Caracas.- La septuagésima novena Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) fue el escenario de debates sobre temas de relevancia internacional. La escalada de la guerra entre Israel y Hamás y el conflicto de Rusia y Ucrania se abordaron en el encuentro. Otro punto principal de la agenda, y sobre el que varios líderes se pronunciaron, fue la situación postelectoral de Venezuela.
Los politólogos Ricardo Ríos y Luis Rendueles señalaron a El Pitazo este 30 de septiembre que la presión internacional reflejada en la asamblea puede conducir a que el gobierno de Nicolás Maduro negocie con la Plataforma Unitaria Democrática (PUD); sin embargo, reconocieron que no hay que sobredimensionar el alcance de las declaraciones.
Entre dos mundos
La ONU, junto con la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea (UE) rechazaron la reelección de Maduro anunciada el 28 de julio por el Consejo Nacional Electoral (CNE) y proclamada al día siguiente. Sin embargo, no han sido tan contundentes para reconocer a Edmundo González como presidente electo.
Ríos, quien preside la consultora Poder y Estrategia, señaló que hay dos mundos políticos: el de la institucionalidad y el del control territorial. En esa misma línea, indicó que Maduro está derrotado en el primero, pero en el segundo “tiene una ventaja y un dominio evidente”.
Desde el 29 de julio, González Urrutia ha conseguido algunos reconocimientos. El Parlamento Europeo (PE), el Congreso y el Senado español, la Cámara de Representantes y el Senado colombiano, el Congreso costarricense y los senadores dominicanos lo consideran como el presidente electo de Venezuela.
El pasado 8 de septiembre, Edmundo González arribó a España en condición de exiliado, lo que fue negociado entre los hermanos Delcy Rodríguez y Jorge Rodríguez, vicepresidenta de Venezuela y presidente de la Asamblea Nacional, respectivamente, y el exdiputado venezolano Eudoro González. Este fungió como intermediario de Edmundo González con el apoyo del exmandatario español José Luis Rodríguez Zapatero.
Presidente de Uruguay en la ONU: «Llegó la hora de actuar por Venezuela»
Pese al dominio territorial de Maduro, el politólogo Ricardo Ríos apuntó que la presión de los entes multilaterales le reducen la libertad de acción en términos diplomáticos. No obstante, recordó que “tampoco hay que sobredimensionar los alcances que puedan tener los organismos”.
Un ejemplo es el presidente ruso, Vladimir Putin, sobre quien pesa una orden de captura de la Corte Penal Internacional (CPI) que no se ha ejecutado. Incluso, viajó a Mongolia, uno de los Estados signatarios del Estatuto de Roma, pero no fue detenido. “Estos pronunciamientos se convierten más en sanciones morales y políticas que en sanciones efectivas”, añadió.
Por su parte, Luis Rendueles, quien dirige la consultora Conversa Consultores, coincidió con su colega en el análisis. “Hasta el momento, los pronunciamientos se quedan en retórica, en consignas políticas, en clips para redes sociales”, declaró. Incluso, dijo que ve poco probable un desconocimiento al gobierno de Maduro como el que ocurrió en 2019.
Rendueles también comentó que “los tiempos de la comunidad internacional son otros”, ya que aún le exigen al CNE la publicación de las actas electorales, mientras que los venezolanos tienen dos meses condenando el fraude. Desde el 2 de agosto, la Plataforma Unitaria Democrática publicó el 83,5 % de las actas en el sitio web Resultadosconvzla.com y los documentos reflejaron una victoria de Edmundo González Urrutia con el 67 %.
Venezuela, migración y el Esequibo fueron los temas que se llevaron la atención en la ONU
Un punto clave: la migración
Tanto Ríos como Rendueles destacaron la crisis migratoria como una de las principales preocupaciones de la comunidad internacional. Este factor, junto con el petróleo venezolano, ponen sobre el tapete la situación postelectoral del país en las discusiones internacionales.
“Hacen a Venezuela un tema más importante que Cuba o Nicaragua. Son países en situaciones similares en cuanto al gobierno, pero la tensión no es tan aguda porque no tienen tantos recursos y la ola migratoria no es tan grande”, analizó Ríos.
El politólogo adelantó que un estudio de Poder y Estrategia, próximo a ser publicado, reflejó que un 25 % de venezolanos, en distintas escalas, está dispuesto a migrar debido al contexto postelectoral. Para la investigación se consideró a los ciudadanos que tienen planificado su viaje y a quienes lo están considerando.
En cuanto a los principales destinos de estos potenciales migrantes, Estados Unidos lideró la tabla. Le siguieron España, Colombia y Chile. Precisamente, el mandatario chileno, Gabriel Boric, fue uno de los líderes latinoamericanos más críticos durante la Asamblea General de la ONU, ya que destacó la existencia de una “dictadura” en Venezuela.
Ante este escenario, Ríos concluyó que la migración es uno de los elementos claves para tratar de atender la crisis venezolana. “Los países vecinos no tienen capacidad para absorber de golpe otra ola migratoria. Eso se puede convertir en una crisis social que, a la vez, se transformará en una crisis política”, agregó.
A su vez, Rendueles señaló el papel de los presidentes de Brasil y Colombia, Lula da Silva y Gustavo Petro. “Son los primeros que deberían estar interesados en resolver la situación, ya que reciben la mayor cantidad de migrantes”, comentó.
El analista calificó la situación de insostenible. Además, criticó los esfuerzos diplomáticos que hicieron el canciller colombiano, Luis Murillo, y el asesor gubernamental brasileño, Celso Amorim. “Parece que no están funcionando”, dijo, ya que Colombia reveló que el oficialismo venezolano no se ha sentado a dialogar. “Eso no sucede cuando las negociaciones avanzan”, sentenció.
Actuar más que hablar
En su discurso ante la Asamblea General, el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, fue claro en su postura sobre Venezuela: “Ha llegado el momento de actuar”. El pasado 26 de septiembre les hizo un llamado a todos los presentes a no ser tolerantes ante la represión y exigió que más países condenen a Maduro.
En esta misma línea, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, se pronunció en una reunión ministerial paralela al desarrollo de la asamblea. “No podemos quedar satisfechos solo con declaraciones conjuntas”, insistió ante los presentes, entre ellos el subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental estadounidense, Brian Nichols.
A Ríos le llamaron la atención ambas declaraciones, ya que “pareciera que en términos diplomáticos hay una necesidad de expresar una posición de fuerza, pero que no se materializa en términos fácticos”.
Al recordar su distinción entre los mundos políticos, precisó que es distinto generar un factor sorpresa en las acciones bélicas que en las diplomáticas. En el primer escenario hay beneficios sin costos, mientras que en el ambiente diplomático sí hay un costo para aprovechar el elemento sorpresa.
“En ese primer mundo de institucionalidad hay la necesidad de expresar una posición de fuerza que no se materializa. Es lo que pareciera un llamado a endurecer posiciones, y eso se pudiera materializar en más sanciones económicas, más aislamiento”, apuntó Ríos.
El 12 de septiembre la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) anunció nuevas restricciones sobre 16 funcionarios del Estado venezolano. Entre ellos estuvieron los tres magistrados de la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que ratificaron la decisión del CNE de otorgarle sin pruebas la victoria electoral a Nicolás Maduro: Caryslia Beatriz Rodríguez, Fanny Márquez e Inocencio Figueroa.
Ríos especificó que las prohibiciones no han sido eficaces para generar un cambio en el Ejecutivo venezolano, pero sí para llevar a sus representantes a negociar. Por eso enfatizó la importancia de “pasar del dicho al hecho” e indicó que es más probable que las acciones de la comunidad internacional deriven en medidas restrictivas y no en una hipotética intervención militar.
Dentro de esa evaluación sobre los próximos hechos, Rendueles insistió en que la presión internacional debe ser permanente y enfocada en el 10 de enero de 2025. En su opinión, recurrir a una solución de la Corte Penal Internacional (CPI) o aumentar las sanciones contra Venezuela no funciona, ya que hace que el gobierno de Maduro “se cierre aún más”. Por esa razón insistió en que se debe empujar al oficialismo a sentarse en una mesa de negociación que forme parte de una mediación internacional.
El próximo debate continental sobre Venezuela tiene sus fechas anunciadas: 16 y 17 de octubre. El marco será la cumbre de líderes de la Unión Europea (UE). El Gobierno español, según lo revelado por el secretario de Estado para la UE, Fernando Sampedro, propuso discutir el tema en el encuentro con el objetivo de hallar una solución a la crisis del país.