Caracas.- Los resultados de la elección presidencial del 28 de julio, que aún no ha publicado el Consejo Nacional Electoral (CNE), a pesar de que ha transcurrido más de un mes, generan certezas en la oposición, pero también en el oficialismo. En el entorno cercano al gobernante Nicolás Maduro, en el círculo del poder oficialista, por primera vez hay una grieta que hace pensar en los rincones del Palacio de Miraflores que la situación es insostenible.
Lo que ya se comienza a asumir en el entorno de Maduro es la información que recogió el periodista español, jefe de corresponsalía para la Región Andina del diario El País, Juan Diego Quesada. En entrevista con El Pitazo, este reportero destaca que entre la gente cercana a Maduro «se verbaliza lo que pasó (el 28 de julio), que se perdió la elección presidencial», como lo reflejan las actas de escrutinio que la oposición mayoritaria recolectó y publicó.
«Los negociadores han encontrado una grieta en los alrededores de Maduro. Por primera vez encuentran que ellos comienzan a pensar que la situación es insostenible, pero esta misma gente dice que Maduro está en una actitud de negación total», resaltó Quesada en entrevista con el director de El Pitazo, César Batiz.
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De acuerdo con Quesada, todo apunta a que en el oficialismo, gran parte del conflicto interno que comienza a surgir entre actores de la coalición gobernante se debe a las implicaciones de cómo mantener un proceso de autoengaño frente a lo que sucedió el 28 de julio.
Quesada incluso menciona, como un ejemplo de la situación de la que no es ajeno el oficialismo, la información publicada por el medio de investigación Armando.info sobre la puesta en escena del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para el supuesto peritaje de los resultados del CNE que presentaron a Maduro como ganador el 28 de julio. De acuerdo con Armando.info, los supuestos peritos eran funcionarios del CNE y miembros del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
«La gente cercana a Maduro es consciente de todo eso. Maduro no lo verbaliza, no hay un reconocimiento por su parte ni tiene ninguna intención, hasta ahora, de marcharse ni irse por su propio pie, pero encontrar que hay distintas sensibilidades en el Palacio de Miraflores es algo: no es negociar con un monolito en el que no hay donde estrechar un lazo. Ahora parece que lo hay», añadió Quesada.
De acuerdo con el periodista, en el seno del oficialismo justifican la situación con Maduro, pues dicen: «No queremos entregar la Venezuela revolucionaria a la derecha latinoamericana, no queremos que se desmonte el estado bolivariano revolucionario, no queremos traicionar el espíritu de Chávez». Sin embargo, saben lo que ocurrió, apunta el entrevistado.
Con Maduro en medio de una profunda crisis de legitimidad como nunca había estado desde su llegada al poder en 2013, el panorama que se prevé en el oficialismo es de complicaciones en todos los ámbitos: político, económico y social.
«Estas elecciones estaban hechas para que en Venezuela llegase la normalidad política y con eso la normalidad económica, porque se levantaban las sanciones. Estas elecciones estaban hechas para que Maduro lograse ser un presidente legítimo. Si hubiese ganado las elecciones, se hubiesen publicado las actas«, agregó Quesada.
Sobre la llegada a España de Edmundo González Urrutia, hoy el exiliado opositor más importante tras ganar las elecciones, según las actas publicadas por la coalición opositora, Quesada ve probable que el presidente español, Pedro Sánchez, se reúna en los próximos días con el líder opositor venezolano, como adelantó este lunes 9 la agencia de noticias EFE tras consultar fuentes del Ejecutivo español.
«Yo sí lo veo probable. Sería el primer presidente que recibe Edmundo González. Creo que es arriesgado recibirlo y no recibirlo. Entiendo que antes de traerlo a Madrid, ya esto se había debatido», añadió el reportero.
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