Caracas.- El pasado 10 de marzo, el animador y locutor Leonardo Villalobos denunció, a través de Instagram, que fue víctima de un hombre que le suministró una sustancia, presuntamente burundanga, con el fin, cree, de robarlo. Sin embargo, pudo percatarse de lo que ocurría y pedir ayuda.
El de Villalobos no ha sido el único. A través de redes sociales se han denunciado casos de personas que han sido víctimas de robos en centros comerciales, avenidas y calles de Caracas, luego de haber sido abordadas por desconocidos quienes, aseguran, les habrían suministrado burundanga.
El abogado penalista, experto en temas de seguridad ciudadana y profesor de criminología, Luis Izquiel, explica que los delincuentes se valen de cualquier artilugio para acercarse a las víctimas y permanecer el mayor tiempo posible cerca de ellas para que la sustancia que utilicen haga efecto. Asimismo, refiere que la burundanga, nombre con el que se le conoce a la escopolamina, también puede ser utilizada por delincuentes en locales, bares o restaurantes para cometer fechorías, quienes agregan la sustancia en bebidas. En ese sentido, advierte que es importante evitar interactuar con personas desconocidas.
De acuerdo con información publicada en el portal médico IntraMed, la escopolamina, popularmente conocida como burundanga, es capaz de controlar a una persona y transformarla en víctima. Al ser absorbida, ocasiona un estado de pasividad completa, haciendo que reciba y ejecute órdenes sin oposición, desapareciendo los actos inteligentes de la voluntad, lo que se denomina “sumisión química”. Puede desencadenar síntomas tales como sequedad de mucosas, sed, dificultad para deglutir y hablar, pupilas dilatadas, visión borrosa, sudoración, desorientación y taquicardia.
Cinco datos sobre la burundanga, la droga usada por delincuentes para robar
Izquiel indica que las víctimas coinciden en que una vez que tienen contacto con la sustancia sufren desorientación, sienten que se desvanecen y que perderán el conocimiento. Si bien el efecto aparece en un corto tiempo, el especialista subraya que al comenzar a experimentar los primeros síntomas, la víctima debe intentar pedir ayuda.
Ante la interrogante sobre cómo el delincuente, que también estaría en contacto con la burundanga, no sufre sus efectos y las víctimas sí, el especialista afirma que si bien en todos los casos las personas refieren haber sufrido intoxicación con esa sustancia, presume que podría tratarse de otros alcaloides. Puntualiza que la escopolamina tiene un efecto mayor cuando es suministrada a través de bebidas, no así al impregnar un objeto con la sustancia.
Intramed refiere que la escopolamina se absorbe muy bien en el tracto gastrointestinal y es por vía oral como más frecuentemente se administra a las víctimas de ilícitos, a través de comidas y bebidas, y hace énfasis en que es probable que el ingreso por la piel tras el contacto con alguna presentación en forma líquida o en polvo no produce manifestación alguna por falta de absorción.
Izquiel sostiene que usualmente, un delincuente sirve de señuelo para abordar a la víctima, pero suele haber cómplices para cometer el delito, razón por la cual asegura que hay que permanecer alerta y no porque quien se acerca parezca una persona vulnerable o que no representa un peligro, permitir que se aproxime.
En el caso de asistir a locales, restaurantes, bares o sitios nocturnos recomienda no perder de vista las bebidas y tenerlas siempre consigo.