Han pasado 10 años de aquel anuncio vespertino que hizo el entonces vicepresidente de Venezuela, Nicolás Maduro, cuando dijo en cadena nacional: “A las 4:25 de la tarde de hoy 5 de marzo ha fallecido, el comandante presidente Hugo Chávez Frías”.

Una década después, las imágenes de la omnipresencia de quien fue primer mandatario del país durante 14 años se pierden, se desdibujan y se borran. Ya los ojos de Chávez no están en cada esquina o calle y no hay marchas multitudinarias.

Las órdenes de Chávez dejaron de ser ley en Venezuela, quedaron desplazadas por las intenciones de sus herederos que el actual Gobierno dejó de tenerlo como protagonista.

A pesar de seguir siendo una figura simbólica, especialmente en campañas electorales donde se apela al carisma del fallecido expresidente, el gobierno de Nicolás Maduro ha tomado decisiones contrarias a la visión de Hugo Chávez, revirtiendo sus órdenes y borrando, para algunos, su legado

“Me tendrán que sacar de Miraflores para que haya un Sambil en la Candelaria”. La frase salió de la boca del entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías, el 21 de diciembre de 2008, durante la trasmisión de su programa dominical “Aló, Presidente”. Tras más de 14 años de esta afirmación y una década del fallecimiento –víctima del cáncer– del líder de la denominada Revolución Bolivariana, un floreciente Sambil La Candelaria está en funcionamiento.

La devolución del Sambil La Candelaria al Grupo Cohen es solo una muestra de cómo la visión y la acción de Hugo Chávez se ha ido diluyendo con el paso del tiempo, especialmente en los principios frente a la economía.

No solo se trata de una acción puntual, sino de un viraje general en las acciones del oficialismo, destronando así los dogmas impuestos por Chávez en temas referidos a la privatización, la dolarización, los juegos de azar y el desarrollo del turismo. En los últimos años, el gobierno de Maduro reactivó casinos, estableció con base legal Zonas Económicas Especiales para explotar los recursos naturales y adelantó el proceso de privatizaciones.


Si Chávez decía que eso era rojo, rojo era. Lo que Chávez decía era ley, pero ya no. La verdad que a nosotros nos cayó de sorpresa, porque al consejo comunal y a las UBCh no nos preguntaron ni la opinión sobre el Sambil

Juan Marín, militante del PSUV

“Parece que lo que decía Chávez, ya no es santa palabra”, dice con parquedad Juan Marín, militante del Partido Socialista Unido de Venezuela e integrante de una de las UBCh (Unidad de Batalla Bolívar – Chávez) que funcionan entre la Candelaria y San Bernardino en Caracas.

Marín no es analista político y tiene escasos estudios formales, pero es un dirigente de base del oficialismo en la capital venezolana. “Si Chávez decía que eso era rojo, rojo era. Lo que Chávez decía era ley, pero ya no. La verdad que a nosotros nos cayó de sorpresa, porque al consejo comunal y a las UBCh no nos preguntaron ni la opinión sobre el Sambil”.

Recuerda que “algunos se alzaron porque, en teoría, eso iba a ser una estructura para el poder popular, pero nada, ahora lo tienen los dueños. Uno no puede quejarse mucho, porque entonces te tildan de que uno está contra las decisiones del presidente. Yo soy chavista, pero las decisiones, ahora, las toma Maduro».

Privatización y dolarización

“Maduro ha enfrentado una realidad económica y política muy distinta a la de Chávez. Es por ello que, aunque no lo reconozca públicamente, no sigue lineamientos de Chávez, sino decisiones para darle viabilidad económica y sostener políticamente su gestión. Es decir, acercarse más al modelo chino: más libertades económicas orientadas hacia el capitalismo y más ortodoxos y radicales en lo político”, estima el sociólogo Luis Martínez.

Partiendo de esta premisa, se encuentra la base para la posición que Maduro ha adoptado ante la dolarización y la privatización, ambos antagonizan con los principios que esgrimía en vida Hugo Chávez, quien en por lo menos una veintena de alocuciones en cadena nacional aseguraba que el caos reinante en Venezuela en 1998, cuando asumió el poder, era reflejo de “la corrupción, el capitalismo y el dólar”.

“Hay que liberar a Venezuela del capitalismo y de esa dependencia del dólar”, aseguró en 2003, cuando anunció el sistema de control cambiario.


diez años después de su muerte, el último sondeo de la empresa de encuestas e investigación de mercado, Datanálisis, en enero de 2023, estima que el 73 % de las transacciones económicas del país se realizan en la moneda norteamericana


Diez años después de su muerte, el último sondeo de la empresa de encuestas e investigación de mercado, Datanálisis, en enero de 2023, estima que 73 % de las transacciones económicas del país se realizan en la moneda norteamericana. Y aunque la dolarización en Venezuela no está oficializada, su presencia es vital en la economía actual, hecho reconocido por el propio gobierno que lidera Nicolás Maduro. En cuanto a la privatización, la historia es similar. Mientras Chávez creía fielmente en la estatización, nacionalización y expropiación, la nueva línea gubernamental ha tirado al traste su línea. De hecho, el 11 de mayo del año pasado, Nicolás Maduro anunció que ofrecería en venta en el mercado de valores, entre el 5 % y 10 % de las acciones de un numeroso grupo de empresas públicas, una vez modificados sus respectivos estatutos, para recibir capital privado mediante una oferta pública en la Bolsa de Valores.

Estas empresas, según dijo Maduro, serían estatales en actividades petroleras y áreas como las telecomunicaciones, electricidad, lácteos, textiles y hasta la banca. La estatal con mayor relevancia es Cantv, que ha realizado dos ventas, por vez primera, tras la nacionalización ordenada por Chávez. Una decisión que revierte claramente las tomadas por Chávez en su mandato.

“Nicolás Maduro está construyendo su propio modelo. Ha abierto condiciones para favorecer a algunos sectores. Ha tendido puentes a sectores económicos y ha fijado alianzas impensables en la era Chávez, a cambio de lealtad. ¿Cómo valoran esto las bases del Psuv? Pareciera que el control político en las bases que ha impuesto Maduro también busca aniquilar, nuevamente, a Chávez”, analiza Martínez.

Casinos y turismo

Otra de las decisiones que Hugo Chávez tomó y ha sido anulada tras su desaparición física es la relacionada con el otorgamiento de permisos para el funcionamiento de casinos.

Mientras Maduro promociona los casinos como establecimientos que promueven el turismo, como lo aseguró al anunciar la apertura de una sala de juegos en el Hotel Humboldt en el cerro El Ávila, Hugo Chávez sostenía que los casinos causaban “una degeneración social comparable a la prostitución, los vicios y la droga”.

De hecho, en 2011, en la firma del decreto para prohibir el funcionamiento de los casinos, salas de bingo y máquinas traganíqueles en Venezuela, Chávez indicó que estos espacios eran usados como “mamparas del crimen organizado”.

“Yo veo este casino en La Guaira y los acuerdos a los que llegan las autoridades con gente que en su momento se opusieron a Chávez y me pregunto, por qué nos desviamos del socialismo. Por qué estamos avalando cosas que Chávez no quería”, analiza José López, líder fundador en el litoral central del partido MBR-200, primera plataforma política de Hugo Chávez y quien se distanció del Psuv tras su fallecimiento.


En 2011, en la firma del decreto para prohibir el funcionamiento de los casinos, salas de bingo y máquinas traganíqueles en Venezuela, Chávez indicó que estos espacios eran usados como «mamparas del crimen organizado»


Así, como con los casinos, ocurre con la visión del desarrollo del turismo a través de concesiones.

”La visión de Maduro y su equipo de gobierno es entregar en concesión los activos del Estado del sector turismo y hotelería a operadoras internacionales, por un lapso mínimo de 20 años. Eso está en proceso y se busca concretar con el desarrollo de las Zonas Económicas Especiales. Igualmente, visualizan la inversión en parques nacionales, como viene sucediendo en Galipán, en Mochima, en Morrocoy o en Los Roques. Establecimientos VIP para un sector muy reducido de la población, que pueda pagarlo”, explica una fuente cercana al equipo nacional de la Superintendencia de Zonas Económicas Especiales, que solicitó la reserva de su identidad.

La misma fuente señala que este proceso privatizador “no hubiera sido posible con el comandante Chávez en el poder. Para él, la entrega de activos de la nación no era la vía”. La voz popular suele decir que las palabras se las lleva el viento, pero en el caso de Hugo Chávez, hasta lo que dejó escrito, desapareció.

Miles de venezolanos en las zonas más desconectadas del país visitan El Pitazo para conseguir información indispensable en su día a día. Para ellos somos la única fuente de noticias verificadas y sin parcialidades políticas.

Sostener la operación de este medio de comunicación independiente es cada vez más caro y difícil. Por eso te pedimos que nos envíes un aporte para financiar nuestra labor: no cobramos por informar, pero apostamos porque los lectores vean el valor de nuestro trabajo y hagan una contribución económica que es cada vez más necesaria.

HAZ TU APORTE

Es completamente seguro y solo toma 1 minuto.