La ministra Yelitze Santaella declaró en la Cumbre de Transformación de la Educación de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que la atención de los docentes es el objetivo principal del plan educativo de la administración de Nicolás Maduro. Se trata del denominado programa Por amor a mi maestra y a mi maestro, que se implementa desde hace un año y medio, según reseñó la agencia de noticias EFE.
Yelitze Santaella estuvo a cargo de la rendición de cuentas del gobierno venezolano en la convocatoria de la ONU realizada en Nueva York, Estados Unidos, entre el 17 y 19 de septiembre.
La ministra de Educación aseguró que el salario de los maestros aumentó 835% a partir de marzo de este año. Además, la plantilla de docentes activos subió a 434.982 tras la incorporación de 56.000 profesionales durante la pandemia del COVID-19. Asimismo, mencionó que activaron una mesa única para la discusión del contrato colectivo y que rehabilitaron 78 centros de salud para la atención de 667.000 docentes.
“Para Venezuela, la educación representa un derecho humano fundamental y un deber social, por lo tanto, es democrática y obligatoria, e incluye a todos los sectores de la vida nacional”, declaró Santaella. Pero las cifras de estudios independientes y los reclamos de organizaciones gremiales desmontan los logros educativos que presentó el Gobierno ante las Naciones Unidas.
En 2021, Venezuela tenía 502.700 profesores, 166.000 menos que en 2018 y el número de alumnos se redujo 15,6%: más de 1.200.000 niños abandonaron sus estudios en un período de tres años. Así lo reveló el Diagnóstico educativo de Venezuela, elaborado por DevTech Systems, la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab) y la Fundación Carvajal. La investigación abarcó 394 escuelas y liceos del país con una matrícula de 12.500 profesores y 200.000 alumnos.
Durante el año escolar 2021-2022, cinco de cada 10 docentes encuestados por la asociación civil Con la escuela indicaron que se han visto forzados a tener dos o más trabajos, distintos a su profesión, para cubrir sus gastos. Dos meses después del incremento salarial aprobado por Maduro para el magisterio, la organización preguntó a 392 docentes de 72 escuelas públicas y subsidiadas cómo llegaban a las aulas: 4 de cada 10 respondieron que caminaban varios kilómetros en lugar de usar transporte público porque no podían pagar los pasajes.
El Estado venezolano no prioriza la atención de los docentes, dijo el presidente del Colegio de Profesores del estado Lara, Luis Arroyo, en respuesta a la reciente intervención de Santaella.
“Los docentes venezolanos ganamos como máximo 150 dólares con maestría y doctorado. El incremento salarial que fue por decreto presidencial y abarcó a todos los empleados públicos no alcanza ni para la cuarta parte de la canasta básica. De verdad que es muy triste oír que digan que nuestra atención es prioridad si perdimos el seguro funerario, el Ipasme y todos nuestros beneficios”, expresó.
Entre marzo y agosto de este año, los maestros encabezaron 335 de las 1.600 protestas laborales que se registraron en el país, según datos del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (Ovcs).
Gremios difieren de lo anunciado en la ONU
La renovación del contrato colectivo es una de las principales exigencias del gremio docente para arrancar el año escolar 2022-2023. Pese a lo anunciado por la ministra de Educación en la ONU, los sindicatos de maestros siguen a la expectativa con la firma de la convención porque las discusiones están paralizadas desde comienzos de septiembre, advirtió Arroyo.
¿Cuáles son las condiciones que exigen los docentes para regresar a clases?
Dos semanas antes de la intervención de Santaella sobre la recuperación de los centros de salud para el personal del sector, la secretaria ejecutiva de la Federación Venezolana de Maestros (FVM), Belkis Bolívar, denunció que los educadores deben hacer colas en hospitales y centros públicos ante las fallas del Instituto de Previsión y Asistencia Social del Ministerio de Educación (Ipasme).