Caracas.- Las hijas de cuatro y cinco años de edad de Luis Eduar Alfonzo Barrios creen que su padre se fue al exterior para trabajar y así darles mayor estabilidad. Su familia decidió que no les dirían que el 29 de julio fue detenido en la puerta de su casa, donde lo encapucharon y se lo llevaron en una moto. Luego, lo incriminarlo por terrorismo e incitación al odio con el argumento de que participó en una protesta poselectoral.
Las niñas preguntan constantemente por su papá, quieren verlo al menos por una videollamada. Esta situación ha impulsado a su familia a protestar y hacer un llamado al Ministerio Público para que se conozca el caso de Alfonzo Barrios. Él es un joven remodelador de edificios que labora en una empresa en San Antonio de Los Altos y vive en Los Teques, capital del estado Miranda.
Sobre su detención
La madre del joven, Luisa Barrios, se aferró a una foto en blanco y negro que tiene de él, en la protesta que nuevamente realizaron familiares de los presos políticos durante la mañana de este martes, 21 de enero, frente al Ministerio Público.
Luisa Barrios contó a El Pitazo que tanto en este organismo como el defensor público que asignaron para el joven les piden que tenga paciencia. «Voy a cumplir seis meses teniendo paciencia. Con mi hijo detuvieron a otros cuatro muchachos a quienes implicaron en un mismo caso. Ya tres de ellos están libres, entonces no entendemos cómo si tenían los mismos cargos, unos están afuera y otros siguen sufriendo tras las rejas», declaró.
Luis Eduar Alfonzo llegó preocupado a su casa, situada en la calle Ayacucho de Los Teques, debido a las manifestaciones. Su mamá se tardó en abrirle la puerta, y cuando lo logró, se encontró con varios civiles armados que encapucharon al hijo y se lo llevaron.
Fue detenido en la sede de Polimiranda, y allí llegaron los otros cuatro jóvenes. Funcionarios policiales redactaron un informe en el que señalaron que todos estaban juntos y tenían en su poder algunas piedras y gasolina para causar destrozos en la ciudad.
El hijo de Luisa Barrios llevaba un bolso en el que guardaba una piedra en forma de cara, ya que es creyente de la santería y este elemento representa un santo para él. Ella explicó que es una protección que suelen usar los creyentes. Sin embargo, los funcionarios usaron esta piedra como evidencia.
Entre las solicitudes hechas por su familia, destaca la revisión de las cámaras de seguridad que están frente a su casa, ya que aseguran que con esto se demuestra que el joven no protestaba y tampoco tenía en su poder gasolina ni objetos para causar incendios.
Una odisea
El joven fue trasladado a la cárcel de Yare y luego a Tocorón, donde se ha visto obligado a adaptarse a las condiciones carcelarias. A sus allegados solo les permiten llevar en cada visita algo de comida preparada, un paquete de galletas y un chocolate.
El detenido es insistente en preguntarles cuándo lo dejarán en libertad. También le comentó a su mamá que debido a la reducida movilidad que tienen dentro de la cárcel, presenta dolores crónicos en las rodillas y columna.
La madre detalló que en los planes de su hijo nunca estuvo irse del país. Estaba enfocado en obtener experiencia en su área para conseguir mejores ingresos y continuar siendo cabeza de hogar.
«Lo extrañamos todos. Él es el mayor de tres hermanos. Lo extrañan sus hijas, sus vecinos, porque siempre fue muy colaborador con todos», precisó Luisa Barrios, quien además le hizo un llamado al fiscal general para que le otorgue la libertad al joven.