El expresidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha tirado la toalla como mediador en la crisis política entre las facciones de Nicolás Maduro y Juan Guaidó.
De acuerdo con el diario El Confidencial, el político socialista desistió después de tres años en los que lidero la mesa de dialogo iniciada en República Dominicana, y que se disolvió sin un acuerdo entre las partes en febrero de 2018.
En ese entonces, Rodríguez Zapatero propuso un Acuerdo de Convivencia Democrático por Venezuela, que entre otros puntos, proponía una comisión de la verdad para reparar a las víctimas de abusos cometidos por el Estado durante protestas, un consenso para impulsar reformas económicas y la celebración de elecciones legislativos
Aunque el gobierno de Maduro firmó el acuerdo y trató de imponer su aplicación, la entonces coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática se levantó de la mesa tras alegar que no había garantías para la realización de elecciones en un mes, con la actual directiva del Consejo Nacional Electoral (CNE).
El político mantuvo sus esperanzas en la mesa de dialogo hasta la llegada de Juan Guaidó a la presidencia interina, donde su figura fue perdiendo relevancia hasta las reuniones de Oslo del pasado mayo, en donde no tuvo participación.
No obstante, ha mantenido sus constantes viajes a Venezuela y República Dominicana, siendo su última visita al país en marzo, cuando estuvo solo por una noche. «Cada vez que Zapatero viene a este país pasan cosas terribles. Para nosotros, él no es ni mediador ni interlocutor. Yo no entiendo a qué vino, quizá se le olvidó un cargador en el Meliá», expresó en su momento el diputado Miguel Pizarro.
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Según fuentes cercanas al diplomático, también estuvo la semana pasada en Santo Domingo, ya que al haber fungido por varios años como mediador, es habitual que acuda para asesorar a políticos de ambas partes, a pesar del rechazo general que posee entre las filas opositoras y partidos de derecha españoles como Vox, que le catalogó como un «embajador de Maduro».
«Hasta cierto punto, puedo entender el fracaso de Zapatero, resulta muy difícil trabajar con la oposición venezolana porque está desunida, cada cual va a sus intereses y, además, muchos de ellos han sido financiados por el propio Gobierno de Maduro«, declaró a El Confidencial un ex alto mando del chavismo que hoy lleva su propia mediación entre Estados Unidos y Caracas.
También afirma que las negociaciones en Oslo son «una pantomima», pues el madurismo también esta dividido en facciones que desconfían entre sí, y grupos como el encabezado por Cilia Flores consideran las reuniones «una traición contra su marido», a la vez que otros llevan conversaciones aparte con Estados Unidos para acordar una transición sin sangre.
Distanciado de Venezuela, el español ha tornado la vista hacia los conflictos internos de su propio país, ofreciéndose para mediar en la crisis entre el gobierno de su copartidario Pedro Sánchez y el movimiento independentista de Cataluña.
Recientemente ha sostenido conversaciones con el líder del partido secesionista Esquerra Republicana de Catalunya, Oriol Junqueras, quien se encuentra encausado por el Tribunal Supremo español.
De estas reuniones, levantó polémica entre los sectores unionistas por sugerir que se estudie indultar a todos detenidos por el denominado Procés, para «recuperar la necesaria, deseable y saludable convivencia«.