Caracas.- El gobernante Nicolás Maduro, acusó este jueves, 29 de febrero, a Estados Unidos de descuartizar el avión de la aerolínea venezolana Empresa de Transporte Aerocargo del Sur (Emtrasur), que estuvo 22 meses retenido en Argentina por sospechas de espionaje y que fue trasladado el 12 de febrero al país norteamericano.
«En la noche fuimos informados de un acto vil, criminal, indignante en un aeropuerto de Miami, en Florida. El imperio gringo, vengativo, perverso, con toda su maldad procedió a descuartizar el avión de Emtrasur, el avión de Conviasa que nos habían secuestrado», dijo el mandatario durante una concentración en Caracas.
AN chavista rechaza decomiso de avión de Emtrasur por parte de Estados Unidos
Aseguró que la aeronave fue despedazada. «Le quitaron el color de la bandera de Venezuela, además de borrarle el nombre de Emtrasur», dijo.
«Ese es el odio que le tienen a la Venezuela digna, a la Venezuela bolivariana», reiteró Maduro, quien aseguró que EE. UU. pretende hacer lo mismo con la empresa Citgo, filial de la estatal Pdvsa en suelo estadounidense.
El Boeing 747 llegó el 12 de febrero al sur de Florida procedente del aeropuerto internacional de Buenos Aires, en la localidad de Ezeiza.
La aeronave aterrizó en Argentina en junio de 2022 con una tripulación de 5 iraníes y 14 venezolanos, que fueron retenidos inicialmente por la Justicia argentina y más tarde puestos en libertad por falta de pruebas en el delito de financiación de actividades terroristas.
El avión fue propiedad de la aerolínea iraní Mahan Air y pertenecía a Emtrasur, filial de la estatal Conviasa, empresas que están sancionadas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
El 11 de febrero, el Gobierno argentino transfirió la custodia del Boeing 747 a Estados Unidos en cumplimiento de una orden del Tribunal del Distrito de Columbia.
EE. UU. reclamaba la aeronave porque fue transferida a un tercero por parte de Mahan Air, sancionada por Washington, lo cual «violó las leyes de control de exportaciones de Estados Unidos», según el fiscal general adjunto Matthew Olsen.