Caracas.- Luis Moros tiene 20 años. Nació el 10 de abril 2002, un día antes del golpe de Estado que derrocó por unos días al gobierno de Hugo Chávez, quien regresó al poder el 14 de abril. Emigró en 2016 a Miami, Estados Unidos, donde se convirtió en analista político, filántropo y conferencista.
Relata que llegó a ese país junto su mamá con tan sólo 100 dólares en los bolsillos y que durante un largo período estuvieron sin hogar. “En un año tuvimos que vivir en ocho lugares distintos (…) Fue duro, pero creo que esa base te da la resiliencia para poder interesarte por lo que debes”, asegura.
Confiesa que desde siempre tuvo interés en la política, espacio en el que es de suma importancia la participación de las nuevas generaciones, afirma. “La formación de jóvenes en la política es fundamental (…) Hay que formar a los jóvenes que están dentro, y allí los que estamos afuera podemos ayudar”, subraya.
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A los 15 años comenzó a trabajar en McDonald’s y dos años después llegó al Congreso de los Estados Unidos, donde se convirtió en el empleado más joven en la oficina de la presidencia del Comité de Apropiaciones en la Cámara de Representantes.
Moros recuerda que trabajando en la famosa cadena de restauración conoció a una persona que trabajaba en el Congreso, y al percatarse de quién era, no dudó en expresarle su interés de adentrarse en la política norteamericana.
A los 16 años hizo pasantías en la Cámara de Representantes de La Florida, a los 17 años trabajó de la mano de la ex primera dama, Michelle Obama, para incrementar el registro de votaciones en ese estado. “Trabajar con Michelle me enseñó la diferencia entre ser servidor público y político, que son dos oficios diferentes, recalca.
Pese a que muchas veces el ejercicio de la política ha servido de excusa para incurrir en actos de corrupción, abuso o para utilizarlo como una herramienta de la cual se benefician quienes están en el poder, Moros no deja de sentirse fascinado por ella. El joven venezolano sostiene que por seguir ideologías, muchas veces se desvirtúa el objetivo principal para el que fue concebida: atender los intereses públicos.
Para Moros, en el caso de Venezuela hay una gran desconexión entre los jóvenes y la política. A su juicio, ello radica en la falta de confianza en la dirigencia y la ausencia de líderes en los que puedan verse como espejo y sentirse representados.
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Para superar la desconfianza y la desconexión entre los venezolanos y la dirigencia política actual, afirma que es necesario que surjan nuevos líderes, así como deslastrarse del fanatismo y la polarización.
De cara a las elecciones primarias de la oposición, convocadas para el próximo 22 de octubre de este año, y de los comicios presidenciales de 2024, afirma que el 30 % de los jóvenes no tiene interés en la política ni la gobernanza del país. Considera que es necesario involucrarlos porque la política es la base de todo.