Caracas.- La Organización No Gubernamental (ONG) Internacional Crisis Group alertó en su último informe sobre el estancamiento político que atraviesa Venezuela y cómo esto se convirtió en una fuente de discordia para los países de América Latina y luego en una disputa global.
El empeoramiento de la crisis humanitaria y la migración masiva de venezolanos sigue siendo motivo de preocupación para los países vecinos, mientras que la reciente disposición a negociar de la oposición y el gobierno de Nicolás Maduro podría permitir un papel fundamental de las potencias extranjeras para que las partes en conflicto lleguen a una negociación.
«Los gobiernos extranjeros ahora podrían estar en condiciones de fomentar, en lugar de obstaculizar, una resolución pacífica de la crisis», detalló la organización en el informe. Sin embargo, el proceso de negociaciones comenzó en México en agosto de 2021, dos meses después se pausó y aún no se ha retomado.
La ONG recordó que fue a principios de 2019 cuando se trazó una línea divisoria entre los Estados que apoyan a Maduro, incluidos Rusia y China, y casi 60 que apoyaban la presidencia interina de Juan Guaidó.
Ese mismo año, el presidente de Estados Unidos de aquel entonces, Donald Trump, con el apoyo de la oposición, aplicó una estrategia de máxima presión en contra de Maduro: sanciones económicas severas, aislamiento diplomático y vagas amenazas de intervención militar.
«Tres años después de que Guaidó hiciera valer su derecho y los socios internacionales de Venezuela se dividieran en bloques rivales, los gobiernos extranjeros ahora podrían estar en condiciones de fomentar, en lugar de obstaculizar, una resolución pacífica de la crisis», aseguró Crisis Group.
La ONG reconoce que los países aliados no pueden imponer el fin de la disputa entre el gobierno del presidente Nicolás Maduro y la oposición. Sin embargo, tampoco las partes pueden resolver la crisis sin el consentimiento tácito y, preferiblemente, la participación activa de las potencias mundiales, incluidos Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia y China, quienes tienen intereses e inversiones en Venezuela y les conviene más una resolución pacífica que una crisis de larga data.
International Crisis Group es una organización fundada en 1995 y está dirigida a la resolución y prevención de conflictos armados internacionales. ICG combina el trabajo de especialistas en el terreno y las labores de sensibilización desde sus sedes, ubicadas en los cuatro continentes.
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