentos?

Las entregas de la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario de Venezuela (Sudeban), del Instituto Nacional Aeronáutica Civil de Venezuela (INAC), de la compañía estatal Petróleos de Venezuela, S.A. (Pdvsa) y la Contraloría General de la República suelen contener alrededor de 30 productos alimenticios y se asemejan a las del Ministerio Público.

Mercedes Molina, esposa de un jubilado de Pdvsa, recalcó que las bolsas entregadas en diciembre incluyen artículos para la preparación de las hallacas (pernil, aceitunas, pasas, alcaparras y onoto, entre otros) y algunos artículos de las festividades, como panetón, turrones y crema de avellanas, entre otros.


A los que no vienen a Caracas se las quitan porque creen que no las necesitan

Trabajador jubilado del Ministerio Público

Como caso diferenciado, en el Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat) se entregan proteína animal y alimentos, pero de las dos opciones sólo entrega una a sus trabajadores, lo que depende del departamento del cual forme parte el funcionario.

“Hay departamentos a los que les toca bolsas y otros a los que les toca proteína”, dijo uno de los trabajadores, que también prefirió el anonimato para evitar que tomen algún tipo de medidas sancionatorias en su contra.

Este empleado del Seniat destacó que a los funcionarios con hijos les entregan en los despachos cajas de meriendas.

Bolsas adicionales

A diferencia de los otros entes, el Seniat ofrece otra bolsa opcional que debe ser pagada por cada empleado. Dicha oferta tiene un costo de 15 dólares y trae 2 kg de harina, 2 kg de arroz, 2 kg pasta, 2 kg azúcar, 1 mantequilla, 1 kg de caraotas, 1 litro de aceite, 1 mayonesa, 1 salsa de tomate, 1 café de 250 g, 1 leche de 400 g, 1 paquete de papel de baño, 1 paquete de avena de 400 gr, 1 paquete de sal, 1 kg de harina de trigo y 1 lata de sardinas.

¿Cuáles son las bolsas que contienen menos alimentos?

Los combos alimenticios que cuentan con menor cantidad de productos son entregados por el Ministerio de Relaciones Exteriores (Cancillería), el Ministerio de Agricultura y Tierras, Asamblea Nacional, Ministerio de la Comunicación y la Información (Mppci), Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y Hospital Universitario de Caracas.

José Patines, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Cancillería, denunció que los productos son de baja calidad, como la carne que les llegó a mediados del mes de marzo, que tenía mucho pellejo, lo que dificultó su consumo.

“Quedó al descubierto que esto forma parte del salario social, como lo llama el Gobierno, y allí incluye el plan de medicinas”, detalló el dirigente sindical.

Una de las pocas ventajas que tienen los empleados del Instituto Autónomo Hospital Universitario de Caracas (HUC) es que, adicional a la bolsa de alimentos, también les entregan artículos de aseo personal, entre los que se encuentran champú, desodorante, dos afeitadoras y un cepillo de dientes.

¿Por qué le entregan combos alimenticios con más artículos a los entes del Estado?

El director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno (CEPyG), Benigno Alarcón, reconoció a El Pitazo que las “bolsas que reciben los empleados públicos son más generosas, porque a través de ella se trata de compensar las asimetrías salariales que hay con el sector privado. Evidentemente no se logra, pero ayuda a un costo mucho menor para el flujo de caja del gobierno”.

El también profesor universitario destacó que la entrega de los productos busca atenuar el impacto sobre la tasa cambiaria en la inflación. “Cuando la gente en vez de recibir bolívares, que puede cambiar a dólares, lo que recibe es comida, no puede cambiar ese componente compensatorio por dólares, lo cual no genera presión sobre la tasa cambiaria”, destacó el director de CEPyG.

La entrega de combos alimenticios a comunidades y trabajadores públicos es una marca del gobierno de Nicolás Maduro. Esta medida se efectúa en medio de la crisis humanitaria en la que el salario mínimo de los empleados venezolanos se ubica en 130 bolívares. Mientras, la canasta alimentaria básica, según el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros, superó los 500 dólares en marzo de este año.


No puede cambiar ese componente compensatorio por dólares

Benigno Alarcón Deza, Director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno

Trabajadores de las instituciones públicas consultados para este trabajo consideran que estos productos son una extensión de los CLAP (Comités Locales de Abastecimiento y Producción), un programa gubernamental que surgió el 12 de marzo de 2016, cuando la administración madurista se vio en la obligación de crearlos como un instrumento para paliar la crisis alimentaria que enfrentaba el país, producto de la escasez y el control de precios.

Este programa se encarga de la entrega de alimentos a bajo costo, gracias a la alianza de las autoridades y algunos representantes comunales para garantizar que los productos lleguen a los hogares, pero su operatividad también ha estado marcada por la opacidad y denuncias de corrupción.

Alarcón y el politólogo Piero Trepiccione coinciden en que las bolsas CLAP se encuadran en una dinámica de control social que busca fortalecer el clientelismo político y las lealtades partidistas.

Alarcón considera que las bolsas CLAP hacen poco para mitigar el hambre de la población venezolana, aunque para algunas personas de bajos recursos representa un aporte, pero sin resolver el problema de fondo.

“Constituye una red clientelar de personas que se benefician de alguna manera de la entrega de estas bolsas. Bien sea al llevar parte de la logística, apoderándose de parte de los recursos por su venta y distribución, o porque le sirve para evidenciar su relación con el gobierno ante los vecinos del barrio”, añadió en conversación con El Pitazo.

Asimismo, Alarcón y Trepiccione recalcaron que la dinámica permite generar una red de distribución que, al final, sirve para la movilización de votantes en las comunidades y para otras tareas.

“Es una forma de expandir la acción del gobierno para favorecer al partido”, sentenció el politólogo Trepiccione. A su vez, descartó que sea un instrumento de dominación sino que sirve para darle una visión política y estratégica a las ayudas del Estado venezolano hacia sectores que puedan convertirse en votos.


Quedó al descubierto que esto forma parte del salario social

José Patines, secretario del Sindicato de Trabajadores de la Cancillería

¿Cómo es la dieta que ofrecen las cajas CLAP?

La nutricionista Marianella Herrera destacó que, según denuncian sus pacientes, en las cajas CLAP sólo les llegan paquetes de arroz y pasta, lo que les ofrece una dieta monótona, desequilibrada e insuficiente.

La también integrante del Observatorio Venezolano de Salud y de la Fundación Bengoa recalcó que las personas que dependen exclusivamente de esos productos se alimentan de forma desbalanceada, porque sólo reciben carbohidratos complejos.

Herrera señaló que las proteínas, grasas, frutas, leguminosas (caraotas) o vegetales y hortalizas son un complemento de la alimentación, pero El Pitazo comprobó que en la mayoría de las comunidades y en algunos ministerios estos alimentos no llegan como parte de los combos alimenticios.

“La gente que está dependiendo de las bolsas CLAP, que contienen solamente dos alimentos y dos carbohidratos, reciben muy pocos micronutrientes, lo cual es terrible para la salud y el bienestar de la población”, dijo la especialista.

Recomendó a la población venezolana enriquecer su alimentación con vegetales y frutas económicas de estación, como el mango. También aconsejó aprovechar las bondades de las leguminosas, como las lentejas y caraotas, que aportan proteína de origen vegetal.

Irregularidades en las entregas de los ministerios

Carlos Castillo, secretario del Sindicato Único Nacional de Trabajadores del Ministerio de Petróleo (Sutminpet), destacó que este ente sólo entrega asignaciones alimenticias a un grupo selecto de sus empleados.

“Existe un conjunto de enchufados a los que ellos priorizan y les entregan bolsas caleta, como lo hace el viceministro de Hidrocarburos con los empleados que cuenten con ciertas cantidad de asistencias”, explicó Castillo.

Los empleados del Ministerio de Agricultura y Tierras aseguraron que sólo los que trabajan en la sede de Caracas, en el Distrito Capital, reciben algún tipo de beneficio o caja, que es muy similar a los CLAP que entregan en las comunidades.


Es una forma de expandir la acción del gobierno para favorecer al partido

Politólogo Piero Trepiccione

“Nunca existió la entrega de bolsas para el interior del país. Lo hacen en la sede central, al resto de las UTA (Unidad Territorial Agrícola) no llega absolutamente nada ni los vientos que sueltan”, dijo el trabajador Édgar Hernández.

Además, uno de los trabajadores denunció que los traslados de estas bolsas y combos alimenticios son cobrados a las personas que forman parte de la nómina del ente. Este pago es realizado al Departamento de Auditoría.

“El despacho del ministro Soteldo le cobra 60 bolívares de transporte de las bolsas a los trabajadores de Caracas”, indicó el trabajador, en una conversación telefónica.

A su vez, la esposa de un jubilado de Pdvsa, Mercedes Molina, destacó que los combos de alimentos de Pdvsa no son entregados con regularidad, sino en operativos especiales que se realizan cada 60 o 90 días.

La situación se repite con las entregas en el Minci y en el HUC, que también son irregulares, según denunciaron trabajadores de ambos entes, quienes prefirieron el anonimato.


Hay departamentos a los que les toca bolsas y otros a los que les toca proteína

Empleado de Seniat

“Nos deberían dar una bolsa mensual, pero no es así, sino cuando les da la gana”, acotó el trabajador del Minci. Aseguró que en lo que va de 2023 sólo les han dado una bolsa.

Si bien recibir este tipo de bolsas puede representar un alivio para los bolsillos de los trabajadores venezolanos, aún queda un grupo de alimentos por adquirir para poder garantizar la alimentación balanceada de todo un mes.

Para complementar, los trabajadores de la administración pública disponen de entre 130 y 395,21 bolívares, es decir, de unos 5 a un poco más de 16 dólares, con los cuales deben cancelar servicios públicos, completar los alimentos necesarios para el hogar y pagar pasajes, entre otros gastos.

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