En los últimos meses el consumidor venezolano ha observado que regresaron a los anaqueles de los supermercados productos básicos que escasearon en años anteriores, cuando su precio estaba regulado. Harina, mantequilla, mayonesa y papel higiénico, son algunos de estos. Su precio ahora varía con frecuencia.
El gobernante Nicolás Maduro ha ordenado retomar y actualizar el sistema de precios acordados.
El diputado Ángel Alvarado, miembro de la comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, desestima que esta medida pueda aplicarse con efectividad.
Volver nuevamente a un control de precios, precios acordados en un entorno hiperinflacionario, no tiene ningún sentido, porque los precios varían todos los días; entonces habría que acordar los precios todos los días y eso es prácticamente imposible. Eso en primer lugar. Si se insiste en esa política férrea de controlar los precios, pues evidentemente el efecto va a ser escasez, porque la oferta de productos va a disminuir o simplemente, si ese precio es muy inferior al precio que es justo, realmente va a crearse un mercado negro y ese precio va a hacer que ese producto se venda en ese mercado negro con el resurgimiento de los bachaqueros.