Caracas.- El 2020 representa un reto para la oposición y para Juan Guaidó, presidente encargado de la República y recién reelecto jefe del Parlamento. Lograr el cambio político prometido el año pasado ha sido su mayor tarea desde que se juramentó el 23 de enero de 2019.
Con el 40 % a su favor, de acuerdo con el estudio de la encuestadora Datincorp, publicado en diciembre de 2019, Guaidó debe liderar un proceso de depuración en las filas opositoras y redefinir la estrategia y la comunicación política. Es la opinión de los politólogos Fernando Spiritto y Piero Trepiccione, quienes señalan que el parlamentario tiene la responsabilidad de recuperar la “estructura orgánica de las fuerzas sociales”, unificar el liderazgo opositor y reconstruir el capital político.
Además, asegura Spiritto, debe reforzarse la estrategia de contención y resistencia, es decir, plantarse ante el gobierno, pero también movilizar a la ciudadanía en función de un objetivo claro.
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“La estrategia política te dice que si logras aglutinar la fuerza y lo llevas a una sola dirección habrá más posibilidad de producir el cambio político”, complementa Trepiccione, quien resalta que una de las debilidades de la alternativa democrática ha sido construir estrategias predecibles y menos sorpresivas, que buscan distintos propósitos de forma simultánea.
Pero esta no es la primera vez que se le recomienda a Guaidó y a su equipo cambiar el plan estratégico. Desde julio, cuando cumplió seis meses de haber tomado juramento como jefe encargado de Venezuela, los analistas han sugerido que cambie la táctica que utiliza para enfrentar a Nicolás Maduro, debido a que no ha cumplido con las expectativas y ha generado frustración en la población.
En febrero, la mitad del país consideraba a Guaidó como el presidente legítimo del país, según otra encuesta de Datincorp. Diez meses después, 40 % de los venezolanos están dispuestos a votar por Guaidó de celebrarse unas presidenciales.
Trepiccione señala que la disminución del capital político se puede revertir, siempre y cuando mejore el proceso de articulación política. Es decir, que la oposición acompañe a los ciudadanos y conozca a sus estructuras. Esto le dará confianza al electorado y le permitirá consolidar una maquinaria electoral.
Cierre al diálogo
A juicio de ambos politólogos, la juramentación irregular del diputado Luis Parra como presidente de la Asamblea Nacional puede significar un impulso para recomponer las fuerzas opositoras y promover el diálogo puertas adentro, pero también cierra a corto plazo la puerta a una negociación con Maduro o a unas elecciones competitivas.
“El gobierno intenta otra vez deslegitimar el voto. Esto provoca que el pueblo opositor se niegue a ir a votar y a permitir que sus líderes negocien. Se perdió la posibilidad de una salida electoral a corto plazo”, destaca Spiritto.
Por su parte, Trepiccione señala que la actuación de casi 20 diputados que están en contra de Guaidó representa un “misil directo al corazón de la gobernabilidad democrática”. Considera que este hecho profundizará la crisis política y económica.
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