Ya se cumplió un año desde que Rusia invadió Ucrania, tiempo durante el cual más de 8.000 civiles han muerto en el país liderado por Volodimir Zelenski, según la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas.
El organismo señaló que el conflicto también ha dejado 13.287 heridos entre la población no militar. Al menos 4. 877 de los civiles fallecidos y 954 de los heridos eran niños y niñas; 18 millones de personas están en necesidad desesperada de asistencia humanitaria y unos 14 millones dejaron sus hogares.
En un discurso ofrecido por el mandatario ucraniano tras alcanzar los 365 días de invasión, sostuvo que la guerra ha dejado incontables víctimas y subrayó que Ucrania conseguirá la victoria por la vía de la negociación, algo que podría ocurrir este año.
Por su parte, el mandatario ruso Vladimir Putin dijo que hizo todo lo posible para resolver el conflicto de forma pacífica y que antes de iniciar la “operación militar especial”, como define la invasión, Occidente preparó a Ucrania para el conflicto.
«Todos somos Ucrania», el exhorto de la UE para devolver la paz al mundo
Para el analista internacional Moisés Chocrón, Rusia abrió la posibilidad del conflicto bélico, algo que Ucrania nunca habría hecho, lo que propició que obtuviera el apoyo no solo de Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), sino también de la Unión Europea.
Sostuvo que la nación rusa está cada vez más aislada, mientras que Ucrania ha logrado socios estratégicos, alianzas importantes y reconocimiento internacional, al tiempo de que subrayó que Putin está perdiendo la batalla desde hace bastante tiempo.
A su juicio, Ucrania no retrocederá, mientras que el poder de Putin podría verse mermado a lo interno, al punto de tener que “salir de la ecuación” para que Rusia pueda abandonar la guerra sin perder aún más.