Caracas.- El presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) y arzobispo de Maracaibo, monseñor José Luis Azuaje, resaltó este martes que miles de ciudadanos se movilizaron a la plaza Juan Pablo II, en Chacao, a la convocatoria a marchar hecha por Juan Guaidó para exigir reivindicaciones, porque quieren un cambio político y económico en el país.
“Hoy, 10 de marzo, el pueblo venezolano ha vuelto a la calle exigiendo sus derechos y manifestando su deseo de un cambio de rumbo en la política democrática del país y en la economía”, dijo monseñor Azuaje, de acuerdo con una reseña de Aciprensa.
El presidente de la CEV, a su vez, condenó el deterioro en la calidad de vida de los venezolanos, en el contexto de la falta de agua, gasolina, los bajos salarios percibidos y la falta de paz. A su juicio, las carencias actuales en el país implican una inestabilidad social y una mayor pobreza.
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Más temprano, Baltazar Cardenal Porras Cardozo, administrador apostólico de Caracas, tuiteó que en Venezuela sobran las razones para marchar. Hizo énfasis en manifestar de forma pacífica y sin caer en provocaciones.
“¡Hago un llamado a todas las fuerzas de orden público para que resguarden la vida de los ciudadanos y garanticen su legítimo derecho a la protesta!”, publicó Cardenal Porras Cardozo en la red social.
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En Caracas, Guaidó marchó hasta llegar a Chacaíto, donde la movilización fue dispersada por la Policía Nacional Bolivariana, luego de tensiones entre efectivos y manifestantes. Los funcionarios dispararon bombas lacrimógenas.
La sesión de la Asamblea Nacional, prevista para realizarse al llegar al Palacio Federal Legislativo, fue trasladada a la plaza Alfredo Sadel. Se aprobó el Pliego Nacional de Conflicto y Guaidó convocó una nueva movilización para este jueves 12 de marzo.