Caracas.- Quince días antes de los acontecimientos del pasado 30 de abril, se suscribió un acuerdo entre sectores del chavismo y la oposición que garantizaba una transición consensuada e integral. Fue un trabajo que comenzó no hace menos de tres meses, precisamente cuando Juan Guaidó marcó la hoja de ruta, y que se materializaría el miércoles 1° de mayo cuando se había convocado a «la marcha más grande de la historia».
Por la naturaleza de lo que se estaba pactando, pocas personas tuvieron acceso a ver ese documento en físico que constaba de 15 puntos, de los que destacan: una salida «planificada» para Nicolás Maduro, que Juan Guaidó liderara la transición, que el actual ministro de la Defensa y el presidente del Tribunal Supremo de Justicia permanecieran en sus cargos, al menos durante la transición, el respeto a las competencias de la Asamblea Nacional (considerando la importancia de este poder en un proceso de transición); y el último y más importante, la realización de elecciones libres en un plazo no mayor a un año, según reveló a El Pitazo uno de los líderes opositores en el exilio.
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Esta información fue ratificada en días pasados por Eliott Abrams, encargado de la Casa Blanca para la crisis en Venezuela, quien se refirió al documento que argumentaba la transición. “Este (el documento) habla de garantías para militares, salida digna para Maduro y Guaidó como presidente interino”, agregó.
«Fueron muchas horas de reuniones, llamadas, puentes, lobby internacional, más puentes y más lobby internacional. Todo se resumía en ese papel (el de los 15 puntos) que era, más que un acuerdo, un compromiso de que realmente todos los sectores, incluso el militar que dice ser socialista y profundamente chavista, desean un cambio para el país. ¿Cuáles eran algunas de las exigencias de estos funcionarios? Que Estados Unidos descartara las sanciones económicas en su contra por ser partícipes en la violación de Derechos Humanos», agregó la fuente de El Pitazo.
Las piezas
Cuatro personas del chavismo eran claves para el cumplimiento del acuerdo: Manuel Christopher Figueira, director del Servicio Bolivariano de Inteligencia (del que se desconoce su paradero); Vladimir Padrino López, ministro de la Defensa; Iván Hernández Dala, director de la Dirección de Contrainteligencia Militar y jefe de la Casa Militar; y Maikel Moreno, presidente del Tribunal Supremo de Justicia.
Tras las primeras horas de la rebelión fallida, Vladimir Padrino López se manifestó y calificó de «escaramuza» lo ocurrido al amanecer el 30 de abril. También lo hizo a través de sus redes sociales. «Son unos cobardes!! Nos mantendremos firmes en defensa del orden constitucional y de la paz de la República, asistidos como estamos por la ley, la razón y la historia. ¡Leales Siempre, Traidores nunca!», escribió.
De Christopher Figueira solo se sabe que fue sustituido por Gustavo González López, en menos de 24 horas, después de los sucesos.
Por su parte, Iván Hernández Dala salió trotando con Nicolás Maduro el 2 de mayo, en una parada militar matutina en el patio de las Academias.
Trascendió que Maikel Moreno, magistrado y presidente del Poder Judicial, estuvo en una sesión de emergencia de la Sala Plena el 1° de mayo, en la que se aprobó un antejuicio de mérito contra el diputado Edgar Zambrano, primer vicepresidente de la AN. Moreno no ha hecho ninguna aparición pública y fue a través de su cuenta Twitter @MaikelMorenoTSJ que se pronunció el propio 30 de abril. «Expreso mi rechazo contundente ante los ilegales intentos de un pequeño grupo de militares y civiles que buscan tomar por la fuerza el poder político de la Nación, en contra de la Constitución y leyes vigentes del país».
Sin desenlace
Cada quien tenía un rol definido, pero no para la madrugada de ese martes. «De haberse cumplido todo como estaba previsto, a Guaidó lo hubiesen apoyado las tropas y no se hubiese visto a unos pocos militares y unos pocos camiones tácticos brindándole apoyo», puntualizó un dirigente, quien prefirió resguardarse bajo anonimato a fin de no quebrantar la unidad opositora.
¿Qué falló? Que los acontecimientos se precipitaran y se dieran un día antes de lo planeado. De hecho, las palabras de Juan Guaidó, ese martes 30 de abril, a las 5:46 am, en una transmisión por redes sociales, ratifican que la fecha era otra. «El primero de mayo comenzó hoy. El cese definitivo de la usurpación empezó hoy. Hoy las Fuerzas Armadas están del lado de la Constitución, leales al pueblo», señaló ante las cámaras.