Caracas.- La líder opositora venezolana María Corina Machado está convencida de que Edmundo González Urrutia tomará juramento como nuevo jefe de Estado el 10 de enero de 2025, cuando comienza otro período de Gobierno.
Esta creencia pese a la proclamación oficial de Nicolás Maduro como ganador de las elecciones del 28 de julio, un triunfo cuestionado dentro y fuera del país.
En una entrevista con EFE, la exdiputada liberal reiteró que el abanderado de la opositora Plataforma Unitaria Democrática (PUD) ganó «de manera avasallante» los comicios, cuyo resultado oficial ha sido rechazado por numerosos países. El Centro Carter, que participó como observador en la contienda, señaló a su vez que el proceso electoral «no puede ser considerado democrático».
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«Edmundo González será el nuevo jefe de Estado y el nuevo comandante en jefe de la Fuerza Armada y eso depende de lo que hagamos todos, todos los venezolanos dentro y fuera del país (…) yo confío en el pueblo de Venezuela y por eso sé que el 10 de enero tendremos un nuevo presidente», sostuvo.
Mientras se mantiene bajo resguardo debido a amenazas en su contra, la antichavista reprocha que el Consejo Nacional Electoral (CNE) aún no haya publicado los resultados desagregados de los comicios -contrariando su propio cronograma-, pese a los numerosos pedidos de transparencia por parte de la comunidad nacional e internacional.
Fraude histórico
Dando por verídicas las actas electorales que la PUD publicó en una página web, Machado asegura que el «mundo entero sabe» que Maduro, en el poder desde 2013, perdió los comicios e intenta concretar «el fraude más grande de la historia» al insistir en su victoria, con ayuda de las instituciones y de la cúpula militar.
Maduro «tiene hoy cero legitimidad, ninguna legitimidad y, por lo tanto, es un momento en el que la comunidad internacional tiene que dejar una línea roja muy clara vinculada al respeto de la soberanía popular», prosiguió.
Asimismo, espera que Gobiernos extranjeros, de manera firme e inequívoca, le hagan entender a Maduro que es inaceptable lo que está haciendo, usando las fuerzas represivas contra ciudadanos inocentes, en alusión al saldo causado por la crisis postelectoral: más de 2.400 detenidos y 24 fallecidos -según varias ONG- en protestas ciudadanas.
La exdiputada también prevé que, en los próximos días, sigan creciendo las voces críticas contra el chavismo: «Toda la presión es necesaria para que Nicolás Maduro entienda que su mejor opción es aceptar una negociación».
Los militares
Sobre el rol que deben jugar los militares en esta eventual transición, cree que su tarea más importante es, de igual forma, hacerle entender a Maduro «que no van a reprimir al pueblo» y que «sí van a cumplir el mandato constitucional de hacer valer la soberanía popular».
«Quien usa la fuerza militar para impedir la transición es precisamente Nicolás Maduro, (es él) quien se ha atrincherado -rodeado del alto mando militar- para desconocer la voluntad expresada por el pueblo», reiteró sobre la Fuerza Armada, cuya cúpula ha manifestado su apoyo irrestricto al líder chavista.
Explicó que, aunque los puntos específicos de una transición «son objeto de dicha negociación», es importante destacar «la disposición» de la oposición «a avanzar por esa ruta», con Maduro y con altos funcionarios militares o civiles.
«Es hoy la mejor opción que tiene Maduro y puede ser la única, porque pretender mantenerse a la fuerza, apoyado exclusivamente en el uso de la violencia, es insostenible en la Venezuela de hoy», dijo.
La oposición
Mientras mantiene un «contacto permanente» con González Urrutia, también bajo resguardo, Machado indica que a ambos les «corresponde continuar aumentando la presión», una tarea que esperan desarrollar con el apoyo de los venezolanos y de la comunidad internacional para que «esta protesta cívica y pacífica se mantenga viva».
Consultada sobre la decisión de mantener oculto su paradero, pese a que la Fiscalía aseguró que no existe orden de captura en su contra, recordó que el propio Maduro la tildó de terrorista y pidió enviarla a la cárcel, mientras que otros «cientos de dirigentes están escondidos» también por estas «amenazas», justamente cuando el mandatario llama a extremar el control policial y militar.
«Estamos trabajando por un mismo propósito (…) vamos a ganar, no dejaremos las calles, seguiremos llevando este mensaje al mundo entero (…) Edmundo González es el presidente electo, lo que corresponde es hacer cumplir la voluntad soberana del pueblo», concluyó.