Para realizar 50 hallacas para las festividades decembrinas se requieren entre 83,61 y 106,40 dólares, costos que pueden variar dependiendo de la región y la receta, según pudo comprobar El Pitazo durante un recorrido por varios mercados del país. Los altos costos de los productos y las limitaciones en los suministros de gas son las principales trabas para que los venezolanos puedan cumplir con la tradicional cena navideña 

No en todas las mesas de los venezolanos en Venezuela habrá hallacas en esta navidad. Esas fiestas de olores únicos que se desprendían del guiso, del pernil y del pan de jamón ya no son la constante. Los precios de los productos para la elaboración hacen que no todos los bolsillos aguanten para comprarlos.

Sin embargo, en las casas donde se comerá hallaca, ya no hicieron la cantidad que solían preparar para estas fechas. Entre 25 y 50 unidades realizarán las personas de regiones del país con las que conversó El Pitazo, cada una con sus gustos particulares y las versiones propias de cada estado.

Para muchos hogares en Caracas, la hallaca es un plato que significa mucho más que un alimento; es también el tiempo que se comparte en familia, mientras de guisa, se amasa, se arma y se amarra. «Por muy difícil que sean las cosas siempre tratamos de reunirnos en diciembre para realizar las hallacas juntos, entre todos la carga es menos pesada», comentó la caraqueña Geraldine Escalona de 38 años que trabaja como empleada doméstica.

Escalona asegura que, pese al alza del dólar, la inflación y la incertidumbre por lo que sucede en el país, intentarán hacer al menos unos 25 hallacas para las cenas más especiales, que son la de Navidad, el 24 de diciembre, y la de Año Nuevo, porque en su familia son 12 personas.

«Aún no he comprado nada pero espero que pueda hacerlas, pero en caso contrario haría cualquier otra comida, como un pollo horneado y unos bollitos navideños, porque lo importante no son las hallacas sino el tiempo que se comparte en familia», comenta. 

La situación es aún más complicada para Argenis del Carmen Molina, de 70 años, quien conversó con El Pitazo, recorría casa por casa en la urbanización Almariera del municipio Palavecino, estado Lara, ofreciendo servicios de jardinería para reunir el dinero necesario y poder celebrar la Navidad.

«Ahí vamos, porque uno tiene que arroparse hasta donde le llegue la cobija», comentó con incertidumbre sobre la posibilidad de hacer hallacas en su hogar. Su esperanza es preparar al menos 50, aunque duda que puedan incluir todos los ingredientes tradicionales: «Con un puñito de cada cosa se resuelve, sino le regalan por ahí a uno», comentó.

A pesar de su avanzada edad, Argenis encuentra fortaleza en sus ganas de trabajar. Bajo el sol y montado en una bicicleta, ofrece sus servicios acompañado de su amigo «Rocky», un cachorro de cuatro meses. 

Además, complementa sus ingresos con los bonos gubernamentales, que solo le alcanzan para cubrir los costos de sus medicamentos para la hipertensión, enfermedad que le fue diagnosticada hace ocho meses. Con resiliencia y determinación, afirma que seguirá trabajando mientras su cuerpo se lo permita.

¿Cuánto cuesta hacer 50 hallacas? 

Óscar Meza, director del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM), aseguró a El Pitazo que para realizar una cena navideña una familia venezolana requiere al menos 244,32 dólares.

En Caracas para preparar unas 50 hallacas se requieren al menos 83,61 dólares, según se constató en un recorrido realizado los primeros días de diciembre. Para esa misma cantidad de hallacas, el año pasado 2023, se necesitaban unos 59,55 dólares, lo que significa que hubo un incremento de 40,4 %. 


Lo importante no son las hallacas, sino el tiempo que se comparte en familia

Geraldina Escalona

Sin embargo, en el interior del país no sucede igual debido a que en los estados: Zulia se necesitan 73,05 dólares, en Portuguesa se requieren unos 96,66 dólares, en Lara 103,61 dólares y en Miranda 106,40 dólares. Es decir, cada hallaca cuesta entre 1,67 y 2,12 dólares, según comprobó El Pitazo

Ante esta situación algunos venezolanos se la ingenian para resolver las cenas navideñas, algunas optan por preparar un arroz con pollo, otros hacen un pequeño lote de atún o simplemente tendrán que limitarse a comer pan con jamón. 

Ingredientes aumentaron en Puerto La Cruz 

Durante un recorrido en el Mercado Municipal y por el centro de Puerto La Cruz, se comprobó que ingredientes envasados y productos no perecederos mantienen precios similares con respecto al 2023, sin embargo, hubo un incremento con respecto a los víveres. 

El kilo de cebolla se encuentra en 65 bolívares aproximadamente, lo que equivale a 1.31 dólares sujeto a la taza del Banco Central de Venezuela (BCV) del día 12 de diciembre. En 2023, el mismo kilo se podía encontrar en 1,11 dólares. La zanahoria, que se vendía en 0,8 dólares, ahora el kilo se vende en 0,91 dólares. Las papas se encuentran en 1,21 dólares, con respecto a los 1,14 dólares que se encontraba hace un año. El pimentón, a diferencia de los demás víveres, sí se mantuvo al mismo rango de precios del 2023, con 2 dólares el kilo.


Es insólito que con estos precios y la inflación en general, el sueldo mínimo siga en tres dólares

Alicia Sifontes, docente

El rollo de hilo pabilo actualmente se puede encontrar en 0.5 dólares mientras que, el año pasado, oscilaba entre 0.3 y 0.2 dólares. El paquete de hojas de plátano, se puede encontrar en el mercado portocruzano en 45 y 50 bolívares, unos 0.9 dólares. En 2023, el mismo paquete tenía un valor de 0,8 dólares.  La harina de maíz precocida en su presentación de un kilo,  varía entre 0.94 a 1 dólar, un rango de precio similar al año pasado. 

Ingredientes como las aceitunas y alcaparras, oscilan entre los 3 a 4,3 dólares, dependiendo de su presentación (con o sin hueso en el caso de las aceitunas) y su tamaño. 

Hallacas de atún

Wladimir Araque, de 47 años, ha pasado toda su vida vendiendo pescado en distintos puntos del estado Lara. Como muchos venezolanos, está acostumbrado a preparar las tradicionales hallacas para Navidad, pero este año 2024 enfrenta dos situaciones diferentes: menos ingresos y la constante migración de sus allegados.

Su familia, que solía hacer alrededor de 150 hallacas, ahora apenas alcanza las 50. «Bueno, los que quedan en Venezuela, porque muchos están en España», expresó a El Pitazo en su punto de venta ubicado en la urbanización La Puerta, municipio Palavecino.


Se mantendrá la tradición de sentarnos juntos, al son de gaitas y villancicos

Alicia Sifontes, docente

La razón principal es que, así como en toda su familia, los ingresos han disminuido. Como cabeza de hogar, Vladimir tiene la responsabilidad de mantener su casa y aunque se propone, como en años anteriores, una meta semanal de vender 120 kilogramos de pescado -entre atún, carite, cazón, mero, corvina y, en ocasiones, camarón-, solo logró vender 20 kilogramos la última semana. A pesar de las dificultades, mantiene una actitud positiva: «Pero pa’ lante», dijo con una sonrisa.

Debido a la reducción en la cantidad de hallacas, Vladimir y su familia han incorporado la tradición de preparar bollos de atún, sumando entre 20 y 30 unidades más a las 50 hallacas. Mientras tanto, su esposa recuerda con nostalgia a una hija ausente que emigró a Perú y al que falleció en un accidente de moto.

Otro año sin hallacas

Jazmín Fuenmayor, empleada de una lavandería, y sus hijos de 10 y 16 no harán hallacas para esta Navidad por segundo año consecutivo. Los ingresos de ella no son suficientes para comprar los materiales.

Fuenmayor, de 49 años, gana 140 dólares mensuales y es el sostén de su familia desde hace tres años cuando su esposo murió a causa de una insuficiencia renal. 

«No me alcanza para poder hacer las hallacas. Volveremos a hacer arroz con pollo y una ensalada, porque no alcanza», dijo Fuenmayor, quien lamenta no poder servir pan de jamón o pernil en estas festividades.

«Mis hijos saben que la situación económica no es fácil. Ellos me preguntaron si les podía hacer un pasticho y pienso ir comprando los ingredientes a ver si se los hago para el 31 de diciembre», agregó la trabajadora, que reside en el barrio El Carmelo, al oeste de Maracaibo en el estado Zulia.


Volveremos a hacer arroz con pollo y una ensalada

Jazmín Fuenmayor, empleada de una lavandería

Sin gas

Reina Blanco tiene más de dos meses sin comprar gas doméstico en Santa Rita, estado Aragua, y la bombona que tenía en uso quedó completamente vacía el pasado miércoles 12 de diciembre, lo que resulta de suma preocupación puesto que en su localidad ningún vendedor cuenta cilindros llenos, una situación que atribuyen a la explosicón de la planta gasífera de Punta de Mata.

«Se vienen unas navidades muy tristes para mi familia y no es porque no tenga para comprar la bombona o los alimentos… Es que en ningún lado hay gas, así que no puedo pensar en hallacas ni en cena navideña pese a que me regalaron algunos ingredientes navideños», relató con decepción la aragüeña de 33 años. En este sector la bombona de gas cuesta 6 dólares pero en el mercado informal se consigue en 60 dólares. 

Blanco es una pequeña emprendedora que se dedica a la costura, tiene seis hijos de 18, 13, 10, 7, 6 y 5 años. «Lo que más lamentó es no poder dar una cena caliente a mis hijos», dijo. Confiesó que de no conseguir gas en los próximos días se tocará someter a su familia a una dieta de pan con queso y jamón o alguna otra cosa sencilla. 

Gracias a las remesas 

Alicia Sifontes va de negocio en negocio buscando los mejores precios para hacer sus hallacas este año. Aunque el recorrido se hace tedioso, ella asegura que no le queda otra opción para estirar su presupuesto y comprar todos los ingredientes para prepararlas.

Sifontes es maestra, tiene 45 años, vive en la ciudad de Charallave, en los Valles del Tuy, estado Miranda, y ha visitado no menos de ocho lugares para comparar precios. «He ido a los grandes supermercados, pero también al mercado municipal porque los costos varían», señaló a El Pitazo. 


Con un puñito de cada cosa se resuelve

 Argenis del Carmen Molina

En opinión de Sifontes «todos los productos están por las nubes». «Lo más caro son la carne de cerdo, que está por el orden de los nueve dólares el kilo, y las aceitunas que cuestan alrededor de ocho dólares el kilo. Es insólito que con estos precios y la inflación en general, el sueldo mínimo siga en tres dólares. Mi aspiración es hacer 50 hallacas y para ello necesito al menos 110 dólares», indicó la ama de casa. 

A pesar de lo costoso que Sifontes consiguió los productos, asegura que las hallacas no faltarán en su hogar en esta Navidad. Sin embargo, aclara, que no cubrirá estos costos con su sueldo de docente, porque no le alcanzaría ni siquiera para comprar las hojas, sino con las remesas que le manda uno de sus cuatro hijos que emigró a Estados Unidos, a propósito de la situación del país.

«El 24 haremos una cena sencilla con hallaca, ensalada de gallina y pan de jamón. Si no puedo comprar pernil, haré asado negro, pero en mi familia se mantendrá la tradición de sentarnos juntos, al son de gaitas y villancicos, para celebrar la época más bonita del año, con la firme esperanza de lo que mejor está por venir», agregó.

Mientras los venezolanos tendrán que cancelar al menos 83 dólares para realizar 50 hallacas también enfrentan una inflación interanual de 51 % y la acumulada de 43 % para el mes de octubre 2024.

Vale recordar que los venezolanos tienen más de 1.000 días cobrando un salario mínimo de 130 bolívares y una política de bonificación a través del bono de Guerra Económica y de Cestaticket que no se ajusta al precio de la Canasta Básica Alimentaria que se cotizó en 539,79 dólares.

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