Caracas.- La asociación civil Convite informó que durante los meses de agosto y septiembre de este año movilizó 16 toneladas de suministros humanitarios para atender a comunidades indígenas del Bajo Caura, en el estado Bolívar.
Según detalló la organización en una nota de prensa, entre las comunidades atendidas en dicho período se encuentran las indígenas yekuana, pemón, piaroa, piapoco, jivi y sanemà.
«Nuestras respuestas humanitarias han sido verdaderos desafíos. Hacer llegar asistencia a zonas rurales o alejadas, en muchas ocasiones es bastante complicado», precisó el médico y coordinador humanitario de Convite, Javier Manrique, a propósito de la gestión realizada por la organización.
En el material difundido, la ONG precisó que durante los meses de agosto y septiembre del año en curso se realizó un despliegue en el estado Bolívar, donde se les entregaron 555 kits de alimentación, aseo personal, agua potabilizada y bombillos recargables a grupos familiares del Bajo Caura.
Asimismo, fueron reacondicionados los refugios indígenas de Chajuraña y Kanadakuni, a los que se les sustituyó todo el techo y se les hizo acometida eléctrica. A cada uno de estos refugios se le dotó de tanques de agua de 3.300 litros.
El director general de la ONG, Luis Francisco Cabezas, precisó que además de la ayuda humanitaria se les dio atención a 150 personas, entre mujeres y niños, con actividades enfocadas en la sensibilización sobre violencia de género.
Adultos mayores deben incluirse en planes de ayuda humanitaria
La organización Convite precisó que los resultados de la investigación sobre inclusión de las personas mayores en la asistencia humanitaria evidenciaron que las necesidades prioritarias son alimentos, dinero en efectivo y servicios de salud.
Al presentar los resultados del informe, Javier Manrique destacó que fueron realizadas cerca de 6.750 encuestas mediante 10 levantamientos de información en 6 estados del país. La mayoría se hizo como respuesta a crisis de situaciones agudas, es decir, emergencias de inicio rápido, como la provocada por las inundaciones.
Convite indicó que entre los datos relevantes arrojados de las respuestas obtenidas al consultar a los adultos mayores en las zonas de incidencia, está que 60% de las cabezas de familia o representantes del grupo familiar son mujeres. «Eso tiene una serie de implicaciones en cómo se debe brindar la asistencia humanitaria», apuntó Manrique.
Con respecto a las principales discapacidades de los adultos mayores, el médico señala que en orden de frecuencia serían la visual, motora y cognitiva. Estos datos son de suma importancia al momento de diseñar actividades que promuevan la inclusión y participación de las personas mayores. Igualmente, pudo determinarse que la mayoría de los hogares consultados no había recibido asistencia humanitaria en los últimos seis meses.
Necesidades básicas
Otro hallazgo importante está relacionado con complicaciones para el almacenamiento de agua, una práctica muy frecuente en vista de las interrupciones constantes y sostenidas del servicio, eso alcanza al 60% y hasta el 100% de los hogares entrevistados por Convite, según la localidad. Esta situación trae consecuencias para la salud, pues el agua puede contaminarse y causar enfermedades gastrointestinales y de piel.
De igual manera, un importante número de familias no tiene acceso a servicio de salud, y particularmente a salud sexual y reproductiva. Otro dato resaltante es que 77% de las personas mayores dependen de otras para cubrir sus necesidades básicas. La frecuencia de adultos mayores que no desempeñan actividad económica —por lo cual son dependientes de la pensión y del apoyo de otros familiares— supera el 70%.
Manrique advierte que el sistema humanitario aún no incluye sistemáticamente a las personas mayores y eso es algo que debe cambiar.