Ana Carolina Griffin, jefe de redacción de EsPaja.com, una plataforma que se encarga de la verificación de datos, señaló durante el foro “Un año de pandemia, un año de desinformación”, que el portal verificó 580 informaciones enviadas por usuarios, entre marzo de 2020 y marzo de 2021. De ese número, 135 correspondían al COVID-19; 20 a la cuarentena y 435 a otros temas.
En total, la información analizada sobre la pandemia que proporcionó el sector oficial fue 57% falsa; 29% cierta y 14% discutible. En cuanto al total de la información que pudieron verificar en materia de coronavirus, el 62,4% resultó falsa.
Del total verificado por EsPaja.com, 30% se relacionaba al coronavirus y 70% a otros temas.
En cuanto a la vocería oficial en relación al coronavirus, Griffin resalta que a diferencia de lo que ocurre en otros países, en Venezuela el ministro de Salud es casi inexistente y quienes la han asumido son Delcy y Jorge Rodríguez y el propio Maduro.
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Aunque la pandemia generada por el coronavirus ha cambiado la dinámica mundial, en Venezuela no ha sido tema prioritario debido a que pesan más otros problemas a los que deben enfrentarse a diario los venezolanos.
Más cosas buenas que malas
El médico infectólogo Julio Castro señaló que la pandemia generó que revistas especializadas dieran acceso libre a publicaciones sobre el COVID-19, muchas de las cuales no cuentan con la rigurosidad debida. Esto hizo que ciudadanos y hasta medios las repliquen indiscriminadamente.
Castro ve tres grandes patrones con informaciones desvirtuadas en redes: las personalidades que hablan de lo que no saben, organizaciones que generan matrices de opinión basadas en intereses particulares y portales “Policías” de la información, de los cuales Google eliminó cerca de cien páginas con información no confirmada sobre el coronavirus.
Sin embargo, balanceando lo positivo y negativo en redes, para el médico es más lo positivo.
Información real vs falsa
Mariví Marin, directora ProBox, explica que la conversación en Twitter, en 2020, se basó en la pandemia y las elecciones parlamentarias.
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Confirma que la conversación sobre el coronavirus, si bien tuvo su pico entre marzo y abril, no fue lo más conversado y que el tema fue decreciendo en agosto, justo cuando se registró el día con más casos.
De las tendencias registradas, solo 29,1% tenían que ver con el coronavirus. ProBox señala que el 80,54% de la conversación promovida por el oficialismo, relacionada al COVID-19, vino de posibles cuentas falsas. Mientras que el 75,72% de los tweets de la sociedad civil, de usuarios reales.
Una carrera contra reloj
Olivia Sohr, directora de Chequeando, señala que la desinformación es muy parecida en los países de la región, por eso se unieron más de 35 organizaciones dedicadas a la verificación de datos para contrarrestar su viralización.
Sus chequeos arrojaron que en casi toda la región, la desinformación encontró un gran espacio en tópicos como el origen del virus y los tratamientos.