El presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Elvis Amoroso, anunció que las elecciones presidenciales se celebrarán el próximo 28 de julio. El funcionario aseguró que la decisión del directorio se tomó por unanimidad después de evaluar una propuesta presentada por la Asamblea Nacional de mayoría oficialista.
«La Junta Nacional Electoral presentó un cronograma electoral que contempla todos los requisitos constitucionales, legales y técnicos para celebrar las elecciones presidenciales del año 2024″, sostuvo Amoroso.
El calendario presentado por el ente comicial también establece la jornada especial del Registro Electoral (RE), del 18 de marzo al 16 de abril, cuando está estipulado el primer corte.
Asimismo, la postulación de candidaturas será entre el 21 y 25 de marzo, mientras que el período de campaña electoral será del 4 al 25 de julio.
Convocatoria apresurada
Para el director de la ONG Observatorio Electoral Venezolano (OEV), Luis Lander, que finalmente se haya anunciado la fecha es un gran paso. Sin embargo, destacó el poco tiempo con el que fue convocado el proceso.
“Hay muchos aspectos que señalar, y el primero es que la elección haya sido convocada con menos de cinco meses de antelación,” afirmó.
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Lander enfatizó que si bien el CNE está en la capacidad de organizar elecciones en poco tiempo, tal y como ocurrió tras la muerte de Hugo Chávez, unos comicios confiables y legítimos requieren cumplir con una serie de procesos complejos. “Desde el punto de vista técnico, el CNE tiene la capacidad de organizarlos. El problema es que para que una elección sea segura, confiable, legítima y reconocida por la mayoría de los ciudadanos, no basta con que se cumplan los procesos técnicos, que son complejos”, añadió.
Del apuro solo queda el cansancio
Lander recalcó que la legislación electoral anterior a la que está vigente establecía que las elecciones debían ser convocadas con al menos seis meses de antelación.
“En esta oportunidad se estaría violando lo que establecía la Ley de Participación y Partidos Políticos. Además, aquella legislación establecía que las elecciones deben realizarse en el primero o segundo domingo de diciembre”, especificó.
En ese sentido, recalcó que organizar un evento tan importante como unos comicios presidenciales con poco tiempo, afecta la calidad de la elección. “Del apuro solo queda el cansancio”, afirmó.