Por La Hora de Venezuela
Desde 2022, el Gobierno de Estados Unidos ha incautado 3 aviones controlados por el gobierno de Nicolás Maduro. Primero, la aeronave de carga Emtrasur, un aparato que había pertenecido a la iraní Mahan Air, que fue confiscado en Argentina. Por otro lado, los aviones de uso ejecutivo habitualmente utilizados para el traslado de figuras prominentes de la administración de Maduro, decomisados en República Dominicana.
Uno de ellos es el Dassault Falcon 900EX con matrícula T7-ESPRT, usado tanto como avión presidencial para visitas oficiales, como para el traslado de otros altos funcionarios.
Nicolás Maduro fue visto en esta aeronave el 14 de diciembre de 2023 para una visita a San Vicente y las Granadinas, donde se discutió el conflicto fronterizo con Guyana.
Estados Unidos incauta un segundo avión del Gobierno venezolano en República Dominicana
También la usó para asistir a la Cumbre Regional sobre Migración celebrada en México, como se muestra en videos de su llegada a Palenque.
Otros altos funcionarios de su gobierno también usaron ese avión. Por ejemplo, Delcy Rodríguez lo abordó para acudir a celebraciones nacionales de San Vicente y las Granadinas, y a las actividades convocadas por el Grupo de Puebla en México y Bolivia, junto a Jorge Arreaza.
Por otra parte, en diciembre de 2023, el aparato fue usado para trasladar hasta Venezuela a Álex Saab, luego de su entrega por parte de funcionarios de Estados Unidos en San Vicente y las Granadinas. En aquel viaje que aterrizó en Maiquetía, Jorge Rodríguez también iba a bordo.

El Dassault Falcon 900EX, con matrícula T7-ESPRT, usado por los altos funcionarios de la administración de Nicolás Maduro, también mantuvo rutas, entre 2023 y marzo de 2024, hacia Bolivia, Cuba, Grecia, República Dominicana, Brasil, Barbados, China, Turquía, Irán y Sudáfrica. Además, se utilizó para vuelos internos en Venezuela, por ejemplo, entre Caracas y Anzoátegui, Nueva Esparta y Monagas.
En septiembre de 2024, el Dassault Falcon 900EX, valorado en 13 millones de dólares, fue confiscado a petición de Washington luego de tener meses en República Dominicana, a donde había sido llevado para labores de mantenimiento. La justicia estadounidense consideró que la adquisición de la aeronave violó las sanciones que pesan sobre Venezuela. Finalmente, el Gobierno estadounidense envió el avión al estado de Florida en septiembre del año pasado.
Respecto a la adquisición del Dassault Falcon 900EX, el Departamento de Justicia estadounidense señaló que a finales de 2022 y principios de 2023, personas asociadas a Maduro habrían utilizado una empresa fantasma con sede en el Caribe para ocultar su participación en la compra ilegal del jet a una empresa con sede en el Distrito Sur de Florida y que luego, en abril de 2023, habría sido exportado ilegalmente desde EE. UU. a Venezuela a través del Caribe, el avión llegó a Caracas en esas fechas después de pasar por Kingston, en San Vicente y las Granadinas.
El caso Emtrasur
El primer avión de uso venezolano retenido por la justicia estadounidense fue el Boeing 747-300M, matrícula YV3531. La medida se ejecutó en junio de 2022, luego de que este se quedara sin combustible en el aeropuerto internacional Ezeiza de Argentina. La aeronave era parte de la flota de la empresa de transporte venezolana Emtrasur, una filial de Conviasa.
EE. UU. dijo que el Boeing 747-300M matrícula YV3531 había violado las sanciones por “traspaso no autorizado”. Estuvo retenido más de año y medio en Argentina hasta ser incautado finalmente en febrero de 2024.
Antes de pasar a ser propiedad de la estatal Emtrasur, el Boeing 747-300M pertenecía a la aerolínea iraní Mahan Air, la cual estaba sancionada por violar las leyes federales de control de exportaciones en EE. UU., según el Departamento de Justicia estadounidense y vinculada al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC).
La justicia estadounidense argumentó entonces que Emtrasur adquirió la aeronave en violación de las sanciones y que, a pesar del cambio de propiedad, un excomandante del IRGC continuó como capitán del avión. Además, el Departamento de Justicia de EE. UU. indicó que entre febrero y mayo de 2022, voló entre Caracas, Moscú y Teherán, violando las restricciones estadounidenses.
El caso se mantuvo por varios días bajo el ojo de los medios internacionales, luego de que el Boeing 747-300M quedó varado en Buenos Aires por falta de combustible. Llegó a la capital argentina el 6 de junio y 2 días después tenía en ruta seguir hasta Montevideo, pero Uruguay le negó acceso a su espacio aéreo, por lo que debió regresar al aeropuerto argentino, donde fue retenido a pedido de Estados Unidos.
Las 19 personas a bordo fueron detenidas al ser acusadas de espionaje, pero, posteriormente, un juez argentino desestimó los cargos y en octubre de 2022 los tripulantes habían sido liberados.