Caracas.- El sociólogo Héctor Briceño consideró, este 19 de enero, que las elecciones regionales desarrolladas el pasado 21 de noviembre fueron el epicentro de lo que llamó una «doble rebelión» que, aunque no dejó ganadores ni perdedores absolutos, sí mostró las debilidades tanto del gobierno de Nicolás Maduro como de la Plataforma Unitaria encabezada por el G4 (Primero Justicia, Acción Democrática, Un Nuevo Tiempo y Voluntad Popular).
En un artículo publicado en la revista Democratización, Briceño destacó: «El comportamiento diferenciado entre poblaciones grandes y pequeñas nos demuestra una doble rebelión de las zonas rurales: participan más, en contra del discurso abstencionista que mantuvieron los grandes partidos de oposición (MUD y G4)».
En ese orden de ideas, también destacó que con los resultados también se evidenció que el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) y sus aliados «perdieron una cantidad importante de votos, una gran mayoría en sus tradicionales bastiones, zonas rurales, poco pobladas y económicamente deprimidas, donde los mecanismos del control político y social suelen ser mucho más poderosos y la población dependiente del estado regional, local y de las estructuras».
El investigador de la Universidad Central de Venezuela (UCV) estima que el retroceso del Psuv «sugiere un agotamiento de maquinaria partidista y que la crisis ha golpeado también al gobierno, deteriorando tanto sus fidelidades como su capacidad coercitiva». En esa línea sostiene que «la votación representa una clara protesta contra el gobierno, pues en estas zonas -rurales- el colapso de la capacidad del Estado y de los servicios públicos ha impactado más profundamente la calidad de vida en la población».
En cuanto al balance que le hizo a la oposición notó que la «MUD aumentó como nunca antes su votación en los circuitos más pequeños, donde obtuvo un desempeño por encima de su promedio, aunque perdió espacio en sus bastiones tradicionales, las grandes ciudades, no solo frente al chavismo sino frente a las nuevas coaliciones opositoras, Fuerza Vecinal y Alianza Democrática».
«A diferencia de lo ocurrido en el bloque chavista, dentro del cual el Psuv mantiene el control hegemónico, entre el voto y liderazgo opositor se consolidó una división que disolvió el monopolio que ejercía la MUD y el G4», advierte el doctor en Ciencias Políticas de la Universidad de Rostock, Alemania.
Puerta abierta
Briceño puntualizó: «En las elecciones regionales y municipales 2021 no hay ganadores ni perdedores absolutos. Los resultados dejan la puerta abierta, de par en par, a la política. Ese es quizás el mensaje más importante que nos deja la rebelión democrática del 21 de noviembre de 2021: el futuro estará en manos de aquellos liderazgos que puedan tejer la más amplia red de alianzas, basadas en confianza y en la voluntad de cooperación para enfrentar los retos de la reconstrucción democrática».