Caracas.- Jorge Rodríguez juró este viernes, 5 de enero, por cuarto año consecutivo, como presidente de la Asamblea Nacional (AN). Una jugada fija por parte del Partido Socialista Unido (PSUV) en un año electoral y decisivo para el chavismo, que registra bajos índices de popularidad.
Rodríguez, psiquiatra de 58 años de edad, quien antes de unirse oficialmente al PSUV fue rector del Consejo Nacional Electoral (CNE) ratifica, de esta forma, su liderazgo en el Ejecutivo y ser la voz principal del chavismo en la mesa de negociación con la oposición.
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Jorge Rodríguez mantiene el cargo como presidente de la AN desde enero de 2021. Además, está vinculado al CNE, donde ocupó la presidencia; a la dirigencia del PSUV, donde es visto como el experto en material electoral; y en el Gobierno, al ser de los pocos que habla al oído a Maduro.
Un eslabón poderoso en el chavismo
Como presidente del Parlamento ha sido el encargado de impulsar y respaldar el nombramiento de magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y la nueva directiva del CNE.
También fue el principal promotor de un referendo para ratificar la soberanía de Venezuela en la región del Esequibo, un territorio reclamado desde hace más de un siglo a Guyana.
Más recientemente, Nicolás Maduro le agradeció a Rodríguez por su papel en varios «logros», como el levantamiento de algunas sanciones al país y la liberación en Estados Unidos del empresario colombiano Alex Saab.
Rodríguez debe diseñar elecciones a la medida
Para este 2024, la agenda de Rodríguez consistirá, en gran parte, en confeccionar las elecciones presidenciales, en las que el chavismo se las juega todas, al tratarse de una contienda en la que volverá a participar la oposición, que se abstuvo en 2018.
Mientras la oposición pide elecciones libres, Rodríguez dice que los comicios deben estar exentos de sanciones, algo en lo que trabaja a través de negociaciones con Washington, con el objetivo de garantizar una chequera gorda antes de medirse en las urnas.
Con información de EFE