Los politólogos José Antonio Rivas Leone y Pablo Andrés Quintero coinciden en que el gobierno de Maduro utiliza la detención por motivos políticos como elemento para lograr ventaja en los procesos de negociación con la oposición

Por: Kemberlyn Talero

Los procesos de negociación y diálogo entre chavismo-madurismo y oposición han sido casi una constante en la política venezolana desde 2014. Miraflores, República Dominicana, Noruega, Barbados y más recientemente la sede de la Cancillería han sido escenarios de encuentros en los que la liberación de presos políticos ha destacado como centro de debate entre representantes de ambos sectores.

De acuerdo con las cifras de Foro Penal, desde 2014 hasta 2020 se registraron en el país 15.668 detenciones con fines políticos, de las cuales 870 fueron de personas procesadas en tribunales militares y 9.303 permanecían al cierre del año pasado con medidas cautelares. Hace poco menos de un mes el director vicepresidente de este organismo, Alfredo Romero, denunciaba que al menos en ocho oportunidades han sido utilizados los presos políticos como fichas de negociación.

Para el politólogo, profesor universitario y decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas, Políticas y Criminológicas de la Universidad de Los Andes (ULA), José Antonio Rivas Leone, los presos políticos son “una especie de naipe o trofeo” que tiene el gobierno de Nicolás Maduro para sacar ventaja en los procesos de negociación.


Considero que para el chavismo la detención de Freddy Guevara es un error estratégico

Pablo Andrés Quintero, consultor político y profesor universitario

“Por supuesto que el gobierno (de Maduro) va a tener discrecionalidad, no solamente por ser gobierno, sino que se cobra y se da el vuelto. Va a decidir quiénes y cuántos salen o son apresados. Son situaciones anormales, pero características de regímenes híbridos como el que tiene Venezuela”, dijo.

El consultor político y profesor universitario Pablo Andrés Quintero concuerda con Rivas en que parte de la estrategia del chavismo consiste en capturar para presionar y luego negociar. Este experto señala que si bien no hay un patrón definitivo en las negociaciones entre el chavismo y la oposición, al menos desde 2014 comparten un “exceso de partidización”, pues se colocan por encima de los asuntos sociales y económicos temas como partidos, tarjetas electorales y presos políticos, que no son de total interés para los ciudadanos, y de ahí el rechazo de la población a este tipo de procesos, en los que no se han obtenido resultados visibles a los problemas cotidianos.

Sin embargo, este experto considera que todos los procesos de negociación siempre son positivos cuando se genera algún tipo de resultado, y la liberación de presos políticos fue un logro el año pasado “porque los puentes entre el chavismo y oposición no están quemados al 100%, ya que hay sectores de la oposición que entendieron la importancia del diálogo en la política”.


La detención de Freddy Guevara es un retroceso. Tras esta medida la oposición está en una encrucijada

José Antonio Rivas Leone, politólogo, profesor universitario y decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas, Políticas y Criminológicas de la ULA

Consultados por El Pitazo, ambos especialistas coincidieron en que los procesos de diálogos no son lineales. Por el contrario, hay avances, retrocesos y fases de estancamiento, y para ambos, la reciente detención del dirigente opositor Freddy Guevara afecta la negociación que se iniciaba entre el sector de la oposición representado por Juan Guaidó y el gobierno de Nicolás Maduro.

“Considero que esto para el chavismo es un error estratégico, sobre todo porque aquí está una comisión de la Unión Europea, pero más allá de eso, porque era innecesario, a menos que dentro de su encuadre esté la idea de capturar para presionar y luego negociar, que siempre ha existido”, dijo Quintero.

“La detención de Freddy Guevara es un retroceso. Tras esta medida la oposición está en una encrucijada, porque las recientes decisiones del gobierno de Maduro son un contrasentido que de alguna manera presiona a la oposición a congelar un proceso de diálogo inmediato”, dijo por su parte Rivas Leone. “¿Cómo un Gobierno impulsa un proceso de negociación en el cual está persiguiendo fundamentalmente que le reduzcan las sanciones y paradójicamente las decisiones que se toman recientemente son para apresar a líderes políticos?”, cuestionó.


Hay sectores de la oposición que entendieron la importancia del diálogo en la política

Pablo Andrés Quintero, consultor político y profesor universitario

“Efecto puerta giratoria”

Foro Penal denomina “efecto puerta giratoria” a la excarcelación de presos políticos mientras al mismo tiempo se producen nuevos arrestos, proceso constante en las cifras venezolanas que registra esta organización.

Tras las protestas de 2017 y una represión sin precedentes que dejó unos 120 muertos, la oposición y el gobierno de Maduro acordaron sentarse a buscar una solución política a la crisis. Tras cinco meses de conversaciones y propuestas en Santo Domingo, capital de República Dominicana, las negociaciones se cerraron sin acuerdos aparentes cuando la oposición denunció la falta de disposición de Maduro para cumplir con algunas condiciones establecidas, la liberación de los presos políticos entre ellas. Esta etapa de negociación se inició en septiembre de 2017 y culminó en enero de 2018, cuando la oposición decidió no acudir al encuentro pautado.

Durante todo el año 2017 la organización Foro Penal contabilizó 849 nuevos presos políticos y al menos 756 excarcelaciones, para culminar el año con una cifra de 214 presos políticos.

El 17 de mayo de 2019, Maduro anunció el inicio de un nuevo ciclo de conversaciones con el sector de la oposición liderado por Juan Guaidó, con la mediación de Noruega. Jorge y Héctor Rodríguez integraban la delegación chavista mientras que Stalin González, Gerardo Blyde y Francisco Martínez fueron los enviados de la oposición. Las conversaciones se suspendieron con la muerte del capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo, en junio de ese año, y un mes después, en julio, se inició una nueva ronda de negociaciones en Barbados. En esta fase también participaron representantes de Maduro y Guaidó, pero el líder opositor dio por terminado el diálogo el 15 de septiembre. En ese período no se alcanzó ningún acuerdo concreto; al contrario, Estados Unidos impuso nuevas sanciones al gobierno de Maduro.


Las recientes decisiones del gobierno de Maduro son un contrasentido que presiona a la oposición a congelar un proceso de diálogo inmediato

José Antonio Rivas Leone, politólogo, profesor universitario y decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas, Políticas y Criminológicas de la ULA

Ese año Foro Penal registró 2.219 arrestos arbitrarios, 292 de ellos entre mayo y septiembre, meses en los que se desarrollaron los encuentros entre ambos sectores. Desde junio de 2019 la cifra de arrestos disminuyó considerablemente con respecto a los primeros cinco meses y el año cerró con 388 presos políticos.

Una nueva mesa de negociación, llamada Mesa Nacional de Diálogo por la Paz, se instaló el 16 de septiembre de 2019. Participaron en principio Delcy y Jorge Rodríguez, el fallecido Aristóbulo Istúriz y Jorge Arreaza por el chavismo; y Timoteo Zambrano, Claudio Fermín, Luis Augusto Romero, Felipe Mujica y Leopoldo Puchi por la oposición. Posteriormente hubo participación de Stalin González y Henrique Capriles Radonski.

La liberación de presos políticos fue uno de los seis puntos que se acordaron en esa mesa de negociación, de la que se desprendió el decreto de indulto anunciado por el gobierno de Maduro el 31 de agosto de 2020, según el cual fueron liberados 110 presos políticos. Sin embargo, Foro Penal determinó que la medida solo se aplicó a 56 detenidos por razones políticas.

De acuerdo con las cifras de Foro Penal, el indulto benefició solo a 13% de los presos políticos y no incluyó a funcionarios militares. A finales de diciembre, Foro Penal contabilizó 351 presos políticos. Entre septiembre de 2019, cuando se instaló la Mesa de Diálogo Nacional, y agosto de 2020, cuando se anunció el indulto, fueron detenidas 348 personas, siendo el mes de mayo de 2020 el que registró más detenciones (120). Tras la liberación de presos políticos, en septiembre se registró la segunda cifra más alta de detenciones del 2020, con 97.


La persecución, el encierro y la negociación aumentan la capacidad negociadora de un lado

Pablo Andrés Quintero, consultor político y profesor universitario

La reacción de la oposición

Para el decano de Facultad de Ciencias Jurídicas, Políticas y Criminológicas de la ULA, entre el Gobierno y la oposición los presos políticos se manejan “como premios y castigos” y en ese escenario considera que la oposición “ha sido torpe” en la manera de conducirse. Destaca que las experiencias pasadas deben servir para no repetir errores.

“Te libero de un día para otro gente que nunca ha debido estar detenida, y además en condiciones muy precarias en las que no se ha garantizado el debido proceso. El Gobierno ha sido muy errático en la forma de conducirse y la oposición le ha repetido esos errores”, apuntó.

A propósito de la reciente detención del dirigente de Voluntad Popular Freddy Guevara, considera que es necesario que la oposición tenga claridad y coherencia en las directrices, tomas de decisiones y en los puntos en los que puede coincidir con el Gobierno.


El Gobierno ha sido muy errático en la forma de conducirse y la oposición le ha repetido esos errores

José Antonio Rivas Leone, politólogo, profesor universitario y decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas, Políticas y Criminológicas de la ULA

Quintero, por su parte, señala que “la persecución, el encierro y la negociación aumentan la capacidad negociadora de un lado, además de que hay una intención de pasarle la aplanadora a un sector político más radical en su estrategia, como Voluntad Popular”.

En ese sentido, considera que la jugada más acertada de la oposición siempre será mantener la calma estratégica. “Tratar de no actuar de forma emocional, aprovechar la circunstancia para seguir afianzando a todos los sectores en la negociación y no perder de vista que de cara a un proceso electoral, al chavismo le conviene más una oposición dividida que una oposición unida”.

Finalmente, cree probable que existan más persecución y detenciones, por lo que pide a la oposición “no justificar el accionar del chavismo actuando como ellos esperan que actúen”.


De cara a un proceso electoral, al chavismo le conviene más una oposición dividida que una oposición unida

Pablo Andrés Quintero, consultor político y profesor universitario

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