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sábado, 12 octubre, 2024

¿Qué puede provocar un bajón de luz?: ingenieros electricistas analizaron causas y consecuencias

Los especialistas indicaron que el origen de los bajones se produce por la ausencia de mantenimiento en el Sistema Eléctrico Nacional (SEN), la poca capacidad de generación de energía y las fallas en los equipos

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En la última semana de septiembre los venezolanos han padecido por las fluctuaciones en el Sistema Eléctrico Nacional (SEN). Después del apagón general del pasado 30 de agosto y entre los días del 23 al 26 de septiembre se han registrado una serie de bajones que han afectado a la mayoría de estados de Venezuela.

Para comprender la situación, El Pitazo entrevistó al ingeniero electricista egresado de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Carlos Méndez, y al exviceministro de Energía y Minas entre 1991 y 2001, Víctor Poleo. Ambos señalaron como causa principal la falta de mantenimiento del SEN y apuntaron como algunas consecuencias la disminución de la calidad de vida y la actividad económica.

Alcance y consumo nacional

Entre el lunes 23 y el miércoles 25 de septiembre, alrededor de las 4:00 p.m., hubo fluctuaciones en Aragua, Anzoátegui, Bolívar, Carabobo, Distrito Capital, Falcón, Guárico, Lara, Miranda, Mérida, Monagas, Nueva Esparta, Portuguesa, Sucre, Táchira, Trujillo, Yaracuy y Zulia. Esto se repitió en algunos estados el martes 24, a las 8:00 p.m., y el jueves 26, a las 11:00 a.m.

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“La principal consecuencia de esto es un país condenado a la involución en todos los sectores que puedas evaluar”, advirtió Méndez sobre la poca confiabilidad del sistema eléctrico. Las oscilaciones y los apagones impiden el desarrollo industrial, el crecimiento educativo, productivo y económico, además afecta la calidad de vida.

Uno de los sectores más vulnerables es el de la salud. La reparación o sustitución de un equipo médico dañado puede ser muy lenta, tanto por la envergadura como por la obtención de los repuestos | Foto: EFE 

La inestabilidad del SEN, según el ingeniero, se debe a la continuada falta de inversión. Incluso, una de las particularidades del sistema venezolano es que el 70 % de las fuentes de generación de energía dependen de las centrales hidroeléctricas, cuya mayoría está ubicada en el estado Bolívar.

Esa gran concentración de fuentes en el sur del país exige que las líneas de transmisión de energía estén en óptimas condiciones para transportar toda la que se demanda. “No ha habido grandes obras en generación y transmisión de energía. Tampoco se ha invertido en mantenimiento”, explicó.

Hay causas multifactoriales que explican los apagones que han ocurrido en Venezuela. Por ejemplo, la falta de mantenimiento, la capacidad escasa de generación de energía y las fallas propias de los equipos, entre otras.

Con respecto al consumo principal de los venezolanos, Méndez concluyó que es de índole residencial o comercial. En este sentido, señaló que las cargas industriales son las que tienden a demandar más energía, pero como esta demanda se encuentra reducida “a una mínima expresión”, la carga residencial toma mayor protagonismo en el caso venezolano.

Para el Gobierno venezolano las causas son otras. “Hay una guerra de guerrilla facista contra el sistema eléctrico”, aseguró el gobernante, Nicolás Maduro, durante una transmisión nacional el 26 de septiembre. Por eso le exigió al ministro de Energía Eléctrica, Jorge Márquez, “incrementar los planes de protección del SEN”.

No es casualidad

Cuando las fluctuaciones se presentan en horarios similares, es importante considerar el comportamiento de los usuarios. Además, en Venezuela, hay que tener en cuenta la precariedad del SEN señalada por Méndez.

Por ejemplo, en el caso de los días 23 y 25 de septiembre hubo dos bajones a las 4:00 p.m. “Ese tiende a ser el horario pico para los comercios”, comentó Méndez. Las horas más cercanas al mediodía están marcadas por la salida de los alumnos en los colegios y el uso elevado de cocinas eléctricas o microondas, ya que son las horas habituales del almuerzo. Mientras que en la noche, alrededor de las 8:00 p.m., se considera como un horario pico en usuarios residenciales.

La temperatura es otro aspecto que no se debe pasar por alto. Por características propias de la ubicación de Venezuela, hay horarios en los que comienzan los picos de calor y eso conlleva a un mayor uso de los aires acondicionados. Esto sobreexige el sistema de distribución de energía.

Si bien el comportamiento del clima y de las personas afecta, Méndez reiteró que la falta de mantenimiento es el problema fundamental del SEN. “Al no tener mayor carga industrial, el sistema está sobredimensionado para el uso residencial, por lo que debería tender a buenos índices de disponibilidad de servicio”, analizó. Por lo tanto, no debería haber cortes programados o racionamiento de energía.

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En los hogares ocurren múltiples consecuencias cuando hay bajones o apagones. Los electrodomésticos se ven afectados, los fusibles sin protección se dañan y los componentes eléctricos se deterioran.

El detrimento de la calidad de vida también se observa cuando las fallas eléctricas impiden el funcionamiento de los ascensores, las bombas de agua y los sistemas de seguridad | Foto: Reuters / Leonardo Fernández Viloria

“El bienestar social y la actividad económica descansan en el equipamiento eléctrico”, agregó Poleo, quien apuntó como una de las principales consecuencias los daños medianos y severos a estos equipos.

En el caso de los sectores productivos, se ven interrumpidos porque deben recurrir a otros procesos para llevar a cabo sus actividades. Aplican sistemas de respaldo, así como también usan motores que dependen del diesel u otros combustibles. Esto ralentiza el procedimiento y aumenta los gastos operativos.

Volverá a pasar

Al hablar sobre posibles medidas, Poleo sentenció que no hay soluciones de ingeniería cuando el capital humano calificado es “inexistente” y cuando el capital financiero no se usa para la infraestructura de generación y transmisión de energía.

Como medidas preventivas ante una serie de bajones o un apagón general, Méndez enfatizó los reguladores de tensión. Ahora bien, para aquellas personas que no los pueden adquirir, indicó que evalúen y prioricen los equipos críticos que siempre deben estar conectados. “Por ejemplo, las neveras, a este tipo de equipos se recomienda tenerlos protegidos en todo momento”, precisó.

En cuanto a los equipos que no se usan continuamente, como las lavadoras y secadoras, recomendó conectarlos solo cuando se vayan a usar y, si es posible, hacerlo con reguladores de tensión.

Para las computadoras de escritorio y otros equipos que son sensibles, sugirió usar sistemas de alimentación ininterrumpida o UPS, conocidos así por sus siglas en inglés. “No solo regulan la tensión de salida, sino que además ofrecen un respaldo de energía temporal, lo que permite guardar datos y apagar correctamente el equipo”, agregó.

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