Caracas.- Andrés Villavicencio, de 30 años, es uno de los más de 90.000 testigos electorales de la oposición en las recientes presidenciales de Venezuela. El joven abogado se vio obligado a huir a Madrid, España, luego de haber sido intimidado.
Militante del partido Primero Justicia y vicepresidente de su partido en el municipio Carirubana del estado Falcón, Villavicencio compartió con BBC Mundo su experiencia de ser testigo electoral en un país donde, según denuncia, la intimidación y el hostigamiento son constantes para quienes se oponen al gobierno de Nicolás Maduro.
La noche del 28 de julio, tras 19 horas de fiscalización en el Instituto Educativo Paraguaná, Villavicencio anunció los resultados de su centro de votación a una multitud expectante: «Nicolás Maduro: 195 votos. Edmundo González: 1.046».
Sin embargo, la celebración se vio interrumpida cuando, a medianoche, el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó a Maduro ganador sin mostrar las actas, lo que desató denuncias de fraude.
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Después de que se imprimieron los resultados que daban ganador a Edmundo González, los miembros del CNE se negaron a entregar las copias de las actas a los testigos.
Villavicencio, uno de los testigos opositores, cuenta que la negativa del CNE estaba respaldada por una orden recibida por WhatsApp. Tras una discusión de 20 minutos entre los representantes de la oposición y el CNE, las autoridades electorales finalmente cedieron por la presión de la multitud que se había congregado afuera exigiendo los resultados.
Intimidación y huida a España
El lunes siguiente a las elecciones, Andrés Villavicencio comenzó a sentir la presión de las intimidaciones que terminarían forzándolo al exilio. Aquel día, mientras los vecinos protestaban en la avenida Bolívar de Punto Fijo, dos hombres enmascarados bajaron de un auto sin matrícula y llamaron a su puerta. Se presentaron como técnicos de internet, pero ni él ni su familia habían solicitado ningún servicio. Villavicencio les negó la entrada.
Este fue el primer incidente de una serie de hostigamientos. Los hombres comenzaron a tomar fotos de su casa antes de irse, lo que aumentó el temor en Andrés. Luego de eso, dejó de salir solo. Días después, escuchó a un dirigente de Primero Justicia advertir que el Gobierno estaba anulando pasaportes de opositores, incluidos testigos electorales. Cuando verificó el estado de su pasaporte, descubrió que había sido anulado.
Sin embargo, el 10 de agosto, un incidente más lo llevó a tomar la decisión de huir. Un auto, esta vez con matrícula, se estacionó frente a su casa. Un hombre salió del vehículo y tomó fotos de nuevo, permaneciendo allí durante horas. Fue en ese momento cuando Villavicencio contactó a un informante dentro del Gobierno, quien le confirmó que su detención había sido ordenada y que sería llevado al Helicoide.
Ante esa información, huyó del país. Debido a la anulación de su pasaporte, no pudo salir por el aeropuerto internacional de Maiquetía y optó por cruzar la frontera hacia Colombia por tierra, con la precaución desconectar el chip de su teléfono para evitar ser rastreado. Una vez en Colombia, comprobó que su pasaporte seguía vigente fuera de Venezuela, lo que le permitió volar a España sin problemas.
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