Aunque hubo muchos rumores sobre el verdadero motivo de la caída de Facebook, incluyendo sabotaje de los trabajadores por las últimas filtraciones de una exempleada, o un ataque de hackers chinos o de Anonymous, la empresa explicó en un comunicado que los cambios en la configuración de los routers que coordinan el tráfico de red entre sus centros de datos causaron problemas que interrumpieron esa comunicación. Para el periodista especializado en telecomunicaciones, Arnaldo Espinoza, el argumento es convincente. El error sí tuvo lugar dentro de Facebook.
Espinoza afirma a El Pitazo que la caída de las tres plataformas demostró, por una parte, el alcance que tiene el gigante tecnológico y, por otra, lo dependiente que somos de ellas y más en el caso de los emprendimientos y empresas cuyas ventas y procesos de atención e interacción con sus clientes están enlazados con Instagram, WhatsApp y Facebook.
Desde la compañía aseguraron que la caída no comprometió la seguridad ni los datos de los usuarios; sin embargo, grupos de hackers en varias oportunidades han filtrado y vendido datos de este tipo. Recientemente, el medio especializado en investigación y ciberseguridad Privacy Affairs, publicó información según la cual ciberdelincuentes habrían obtenido los datos personales de los usuarios de la red social y asegura que se trata de la filtración más grande hasta el momento para Facebook.
Espinoza sostiene que, si bien la empresa tiene gran parte de la responsabilidad en proteger la seguridad de esos datos, los usuarios también tienen una cuota, por lo que recomienda usar las distintas herramientas de configuración de privacidad y verificación para hacerlo.
La empresa de Marck Zuckerberg atraviesa por uno de sus peores momentos. Desde hace tiempo está bajo el escrutinio del Senado estadunidense por el uso y manejo de datos de sus usuarios, por sus prácticas que, según señalan, podría constituir un monopolio y más recientemente por las revelaciones que hizo Frances Haugen, una ingeniera informática, exempleada de Facebook.
De acuerdo con su testimonio, la compañía era consciente de que Instagram, su red social de fotos, era tóxica para muchas adolescentes, pero decidió ignorarlo. Asimismo, refiere que el algoritmo de Facebook favorece comentarios de odio porque son más atractivos y logra más interacciones de los usuarios, haciendo que estén más tiempo en la plataforma.
Todo ello ha desencadenado lo que para muchos es la mayor crisis de la red social desde el escándalo de Cambridge Analytica, ya que en esta oportunidad existen documentos internos de la red que prueban que la compañía ha decidido no actuar. Para Espinoza sólo es cuestión de tiempo para que el senado norteamericano tome acciones.