Punto Fijo. La falta de agua en la Península de Paraguaná también ha afectado a lo que algún día fue el complejo refinador más grande del mundo que está ubicado al occidente del país y está compuesto por las refinerías Amuay y Cardón. Sus trabajadores cuentan como la vida ha ido en deterioro al punto de no tener agua ni para tomar.
La situación ha empeorado en refinería Cardón, en los últimos tres meses, no teniendo agua para los baños ni para tomar, lo que ha hecho que los trabajadores tengan que buscar las zonas enmontadas para hacer sus necesidades.
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El agua para tomar, es llevada en filtros por algunos supervisores, mientras que otros optan por llevar una botella todos los días. “Los baños están clausurados, no se aguanta la pudrición, para poder entrar hay que hacerlo con una máscara y da más asco entrar que ir a buscar un monte para hacer las necesidades. Gracias a Dios la mayoría de los trabajadores somos hombres”, comentó un operador que presta servicios en la institución.
La información fue confirmada por tres trabajadores de la industria petrolera, quienes detallaron que además de ello, casi nunca hay comedor y prefieren darles la tarde libre para que vayan a almorzar a sus hogares y para que puedan hacer sus necesidades.
Esta historia se ha repetido varias veces en las últimas semanas. “Nos dicen que el agua que llega se va toda para Amuay que es la que está trabajando, porque Cardón está prácticamente apagada”, dijo otro trabajador fijo.
Plantas de agua paradas
En Cardón está la planta desalinizadora que presenta problemas desde finales del año 2018, cuando los vecinos de la comunidad El Calvario de Punta Cardón, adyacente a la cerca perimetral de la refinería, denunciaron el bote de agua de la planta desalinizadora que incluso se comió la carretera y se pierde a cantaros todos los días, mientras la comunidad pasa meses sin el servicio.
En febrero de 2019, un grupo de vecinos de la comunidad, denunció el bote de agua que sale de la refinería. Yusmary González, habitante de la localidad, explicó que además de que están a punto de caer dos postes de alumbrado público porque el agua se les comió las bases, viven entre la proliferación de zancudos y moscas.
Esa realidad no ha cambiado nueve meses después cuando El Pitazo volvió a visitar la comunidad y constató que el agua sigue saliendo por la cerca perimetral y los vecinos agarran de esa agua para bajar las pocetas al cumplir hasta cuatro meses sin el servicio por tuberías.
González recordó que después de las elecciones de alcaldes, los representantes de Pdvsa se acercaron a la comunidad y les prometieron reparar los postes y llevar un camión de achiques para limpiar la calle, pero hasta la fecha esto no se ha logrado.
También la planta de Tratamiento de Aguas Servidas, ubicada dentro de refinería Cardón, generaba el agua para el sistema de enfriamiento de ambas refinerías y que según sus trabajadores tiene tres años paralizada. “Se dañaron las bombas, el sistema; la falta de mantenimiento la dejó fuera de servicio”.
Esta planta trataba el agua servida de los sectores de la Comunidad Cardón, además de generar el agua para el sistema de enfriamiento de ambas refinerías, también otorgaba una parte diaria al zoológico de Paraguaná que mantenía sus zonas verdes intactas pese a las altas temperaturas características de la zona.
Tras la paralización de la planta, el zoológico de Paraguaná también quedó desprotegido y la poca agua potable que reciben por tuberías no logra mantener todas las áreas, las cuales se han ido deteriorando cada vez más.
Agua potable es poca
La comunidad Cardón, no recibe agua desde hace dos meses, ese suministro impide que se llenen los siete tanques que es la reserva que hace posible la entrega a estos sectores como Maravén, Puerta Maravén y la Comunidad Cardón. Para este lunes, 18 de noviembre, una fuente de Pdvsa dijo que de los siete tanques, solo uno tenía dos metros de agua.
“El agua que ingresa no se almacena, va directo al sistema de enfriamiento de refinería Amuay, solo eso. Se consume mucha agua y por eso es que se le está quitando el agua a las comunidades para enviarla a Pdvsa. Es una emergencia y es el sistema de seguridad de la refinería, aunque sí estuvieran en funcionamiento las plantas de tratamiento de agua, sería otra cosa”, dijo un trabajador directo.
Refinería Amuay sin agua para el uso diario
Trabajadores de la refinería Amuay también denunciaron que les ha tocado llevar un filtro de agua a sus puestos de trabajo, porque hay días que no llega nunca el agua potable, como hay otros que colocan un solo botellón de 20 litros al día.
Los baños tampoco pueden usarse porque no hay agua y están clausurados con una cinta amarilla. “Tengo más de veinte años trabajando en la industria petrolera y jamás pensé que en algún momento debía traer agua en una botella para tomar o que debía traer comida, porque cuando hay comedor lo que hay es pasta sola o arroz solo. Esto no lo cree nadie”, dijo un trabajador.
El martes 22 de octubre, Pdvsa e Hidrofalcón se reunieron y se explicó que a Paraguaná entran 800 litros por segundo del sistema “El Falconiano” de los cuales solo llegan 400 litros al llenadero Alí Primera de Punto Fijo, por innumerables fugas y tomas clandestinas a lo largo de la carretera Punto Fijo- Coro.
De los 400 litros, 200 son enviados al Centro Refinador Paraguaná para sustituir el agua de la cadena de enfriamiento que debía ingresar gracias a la planta desalinizadora y de tratamiento. Para la fecha de la reunión, la planta desalinizadora solo estaba operando en un 25% de su capacidad y con un solo bastidor que ha presentado fallas desde hace varios meses. Este fin de semana, fue reparado un bastidor y lograron enviar agua a refinería Cardón por escasas dos horas que sirvió solo para el consumo de los trabajadores.
Esto también ha generado que la comunidad de Judibana, cumpla 21 días sin agua, ya que sus servicios públicos están conectados al Complejo Refinador de Paraguaná. Rocío Jerez, docente y habitante de la localidad denunció las precarias condiciones a las que están sometidos los habitantes de Judibana, que en su mayoría son jubilados petroleros que entregaron su vida al campo industrial.
Dijo que nunca habían sufrido por agua como lo están ahora, sometidos a 21 días sin el servicio de agua por tuberías y saliendo a cargar agua de las tomas clandestinas porque no tienen dinero para pagar por un camión cisterna. “La mayoría de los que vivimos allí son jubilados de la industria petrolera, personas que no pueden buscar un balde de agua, porque son mayores de setenta y ochenta años y la mayoría de sus hijos y nietos están fuera del país. Tampoco ganan para pagar un camión cisterna y eso nos tiene muy mal”, denunció.
Aseguró que las condiciones se han ido desmejorando cada día y aunque han hecho protestas y han llamado a reuniones a los directivos de Pdvsa, las condiciones no mejoran y cada día su calidad de vida se ve desmejorada.