Caracas.- Hace un mes, el abogado Rafael Tudares fue arrestado frente a sus dos hijos, de seis y siete años, quienes no lo han vuelto a ver desde entonces. Su esposa e hija de Edmundo González Urrutia, Mariana González, tiene treinta días, de forma ininterrumpida, exigiendo al gobierno de Maduro la libertad del padre de sus niños.
«Nosotros no tenemos incidencia o influencia alguna en la política», insistió Mariana en su último mensaje publicado en la red social X el 6 de febrero. Es una aclaratoria que ha repetido en cada publicación sobre su esposo, quien durante los 30 días ha permanecido incomunicado y sin posibilidad de ver a sus seres queridos.
El arresto
A las 12:49 p.m. del 7 de enero, Tudares llevaba a sus hijos al colegio cuando individuos encapuchados y vestidos de negro los interceptaron. Según Edmundo González, quien hizo la denuncia ese mismo día, su yerno fue obligado a abordar una camioneta de color dorado identificada con la placa AA54E2C.
La detención se hizo 4 meses después de que González Urrutia fue exiliado forzosamente a España, el 8 de septiembre de 2024, en el marco de la publicación de una orden de captura contra él por parte de la Fiscalía. «Lo he hecho pensando en mi familia y en todas las familias venezolanas», explicó un día después de irse del país.
Dirigentes opositores repudian la detención arbitraria del yerno de Edmundo González Urrutia
De acuerdo con Mariana González, los efectivos que apresaron a Tudares no presentaron ninguna orden. También aseguró que su esposo solo es responsable de protegerlos «con mucho amor, honestidad y respeto» a ella, a sus hijos, a su madre, a los padres de su esposa y a su hogar.
“¿En qué momento se convirtió en delito ser familia de Edmundo González Urrutia? ¿Por eso se llevaron a mi esposo? ¿De qué se le acusa? Somos una familia honesta, trabajadora y comprometida con hacer que prevalezca el respeto y la paz en nuestro país”, expresó en un comunicado publicado el día del arresto del padre de sus hijos.
Medida de retaliación
Los centros de detención del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), de la Dirección de Acciones Estratégicas y Tácticas (DAET) y de la División de Investigación Penal (DIP) de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) fueron recorridos por Mariana González y su abogado privado luego del arresto de su esposo. Tudares estaba aislado e incomunicado, ya que se le negó el derecho a una llamada.
«Esto es una medida de retaliación política contra mi padre, Edmundo González Urrutia”, señaló Mariana en un mensaje difundido el 9 de enero, luego de recorrer las sedes de los cuerpos de seguridad del Estado que detuvieron al padre de sus hijos.
Para ese entonces, además de organizaciones de la sociedad civil, políticos y partidos opositores, Gobiernos como el de Estados Unidos ya se habían pronunciado: «Es un intento de intimidar a la oposición democrática de Venezuela. La represión e intimidación no pueden ocultar la verdad».
Desde ese día, y tras reiterados pedidos de libertad de Mariana, su padre y su madre, Mercedes López, Tudares continúa detenido, sin permiso para comunicarse y sin haber visto aún a sus dos niños, cuyo último recuerdo de su padre es la detención que presenciaron.
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