De las casi tres cuadras de marchistas que ocupaban este sábado 27 de julio el final de la avenida Urdaneta, al menos dos cuadras eran hombres y mujeres de edad media y adultos mayores uniformados como milicianos bolivarianos.
Se reunieron en el sitio por instrucción de Nicolás Maduro y los líderes del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), para marchar hasta la plaza Morelos en las cercanías del hotel Alba Caracas, y respaldar el XXV Foro de Sau Paulo, cónclave en el que en participan 459 líderes de movimientos y partidos de izquierda de América Latina, Norteamérica, Asia, África y Europa.
En el cúmulo de uniformes marrón claro destacaban las camisas rojas con el rostro de Hugo Chávez de los miembros de comunas de Caracas, Valles del Tuy y Miranda y los chalecos de funcionarios públicos de instituciones como el Saime, el Instituto Nacional de Transporte Terrestre y los gabinetes ministeriales.
Quienes atendieron el llamado a marchar iniciaron el recorrido pasadas las 2:30 pm y, a paso militar, llegaron a Parque Carabobo en 45 minutos. En el recorrido los acostumbrados toques de tambor, los bailes espontáneos, los disfraces del Che Guevara y el reguetón con letras oficialistas marcaron el ritmo.
“Yo marcho porque me gusta, por defender a nuestra patria bayoneta calada”, dijo el señor Gilberto Villareal, uno de los milicianos de más edad de un grupo que encabezaba la manifestación.
Muchos de los presentes tenían claro el objetivo de la marcha, como Domingo Canache, un dirigente político de Caucagua, en Miranda, quien explicó que el objeto de la concentración fue “el apoyo al movimiento internacional que nos está visitando en Venezuela en el Foro de Sau Paulo. Pero, creo que el verdadero interés de esta marcha es demostrarle al oficialismo que estamos unidos en nuestra patria para luchar en favor de los pueblos oprimidos del mundo”.
Otros, en cambio, respondían no saber el motivo de la movilización cuando eran consultados sobre la razón del evento. Era el caso de Franklin Tovar, residente de los Valles del Tuy y miembro del Frente Fernanda Bolaños, quien aseguró que aunque no conocía los motivos generales, tenía razones personales para acompañar la actividad de calle.
“Estamos acompañando nuestro proceso revolucionario y a las cocineras de la patria y las madres procesadoras que estamos combatiendo esa guerra económica y esa guerra de hambre que tienen contra los niños. Nosotros vamos a poder”, aseguró Tovar.
En el camino hubo también quienes además de apoyar “la broma del Foro de Sao Paulo”, defendieron que el evento se realice en Venezuela, pese a los gastos que podría acarrear. “Por ahí dicen que el Foro de Sou Paulo (Sic) y que Maduro lo pagó, pero es falso porque eso lo pagaron todos los países que vienen”, dijo la señora Yomar Fuentes, vocera comunal de la parroquia Sucre. “Esas sanciones que le hacen a los ministros más las agarramos somos nosotros, el pueblo. Especialmente las mujeres y los niños que no es que estamos pasando necesidad, pero esas sanciones las agarramos nosotros… No se equivoquen que aquí estamos las mujeres para defender la patria y si la oposición quiere que no haya más problema tiene que resolverlos, ayudar y no estar puro en la Asamblea hablando”, dijo.
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Un nicho para el mercado informal
Además de los milicianos, en la concentración oficialista proliferaron los vendedores de todo tipo de cosas. Muñecos de arañas hechos con tela, tortas, helados, chupis, hielo, agua, gorras, camisas, afiches y estampitas y hasta cocuy y cigarros eran los productos ofrecidos por los vendedores ambulantes que aprovecharon la multitud para mejorar sus ventas.
Alberto fuentes, vendedor de chucherías, aseguró que “en estas cosas siempre se vende mucho porque la gente está cansada de esperar y de caminar, entonces uno hace su agosto”, dijo.
“Aquí vendes lo que pongas, en estas cosas hay gente del interior y de otros sitios que trae efectivo y es más fácil vender, por eso la marcha siempre se aprovecha”, contó Andrea Nuñes, una joven que ofreció “helados de tetica” durante toda la concentración.
El recorrido terminó con los discursos en una nutrida tarima dispuesta frente a la plaza Morelos en la que dirigentes políticos y sociales de países como Suráfrica, Cuba, Colombia, Ecuador, Perú y hasta Estados Unidos se dirigieron a los marchistas con el discurso de que “Venezuela no está sola” y que en este momento el país representa “la primera y principal trinchera antimperialista de la región”, a lo que quienes estaban más cerca de la tarima respondían con gritos y aplausos, entre algunos tragos de ese cocuy que vendieron durante la marcha.