Por Juan José Sánchez (*)
San Cristóbal. El Consejo Nacional Electoral (CNE) celebrará el domingo 3 de diciembre un referendo consultivo sobre el Esequibo, convocado por el gobierno de Nicolás Maduro. De un sondeo realizado por El Pitazo a ciudadanos del estado Táchira se desprende que la participación en la consulta divide opiniones.
Para Andrea Sánchez, residenciada en Villas Andinas, en San Cristóbal, es “imprescindible” la participación ciudadana, pues no se debe “ser indolente ante una situación que es de gran importancia para todos”.
La abogada de 27 años cree que Venezuela “no puede perder ese territorio rico en minerales, petróleo, tesoros naturales, y flora y fauna aún inexploradas”.
En ese sentido, Sánchez dijo a El Pitazo que sí participará y que el Esequibo podría brindar grandes oportunidades económicas al país, aunque considera que, por tratarse de un asunto de soberanía nacional, el Estado debería actuar directamente, en lugar de consultar. “Esa pasividad es la que no ha permitido resolver la disputa por el territorio”, agrega.
Una posición contraria sostiene Reinaldo Mora, comerciante de 27 años, residenciado en la Unidad Vecinal, en San Cristóbal. Cuenta que no participará en el referendo, porque lo considera “una contradicción del Gobierno de turno, que había desatendido el caso desde 2004, cuando (Hugo) Chávez se reunió con el presidente de Guyana”.
Asimismo, Mora afirma que la situación “ha tomado fines políticos” y no considera que el referendo pueda tener una influencia real en la disputa del territorio.
Por tal motivo, considera, al igual que Sánchez, que el Gobierno debe actuar directamente, sin consultar. “Es un asunto que lleva años y ningún Gobierno, desde el 1966, ha llegado a un acuerdo”.
Un compromiso con Venezuela
Sin embargo, para Jhon Arias, trabajador de Inparques de 56 años, residenciado en La Ermita, en San Cristóbal, la consulta es necesaria porque es “una demostración de unidad nacional, de patriotismo y compromiso con los libertadores”, por lo que sí participará.
“No podemos defraudar a nuestra historia. Venezuela nació con el Esequibo y no podemos actuar de otra manera, es un compromiso”, agrega Arias.
Su posición es similar a la de Juan Arrieche, docente de 43 años, habitante de la Unidad Vecinal, en San Cristóbal, quien manifiesta que sí participará en la consulta, porque se trata de un asunto patriótico, no político.
“Votaré por la disputa territorial que existe. Amo a mi hermosa Venezuela y toda su extensión. Lo haré como venezolano, no por un partido político, ni obligado”, indica Arrieche.
Asimismo, valora que el Estado realice la consulta en lugar de actuar directamente, pues el referendo sirve como “estrategia para que el pueblo se involucre, investigue y conozca más sobre la zona en reclamación”.
¿Cuáles son las preguntas del referendo del Esequibo?
Por otro lado, María Fernanda Ayala, comerciante de 26 años, residente de Táriba, municipio Cárdenas; y Kelly Leal, productora de radio de 25 años, habitante de Santa Ana, municipio Córdoba, no participarán.
Coincidieron en afirmar que no ha habido suficiente información y dicen que desconocen el estado actual de la disputa por el Esequibo. Sin embargo, Ayala señala que, de haber la opción, quisiera votar por “no luchar por el Esequibo”, al opinar que “si el Gobierno no es capaz de mantener adecuadamente este territorio, difícilmente podrá hacerlo con uno nuevo”.
En cambio, Mary Chacón, terapeuta de 58 años residente en Barrio Obrero, San Cristóbal, confirma su intención de participar en el referendo del 3 de diciembre.
“Siempre he considerado que la Guayana Esequiba fue un territorio arrebatado a Venezuela y nadie ha hecho nada por hacer valer nuestros derechos allí. Hemos sido conformistas al respecto, pero ese territorio es parte nuestra”, explica Chacón.
En total, cuatro de los siete tachirenses consultados (57 %) manifestaron su intención de participar en el referendo. Mientras que cinco de los siete (71 %) calificaron de positiva la consulta; los otros dos opinan que el Estado debería actuar directamente para proteger la soberanía nacional.
(*) Programa de formación de nuevos periodistas