Los retos de una primaria autogestionada, lejos de disminuir, aumentan con el correr de las semanas. Las amenazas desde varios frentes que el oficialismo controla pueden reconfigurar el contexto político, a cuatro meses de que la oposición en torno a la Plataforma Unitaria Democrática elija un candidato presidencial para 2024

Los desafíos de la oposición en torno a la Plataforma Unitaria Democrática y la elección primaria no desaparecieron con el directorio del Consejo Nacional Electoral (CNE), cuyos rectores renunciaron de manera súbita: primero los tres vinculados con el oficialismo y luego los dos que representaban algunas garantías para quienes adversan al Gobierno, según las consideraciones de sectores de la oposición.

Los retos para la organización de la primaria persisten y pueden aumentar con el paso de las semanas y los meses a medida que se acerca el 22 de octubre. La propia Comisión Nacional de Primaria es consciente de esa situación, pero qué alternativa le queda a la oposición en torno a la Plataforma Unitaria Democrática, si el Gobierno obstaculiza el camino de la primaria, como sugieren las amenazas desde diversos frentes políticos. 

El analista, politólogo y director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello, Benigno Alarcón, y el docente universitario, politólogo y exrector del CNE, Luis Salamanca, consideran que la opción de un consenso, negociación o acuerdo entre factores políticos, en el contexto actual, no parece viable, pues es una alternativa que no está exenta de dificultades y además no puede prescindir de la legitimidad que supone una elección primaria.


El objetivo del régimen es sacar a la oposición mayoritaria de la elección presidencial de 2024; que no tenga candidato unitario por su cuenta o por descarte

Luis Salamanca, politólogo y exrector del CNE

«El consenso no luce como una posibilidad real. La primaria es el único camino de legitimación que tiene credibilidad en este momento. En realidad, puede haber situaciones que hagan imposible la primaria y en un escenario como ese no queda otra opción que negociar, pero si los partidos actúan de manera responsable, no van a poder acordar algo distinto a lo que el país reclama o lo que posiblemente hubiera sido el resultado de una primaria», explicó Alarcón a El Pitazo.

Aunque varios de los aspirantes a obtener la victoria el 22 de octubre descartan un consenso o alternativa que no sea la primaria, Salamanca advierte sobre la necesidad de que los factores políticos de oposición no excluyan de hipotéticos escenarios, una medida de desconocimiento de la elección del 22 de octubre por parte del Gobierno, incluso una acción previa al evento electoral, como lo sucedido con el directorio del CNE.

«El Gobierno no quiere ver el espectáculo de millones de personas votando por un candidato opositor en primarias. En este momento, la oposición está enfocada en la primaria, pero no puede dejar de ver el horizonte y tener planes B y C, si el Gobierno saca toda su artillería pseudoinstitucional para impedir la primaria, porque si se llega a elegir un candidato habrá otro panorama, el régimen lo sabe», consideró Salamanca consultado por El Pitazo.

Una amenaza en el horizonte contra la elección del 22 de octubre y la instancia que la organiza es el recurso de amparo que presentó ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) a finales de mayo el candidato presidencial independiente Luis Ratti, quien proviene del chavismo y que se presenta como un adversario de Maduro al margen de la primaria. La acción jurídica de Ratti, cuya validez descartan expertos, aún no tiene una respuesta del TSJ.

Pensar lo inédito

El propio CNE puso fin al dilema de una primaria con asistencia técnica del ente comicial, cuando la Comisión Nacional de Primaria, en medio de cuestionamientos, decidió transitar el camino de un proceso interno electoral con participación de un cuestionado poder estatal, del que esperaba una respuesta que nunca llegó.

Tras la acción del CNE, el oficialismo —desde la Asamblea Nacional electa en 2020 y la vocería del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), con Diosdado Cabello al frente—, comenzó a configurar un cuadro de potenciales amenazas que podrían incluir más inhabilitaciones e impedimentos logísticos vinculados con el uso de potenciales centros de votación o incluso el financiamiento que requiere la Comisión Nacional de Primaria para los preparativos de la elección.


Si la negociación no es legítima, la gente no va a reconocer el resultado. Si el acuerdo no tiene un respaldo basado en lo que la gente quiere, al final nadie lo reconocerá

Benigno Alarcón, politólogo y director del Cepyg-UCAB

Pero, incluso en medio de mayores obstáculos que conviertan la primaria en un hecho aún más extraordinario de lo que puede llegar a ser, un hipotético escenario de negociación, consenso o acuerdo entre factores políticos de oposición que apuestan hoy por la primaria, no está exento de dificultades.

«¿Qué puede pasar en el caso de que un grupo de partidos decida favorecer a alguien que no es quien la gente hubiera favorecido en una elección, sino uno que nadie mira, que no tiene oportunidad? Si la negociación no es legítima, la gente no va a reconocer el resultado. Si el acuerdo no es legítimo, si no tiene un respaldo basado en lo que la gente quiere, al final nadie lo va a reconocer», añade Alarcón.

Salamanca cree que la oposición debe estar dispuesta a hacer lo impensable dentro de los límites que impone el contexto. «¿Qué se puede hacer en el caso de una seguidilla de inhabilitaciones de candidatos de buen desempeño en las primarias, por ejemplo, o si por alguna razón no se puede concretar la primaria? Hay que pensar hasta en lo inédito: que la oposición vaya con un candidato impensable, pero apoyado por la unidad y que los electores acepten».

Movimientos e intenciones

En su reciente artículo editorial para la revista del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la UCAB, Alarcón advierte sobre el movimiento en el CNE y lo que ahora se le plantea a la oposición con la acción del ente comicial en medio de la organización de una primaria autogestionada.

«Se plantea una carrera entre el oficialismo, que necesita instalar y poner en funcionamiento un CNE a la medida y que esté listo para convocar a una elección en cualquier momento de 2024, y una oposición que necesita tener un liderazgo legitimado y capaz de unir a la gran mayoría del país para derrotar al Gobierno, pese a su control del Estado, incluido su órgano electoral», escribió Alarcón.


Hay que pensar hasta en lo inédito: que la oposición vaya con un candidato impensable, pero apoyado por la unidad y que los electores acepten

Luis Salamanca, politólogo y exrector del CNE

Salamanca tampoco ve como algo menor la movida en el CNE, una acción que califica de «marca mayor». «Se están moviendo en función de crear un cuadro cerrado con el candidato del régimen; Maduro viene haciendo campaña política para perfilarse candidato. El objetivo del régimen es sacar a la oposición mayoritaria de la elección presidencial de 2024, que no tenga candidato unitario por su cuenta o por descarte».

El exrector del CNE no excluye de evaluaciones y análisis lo que cree puede ser «cualquier sorpresa» en el ente comicial, luego de los anuncios y procedimientos que adelanta el Parlamento oficialista para la selección de los nuevos rectores que, posiblemente en su mayoría, se estrenarán con la elección presidencial prevista para 2024.

«Hay hechos configurados y otros en vías de producirse. ¿Cuál será la distribución en el CNE, cuánto le darán a la oposición? ¿Un 5 a 0? El 3 a 2 no es malo para el régimen, pero hace más compleja cualquier acción», agregó Salamanca.

Ciudadanía, protagonismo y primaria

El presidente de la Comisión Nacional de Primaria sostiene que los retos y desafíos de un proceso de primaria autogestionada solo serán superados si la ciudadanía, la sociedad civil, además de los factores políticos opositores, avanzan con un trabajo y una labor conjuntos.

«Los ciudadanos tienen que apoderarse de la primaria porque esto es un proceso ciudadano, de ejercicio de derechos», dijo Casal en un reciente foro organizado por el Cepyg-UCAB.

Alarcón advierte que no solo el éxito de la primaria dependerá del grado de compromiso de la ciudadanía sumado a la acción responsable de los factores políticos, sino también de la disposición colectiva ante cualquier situación que pueda surgir para frustrar el proceso.

«La única manera de organizar una primaria exitosa es que los diferentes factores de la sociedad civil venezolana se involucren», destacó Alarcón.


La primaria es el único camino de legitimación que tiene credibilidad en este momento

Benigno Alarcón, politólogo y director del Cepyg-UCAB

Salamanca agrega que lo inédito, ante los desafíos que plantean las acciones desde el poder gubernamental, no solo es una postura que les corresponde a los partidos y factores políticos de la oposición.

«Están cerrando todas las vías de cambio para que la gente se exprese y eso no es bueno para ninguna élite política. La población, viendo sus derechos conculcados una vez más, puede asumir posiciones frente a eso y el resultado final no está predicho. Hay que tener posturas inéditas ante un escenario de cuadro cerrado», concluyó Salamanca.

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