Kevin es un migrante venezolano que, como muchos otros, decidió irse con su familia a probar suerte en Estados Unidos. Pero el sueño americano no los convenció, así que decidieron migrar de nuevo, esta vez hacia Canadá. La amabilidad de sus funcionarios, el apoyo a los migrantes y la seguridad son algunos de los factores positivos que esta familia incluye en un balance, compartido por el medio BBC.
El migrante también afirma que las políticas canadienses ofrecen más opciones a los migrantes que desean regularizarse y adquirir estatus legal. “Yo quiero los papeles más allá del dinero. Estados Unidos te pone un embudo, en cambio Canadá te ofrece opciones”, afirma.
Los migrantes recibidos por Canadá explican que en el país existen numerosas instituciones y agrupaciones que cuentan con albergues y clínicas, especialmente destinadas a los migrantes. Cuando estas no poseen cupos disponibles, los migrantes son remitidos a hoteles financiados por el gobierno federal, y los solicitantes de asilo cuentan con asistencia médica.
Toda ventaja, por supuesto, viene acompañada de desventajas. En el caso de Canadá, los migrantes explican que el proceso para aceptar o rechazar solicitudes de asilo no es sencillo. De hecho, los trámites pueden ser rechazados después de meses o años en proceso.
Otra desventaja es la dificultad para conseguir vivienda por los altos costos de la renta y por los requisitos solicitados, como historial de crédito, cartas de recomendación o comprobantes de pago de salario. Algo que, para un migrante que acaba de llegar, es imposible de cumplir.