Caracas.- Desde que Juan Guaidó juró asumir las competencias como presidente encargado de Venezuela, el 23 de enero, su tiempo está muy comprometido. En escasos 20 minutos, o incluso menos, intenta dibujar el panorama de Venezuela ante los medios internacionales y reafirmar los avances que se han tenido en días ante la prensa nacional.
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Con amabilidad saluda a los medios que lo esperan en el salón Diego Cisneros del Instituto de Estudios Superiores de Administración (Iesa). Tras salir de un encuentro con expertos en materia petrolera que se realizó en una sala contigua, debe atender varias entrevistas: la primera con un canal del Medio Oriente, otra con el medio británico Financial Times y la última con El Pitazo. Cada equipo toma un área del pequeño auditorio y se mantiene expectante, mientras la jefatura de prensa le explica a Guaidó cómo será la dinámica en ese momento.
Los segundos libres entre una entrevista y otra los aprovecha para revisar su teléfono celular y la computadora portátil. También es fotografiado por la agencia internacional Bloomberg.
-Presidente mire hacia arriba, como si estuviese viendo el futuro- le pide el fotógrafo Carlos Becerra.
Guaidó cumple, sonríe y alerta que en tan solo minutos debe iniciar un contacto vía Instagram Live con el presidente de Colombia, Iván Duque. Por ello, las conversaciones con los periodistas no deben extenderse más de 15 minutos.
En su mano izquierda lleva una pulsera tricolor y un rosario de color marrón. Esperanza es una de las palabras que más repite en su discurso, y a pesar de ser el Presidente interino de Venezuela, y posiblemente el responsable de encaminar formalmente la transición, Guaidó no pierde la tranquilidad que transmitía cuando solo ocupaba una curul en la Asamblea Nacional.
Guaidó se mostró dispuesto a conversar con cualquier funcionario que quiera «cesar la usurpación» de Nicolás Maduro | Foto: Ronald E. Peña
En poco más de 13 minutos conversó con el director de El Pitazo, César Batiz, a través de Instagram Live, la tarde de este 15 de febrero. Aseguró que, aunque Maduro insista en reprimir y perseguir, hay una gran mayoría que cada vez toma más fuerza y se organiza en torno a un solo objetivo: alcanzar la transición “de una dictadura compleja a una democracia”.
Señaló que debido a “un traumatismo social” que duró años, el país tiene muchas deudas morales e históricas con la sociedad venezolana.
El también presidente del Parlamento venezolano fijó posición sobre su posible candidatura presidencial ante un escenario de comicios libres y transparentes. No negó haberse reunido un día antes de juramentarse con los dirigentes oficialistas Diosdado Cabello y Freddy Bernal, y destacó que está dispuesto a conversar con cualquier funcionario que desee enmarcarse en la ruta que planteó el pasado 5 de enero, cuando asumió ser la máxima autoridad del Poder Legislativo durante el periodo 2019-2020.
Su conciencia tranquila y limpia le impiden sentir miedo y desvelarse. A lo que sí le teme es a no encontrar medicinas para atender cualquier padecimiento que tenga su hija Miranda Eugenia de tres años de edad.
-Hay muchas expectativas sobre el 23 de febrero. ¿Qué ocurrirá ese día?
Bueno, hay varios elementos. Esta es la construcción de un proceso, de muchos esfuerzos; de cooperación internacional, reconocimiento internacional, es el sacrificio de mucha gente. Creo que el 23 de febrero viene a ser una fecha que hemos construido. Han sido fases complejas: acopio de todo lo que ha sido el insumo, construir los diferentes sitios de acopio: Cúcuta, Roraima y Curazao. Es importante, porque no fue un elemento de que solo tenemos ayuda humanitaria, no. Es una construcción compleja. Tenemos un año denunciando, declarando la emergencia y finalmente tenemos la oportunidad de obtener cooperación; tenemos la confianza de los países que ayer conformaron una coalición mundial sin precedentes en donde se abonaron unos 100 millones de dólares iniciales. Construimos el voluntariado que no solamente nos colaborará con el ingreso, sino también con la distribución.
El también presidente del Parlamento recordó que la asistencia humanitaria ha sido posible gracias al reconocimiento de muchos países | Foto: Ronald E. Peña
El Gobierno persigue a algunas ONG, como a la Fundación Manos Amigas por la Vida, a la que el Cicpc le decomisó un lote de medicamentos para pacientes con VIH. Es muy grave la situación, porque la fase de distribución era precisamente con las ONG, las fundaciones. Claramente el régimen lo hace para asustar a los venezolanos.
-¿No teme usted que la reacción del Gobierno ese 23 de febrero, posterior al concierto que están convocando para el 22 en Cúcuta, sea agresiva contra los ciudadanos venezolanos y dirigentes que estén al frente?
Este régimen está acostumbrado a tres respuestas a cualquier crisis que ellos generan, porque eso es importante decirlo. Ellos generaron esta crisis que hoy vive Venezuela: por desnutrición, por inflación, por destrucción del aparato productivo, por destrucción del salario del venezolano. Llegamos a este momento porque desmontaron el Estado de Derecho, y la respuesta ante cualquier crisis laboral no es mejorar los sueldos, no es detener la inflación, porque no pueden hacerlo. Es represión y persecución; mantienen presos políticos. La segunda son falsas negociaciones, lo han intentado por todas las vías. El mismo gobierno uruguayo le dijo que en Venezuela debía haber elecciones libres. Todos los días pierden apoyo. Y lo último es una falsa elección, como la Constituyente, como la del 20 de mayo, que tampoco soluciona los problemas.
Ellos pueden seguir insistiendo en ese error. Pero seguirá pasando lo mismo que ahora: seguiremos siendo mayoría, una mayoría movilizada, esperanzada, coalicionada, legitimada a nivel internacional, con capacidad de resolver los problemas de los venezolanos. Así que, si insisten en esta especie de harakiri político sin precedentes, de negarse al mundo democrático y a la capacidad de inversión o de endeudamiento, van a ahondarse en sus contradicciones, en el desmoronamiento absoluto de lo que es el Psuv. Que decida entonces el Psuv si van a seguir sosteniendo a una persona que no protege a nadie, que saben que no les garantiza nada y sigue dilapidando el capital político que heredaron, y que desde que se lo entregaron lo que ha hecho es perder dirigentes, perder respaldo popular, no dar calidad de vida a los venezolanos. Incluso el Psuv tiene una decisión qué tomar. Si siguen sosteniendo a una persona sin respaldo popular, sin legitimidad, sin capacidad de financiamiento, sin capacidad de resolver la crisis económica, o si, por el contrario, vamos al cese de la usurpación, construimos un gobierno de transición y construimos elecciones libres, e incluso, puede dar lugar a ejercer política de verdad en Venezuela.
Juan Guaidó desestimó sentir miedo por lo que pueda sucederle porque tiene la conciencia limpia | Foto: Ronald E. Peña
-Usted ha dicho “vamos bien”, pero imagínese que en estos momentos esté observándolo una persona que está ya casi lista para irse del país. ¿Qué le diría usted: vete o quédate?
Le diría que busque sus oportunidades, lo importante en este momento es que debemos ser dueños de nuestro destino. Hoy, yo sé que le robaron las oportunidades a la persona que está pensando en irse; yo sé que le negaron la posibilidad de ser feliz en su país, pero nunca le van a robar la esperanza. Y si algo ha despertado hoy en Venezuela es la esperanza y la certeza del futuro. Yo entiendo perfectamente las dudas que pudiéramos tener sobre si esto vale la pena o no. Este país vale la pena y todo el sacrificio no ha sido en vano, vamos a lograr cambiar a Venezuela. Tenemos el potencial, como ningún otro país del mundo, pero los necesitamos también a ellos, a todos los venezolanos, para salir de esta situación.
Y si todavía decide irse, no importa, porque un venezolano tiene pleno derecho, esté donde esté. Indirectamente, todos esos venezolanos que se fueron han sido embajadores de lo que está pasando en Venezuela. El régimen empujando la crisis por persecución también indirectamente creó a casi cuatro millones de embajadores, y por eso reunimos tan rápido ese apoyo internacional, porque no hace falta decir en Perú la crisis que está viviendo Venezuela. Los que se han ido para allá buscando oportunidades la han visibilizado durante años. Igual que Colombia, Argentina, Chile.
Imagínate lo desdoblado que puede estar alguien de la realidad que, en estos días, quien usurpa hoy funciones en Miraflores desconocía eso. Así que, yo le digo que se quede, y que, si decide irse, que esté muy pendiente de lo que pasa aquí, porque muy pronto va a regresar a buscar sus oportunidades.
-Esta semana ha tomado decisiones en el sector petrolero, nombró juntas interventoras de Pdvsa y Citgo. ¿Cómo hacer para que esa designación no sea vacía, como ha ocurrido con el TSJ en el exilio? ¿Y qué hará para evitar que se elimine la información que sirva para levantar un registro de corrupción?
Lo primero es que tenemos la legitimidad para hacerlo y protegimos los activos de Venezuela. Estamos en fase de ejercer esa legitimidad y por eso nombramos directamente en Citgo. Vamos a pedir una auditoría importante. Para la tranquilidad de los trabajadores petroleros, no solo de Citgo sino de Venezuela, quiero que sepan que la integración será completa. Estamos hablando del control de la industria para protegerla y preservar los activos. Aquí no se le está pidiendo el cargo a nadie; el proceso será de auditoría.
-¿Tiene previsto en sus planes, o de quien diseñó el plan petrolero, el pago de las prestaciones de los más de 20.000 trabajadores petroleros que fueron despedidos por Chávez?
Hay muchas deudas que tiene la nación. Deudas sociales, históricas, reivindicativas, familiares de víctimas. Son muchas las deudas que tiene Venezuela por un proceso de traumatismo social bien complejo que vivimos durante años. Por supuesto que las reivindicaciones justas de los trabajadores deben honrarse. Estamos viviendo una emergencia, estamos viendo niños muriendo de hambre y hay que contener la emergencia sanitaria; reactivar el aparato productivo y restablecer el Estado de Derecho.
«Yo le digo al que decida irse que esté muy pendiente porque pronto volverá a buscar sus oportunidades», es el mensaje que da Guaidó a los venezolanos que emigran
| Foto: Ronald E. Peña
La buena noticia es que tenemos capacidad para enrumbarnos rápido y atender esas reivindicaciones y muchas otras que están pendientes.
-Supongamos que cesa la usurpación. ¿Cuál es la primera medida que tomará el presidente encargado en ejercicio pleno?
Son tres etapas en el objetivo de la transición de una dictadura a una democracia. Debemos estabilizar el país, generar el marco jurídico y reinstitucionalizarlo, atender la emergencia para tener elecciones libres. El mandato es muy claro, e incluso es constitucional. Por eso nos hemos apegado tanto a normas.
-¿Qué sintió o aprendió de cuatro momentos: el secuestro que le hicieron funcionarios del Sebin, la visita de las Faes a su residencia, la visita que usted hizo a familiares de víctimas de las Faes y la reunión con Diosdado Cabello y Freddy Bernal?
Estás mezclando peras con papas y cebollas, pero bueno. Voy a tratar de responderte una por una.
De las primeras tres sentí el miedo, pero no de Venezuela sino de una clase de política que dominó durante años y que se pervirtió en el ejercicio del poder y no tiene otra respuesta que la persecución, que tratar de generar una angustia en la ciudadanía que ya no tiene, porque lo que se ha levantado en Venezuela es la esperanza. Así que contra esa energía motora no van a poder.
Y de la última pregunta, que mezclaste peras con papas y cebollas, yo lo he dicho en todo momento, que nos vamos a reunir con cualquier funcionario que esté dispuesto a lograr tres cosas: el cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres.
¿Y qué hablaron en esa reunión?
De nuevo, estás mezclando peras con papas. Lo importante es que nos mantenemos en el ejercicio de nuestras funciones, nos juramentamos ante el pueblo de Venezuela y vamos a lograr, con el respaldo de toda esta gente que nos está viendo, con el ingreso de la asistencia humanitaria, el cese de la usurpación muy pronto.
¿Quiere Juan Guaidó ser presidente electo de los venezolanos?
Yo quiero hacer todo lo posible para ser un servidor público de este país, para aportar de alguna manera, y mi gran rol en este momento es articular, unificar. Es el tener, como el día de ayer, a todos los gremios, sindicatos, en una reunión histórica. Pasaron 86 años para que una central sindical se reuniera con un único propósito, como el sector petrolero, Fedenaga, Fedecámaras, Iglesia Católica, estudiantes. Así que mi gran rol es crecer orientado a eso. Hablar de candidatura aparta. Hoy tenemos que hablar de transición, de aglutinar, de fuerza y movilización, de invitar a todos para el 23 de febrero.
-¿Cuántas horas está durmiendo en este momento?
Tengo una fortuna en estos momentos. Como tenemos la conciencia tranquila podemos dormir bien.
-Pero cuando coloca su cabeza en la almohada, ¿hay algún temor que sienta por su seguridad personal?
Que Miranda Eugenia (su hija de tres años) se levante con fiebre o con alguna cosa que no podamos atender porque no hay medicamentos; o porque deba ir a la farmacia y no encuentre, como me ha pasado ya en muchas noches, que se levanta con fiebre y no hay antibióticos, como le pasa a todas las familias. Eso es lo único que me puede generar miedo, pero con la conciencia del deber de que queremos cumplir con nuestra tarea y nuestro rol. No hay temor de ningún tipo. ¿Riesgos? Riesgos hay muchos. Riesgo a perder la vida en el ejercicio de la política, en una protesta; riesgo de cárcel, de exilio, de asilo, de destierro. Riesgo lo tienen todos, como en la fundación que allanaron en Valencia, como lo tiene el sindicalista preso de las empresas básicas de Guayana Rubén González, como el diputado Juan Requesens. Pero eso ya no genera miedo, porque lo perdimos ante la posibilidad hermosa de tener ese país que todos soñamos.
-Además de la fecha de nacimiento, ¿qué comparte con Chávez?
La fecha de nacimiento, como venezolanos tenemos características similares como el beisbol, a lo mejor. Pero si algo destaco como diferencia fue el amor con el que me criaron en mi casa.