La vicepresidenta Delcy Rodríguez aseguró el 14 de enero que «más pronto de lo que se imaginan», el presidente Nicolás Maduro anunciaría medidas sobre el salario mínimo oficial. «Todo lo que él ha prometido se ha cumplido», dijo Rodríguez en un acto público. Sin embargo, casi tres meses después, los venezolanos siguen devengando 130 bolívares.
El último aumento que hizo la administración de Maduro fue en marzo de 2022. En ese momento, el salario mínimo equivalía a 30 dólares, pero producto de la inflación hoy su valor es de 5,38 dólares, según la tasa oficial del Banco Central de Venezuela (BCV).
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El economista, docente e investigador Aarón Olmos indicó que para poder fijar el monto de la remuneración a los trabajadores es necesario conocer en detalle el comportamiento de indicadores micro y macroeconómicos, pero el Banco Central de Venezuela no divulga la información sobre la economía del país.
Asimismo, enfatizó que un aumento salarial no es lo único que se necesita para que la población pueda afrontar la crisis que vive Venezuela. «El aumento en el corto plazo puede solventar algunos problemas para las personas, pero a mediano y largo comenzamos a ver que el salario se pierde«, argumentó.
El economista destacó que el salario en Venezuela no es sólo el más bajo de América Latina, sino del mundo y que, si bien las demandas de los trabajadores públicos en Venezuela son justas, fijar el monto del sueldo en 200 o 300 dólares no es sustentable a largo plazo.
«La sustentabilidad es importante porque, viendo un país como una empresa, no puede aumentar los salarios, si no genera suficientes ingresos para mantenerlos «, aseveró.
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Afirmó que el país no cuenta con suficientes ingresos para sustentar un aumento salarial y se mantienen las políticas macroeconómicas que generan distorsión. «No es que se está generando tanto, además el salario no es sólo quince y último, son todos los complementos, pasivos laborales, todas las relaciones contractuales».
En el caso del sector privado, explicó que si bien se ofrece una remuneración un poco más alta y se ha implementado la figura de bonificaciones en moneda extranjera, «la economía venezolana es tan particular que el poder de compra de esa moneda extranjera también se diluye» por la rapidez con la que aumentan los precios.
Concluyó que es necesario impulsar la producción en los distintos ámbitos económicos del país, así como el trabajo conjunto del Gobierno nacional con el sector privado. «Mucha gente piensa que es solo aumentar el salario y ya, no. Hay una gran maquinaria que se tiene que mover para hacer que no se diluya en el tiempo», reiteró.