Las de este año son, hasta ahora, las elecciones regionales y municipales con más baja afluencia en por lo menos 25 años. De los más de 21 millones venezolanos convocados a las urnas, sólo 8,1 millones ejercieron su derecho al voto, lo que representa una participación de 42%.
El Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) obtuvo 45,7% de los votos; aproximadamente la mitad de lo que logró en las regionales pasadas; mientras que el 54,3% lo capitalizó el resto de los candidatos de toldas políticas ajenas al partido de gobierno, entre ellos, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Para el psicólogo social y analista político, Ricardo Sucre Heredia, estos resultados tomaron por sorpresa al chavismo.
Recalca que el Psuv perdió fuerza electoral por la mala gestión de los alcaldes y gobernadores del partido oficialista, lo que hizo que los partidarios del chavismo expresaran su rechazo a través del voto castigo. “El chavista vive lo que vivimos todos los venezolanos y también está cansado de los mismos cuentos”, sostuvo.
El analista destaca lo ocurrido en Barinas, estado en el que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) ordenó repetir las elecciones en las que el candidato de la MUD, Freddy Superlano, habría obtenido el triunfo. Para él, este hecho podría explicarse a través de dos hipótesis; la primera es que el gobierno de Nicolás Maduro no podía permitirse perder un estado que ha sido bastión del chavismo y actuó en consecuencia a través del TSJ y, la segunda, es que hay pugnas internas y lucha de poderes dentro del gobierno.
Sucre Heredia subraya que parte de los resultados obtenidos obedecen a una particularidad que ha sido ampliamente discutida y analizada desde el punto de vista económico, no así desde el punto de vista político y social: la dolarización en Venezuela. A su juicio, este fenómeno ha hecho que los ciudadanos sean más autónomos de la política y “menos manejables”. En ese sentido, explica que es necesario que los partidos políticos recuperen su fuerza institucional y social, y que para eso es necesario que se remocen, recuperen espacios, participen en los procesos.
Sobre la propuesta de referendo revocatorio que promueven algunas organizaciones, considera que es difícil que ese mecanismo pueda activarse, al tiempo que afirma que los esfuerzos ahora deberían centrarse en las elecciones presidenciales de 2024.