A comienzos de octubre de 2022, el gobierno de la ciudad de Nueva York decretó estado de emergencia en el sistema de albergues, ante 61.000 migrantes, con un costo fiscal de 1.000 millones de dólares. Ahora, distintos políticos que hacen vida en la “Gran manzana” proponen a los legisladores locales un paquete para permitir el acceso a viviendas baratas.
La vocera del Consejo Municipal de Nueva York, Julie Menin, explicó en una alocución pública que el precio promedio de un alquiler en la zona de Manhattan, una de las más costosas, es de 4.000 dólares al mes. Casi imposible de pagar para los residentes de albergues, todos migrantes.
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La directora de Vivienda municipal, Jessica Katz, expone que “permitir que los edificios de oficinas se conviertan en viviendas y levantar el límite del radio entre lote y el área para edificios residenciales” es una solución para que las familias con ingresos limitados “obtengan un nuevo hogar”, expresó en declaraciones recogidas por el medio Voz de América.
De ser aprobado el paquete, se flexibilizarían las regulaciones para construir y convertir edificios de oficinas en unos de uso residencial. Otro de los objetivos es que estas nuevas normas sean adoptadas por todos los distritos que conforman Nueva York.
Actualmente, solo 1 % de las viviendas disponibles en Manhattan están destinadas a personas de bajos recursos, un número insuficiente para los más de 15.000 migrantes con acceso a descuentos para comprar casas, pero que, aun así, no han logrado encontrar un lugar que se adapte a su presupuesto.