Caracas.- Rodeado de pastores evangélicos, el gobernante Nicolás Maduro participó en un ritual cristiano en el que pidieron perdón a Dios por la corrupción y además decretó el 15 de junio, Día del Arrepentimiento.
Las preguntas que Nicolás Maduro no respondió a El Pitazo
El encuentro se realizó en el Salón Boyacá, del Palacio de Miraflores, y estuvo dirigido por el pastor Enrique Villalba, quien de rodillas y con una bandera de Venezuela, oraba a Dios, mientras Maduro alzaba sus manos.
“Tú dices que si tu pueblo se humilla, si reconoce, si se arrepiente, si confiesa su pecado, tú oirás el clamor, tú perdonarás el pecado, tú sanarás la tierra. Perdónanos. Perdónanos, porque te dimos la espalda, perdónanos, porque nos fuimos detrás de dioses extraños. Perdona nuestro pecado, perdona la hechicería, nuestra inmoralidad, nuestra corrupción. Perdona, Señor, nuestras faltas, perdona nuestra soberbia”, clamó el pastor en presencia del mandatario chavista.
Maduro, portando una estola con un versículo bíblico, designó al Palacio de Miraflores “morada de Dios y del pueblo cristiano”. Adicionalmente, proclamó el 15 de junio “Día del Arrepentimiento en Cristo y Jornada de la Esperanza y la Buena Nueva”.
En medio del ritual cristiano, Maduro aseguró que es un hombre de oración, que cree en la oración y en su poder: “Además, soy un hombre de reflexión porque me gusta escuchar y aprender”.
«Hoy 15 de junio de 2024 les digo a ustedes: Venezuela asombrará al mundo con su fuerza espiritual y convertiremos a nuestro país, como dice la profecía, en el centro espiritual de este nuevo mundo que va naciendo, de grandes cambios, para el bien, el amor, solidaridad, igualdad, y sobre todo, para la libertad del ser humano», señaló.