Esta semana, el comité de expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el análisis de vacunas contra el COVID-19 indicó que la vacunación en este grupo etario puede ayudar en la lucha contra la pandemia, pero es “menos urgente” que la inmunización de otros sectores de la población de mayor riesgo.
En eso coincide la médico pediatra Lila Vega, quien señala que tomando en cuenta que hay una cantidad limitada de vacunas, hay que destinarlas a los grupos de riesgo, entre ellos adultos mayores, enfermos crónicos, personal docente y de salud, al tiempo que destaca que los niños tienen un peligro de muerte menor y si bien pueden contagiar a otras personas con el virus, lo hacen en menor medida que los adultos.
Ante la preocupación de padres y representantes por los contagios que se han reportado en varios planteles del país, tras el regreso a las clases presenciales, Vega, quien además es coordinadora de la Red de Padres, Madres y Representantes, afirma que es normal que se detecten casos porque el COVID-19 circula en las comunidades.
Vega además subraya que, en comparación con espacios públicos, los planteles son sitios inherentemente seguros, porque es más fácil detectar focos y controlarlos. Sostiene que en caso de que en las comunidades aumente la transmisión del virus, “la escuela es lo último que tiene que cerrar”.
La pediatra explica que cada colegio debe diseñar estrategias y planes en base a su realidad, su capacidad y los recursos con los que cuenta. Sin embargo, refiere que a las medidas de bioseguridad ya por todos conocidas, como el uso del tapabocas, higiene frecuente de manos y distanciamiento físico, hay recomendaciones generales a tomar en cuenta como, por ejemplo, evitar el uso de bebederos y dividir a los alumnos en grupos en las horas de receso.
También afirma que además de establecer mecanismos de vigilancia para detectar casos oportunamente en colegios, es necesario mantener los cuidados fuera del plantel y reducir los contactos con grupos ajenos al ambiente escolar. “Mucho más importante es ir a la escuela, que a una fiesta”, enfatiza.
Ante el cambio de temperatura que se registra en diciembre, con el que suelen aumentar los casos de influenza común o alergias, Vega recalca que ante la duda lo más conveniente es quedarse en casa. “Aunque no sea COVID, si estamos enfermos tenemos que separarnos”.