La líder opositora venezolana, María Corina Machado, aseguró que la operación Guacamaya, que consistió en el rescate de sus colaboradores políticos asilados en la embajada de Argentina en Caracas, empezó hace meses.
“Fue una operación que empezó hace mucho tiempo. Ellos salieron de la mano de Dios por una puerta de luz, y en su momento todo se sabrá”, dijo la opositora en una entrevista con la periodista Gladys Rodríguez para el medio TVV NETWORK.
Machado, quien vive en la clandestinidad, destacó que la operación fue un “golpe monumental” para Nicolás Maduro «y su aparato represivo», que -dijo- es “lo único que le queda”.
Negó la tesis de la negociación con el oficialismo para la salida de los antichavistas, como afirmó el miércoles 7 el ministro de Interior, Diosdado Cabello.
“Los más sorprendidos de todos fue el régimen. Esto es una victoria enorme, y siento que los venezolanos cada uno lo siente como una victoria propia (…). Guacamaya ha sido una operación de una complejidad, diseñada con tanta precisión y ejecutada a la perfección, eso es lo que ha ocurrido y, evidentemente, hay que proteger a todos los involucrados”, aseguró sin ofrecer mayores detalles por seguridad de los involucrados.
Clarín: asilados en la Embajada de Argentina en Caracas fueron rescatados por agentes de inteligencia de EE. UU.
Adelantó que tras de lo que asegura fue un rescate de los dirigentes políticos, vienen nuevas etapas, tareas y propósitos que cumplir en los tiempos por venir.
En la embajada estuvieron Pedro Urruchurtu, Magallí Meda, Claudia Macero, Humberto Villalobos -todos miembros del partido Vente Venezuela, liderado por Machado- y Omar González, a quienes el Ministerio Público acusó de supuesta conspiración y traición a la patria.
Machado no confirmó si Macero salió de la embajada a finales de 2024, como lo dijo el ministro Cabello. “Ella lo va a informar”, dijo antes de asegurar que la operación inició meses atrás.
También dijo que los dirigentes arriesgaron su vida por conseguir la libertad y que el éxito de la operación demuestra las fracturas internas del régimen y la vulnerabilidad de su aparato represivo.
“No detectaron lo que venía”
La opositora afirmó que la sede diplomática era la segunda instancia más custodiada por grupos élites de los cuerpos de seguridad del Estado, después de Miraflores. “Y, aún así, no pudieron detectar lo que venía y lo que pasó”, indicó.
Insistió en que la operación requirió una “continua y profunda coordinación con la comunidad internacional y con el Gobierno del presidente (de Estados Unidos, Donald) Trump”, quien, dijo, tiene “clarísimo lo que el régimen de Maduro representa para todas las Américas”.
Sobre su mamá, Corina Parisca, dijo que estaba bien y que decidió salir del país por la tranquilidad de su familia.