Washington.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está considerando estrategias nuevas y más agresivas en contra de la administración de Nicolás Maduro, ante las dudas sobre el éxito de las acciones del jefe de la Asamblea Nacional venezolana, Juan Guaidó, para derrocar al líder socialista, según indicaron fuentes de Washington consultadas por Bloomberg.
El medio estadounidense señaló que el vicepresidente de EE. UU., Mike Pence, dirigió este jueves una reunión con otros altos funcionarios para reexaminar el impulso anual de la Casa Blanca por una transición democrática en Venezuela.
Guaidó se juramentó presidente encargado de Venezuela con el respaldo de Estados Unidos a principios de este año, pero hasta ahora no ha logrado expulsar a Maduro del Palacio de Miraflores y los funcionarios estadounidenses ahora están preocupados de que pronto pueda perder su cargo oficial.
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De acuerdo con Bloomberg, el gobierno estadounidense no está considerando ninguna opción militar. Sin embargo, los funcionarios de la Casa Blanca habrían discutido nuevas políticas, incluido un intento por acercarse a Rusia, aliado de Maduro, para aumentar la presión sobre Cuba.
Durante la reunión de Pence en la Sala de Situación de la Casa Blanca, los funcionarios también discutieron la idea de tomar medidas enérgicas contra las importaciones de petróleo venezolano de la India, un importante aliciente financiero para el gobierno de Maduro.
Al final terminaron descartando por ahora la posibilidad de dar luz verde a esta medida.
En mayo de este año, el embajador de India en Estados Unidos había anunciado que su país puso fin a las importaciones de petróleo de Venezuela, debido a las sanciones impuestas por el gobierno de Donald Trump contra Pdvsa.
Las discusiones ilustran el enigma de Trump sobre Venezuela, donde comenzó una campaña agresiva para expulsar a Maduro a fines de 2018 bajo la dirección de su entonces asesor de seguridad nacional, John Bolton.
El presidente estaría frustrado porque el líder chavista no fue destituido del poder tan rápido como Bolton había anunciado, y también es consciente de las implicaciones políticas: los expatriados venezolanos son un electorado importante en Florida, el estado que Trump ha hecho central para su campaña de reelección, destaca Bloomberg.
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