23.7 C
Caracas
jueves, 12 diciembre, 2024

¿Cómo siguen las negociaciones de Brasil y Colombia para una transición política en Venezuela?

Los mandatarios de Brasil y Colombia esperan que su homólogo venezolano asista a la toma de posesión de Claudia Sheinbaum para dialogar presencialmente

-

Desde que el Consejo Nacional Electoral (CNE) anunció la reelección de Nicolás Maduro, dos de los presidentes más cercanos a él desconfiaron: Lula da Silva y Gustavo Petro. Aunque han exigido la publicación de las actas durante dos meses y han intentado que su homólogo cambie de postura, no lo han logrado.

Ante ese contexto, el Gobierno colombiano propuso un escenario para dialogar el 1 de octubre: México. A la espera de que Maduro acepte o no ir a la juramentación de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, El Pitazo entrevistó el 23 de septiembre al director de la Escuela de Estudios Políticos de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Eduardo Valero, para analizar el panorama.

Entre sus conclusiones, explicó que hay un interés conjunto para que Venezuela se encamine a una recuperación económica sostenible y una transición política pacífica. Además, sugirió retomar los acuerdos alcanzados en México entre la oposición y el oficialismo de 2021 a 2023.

Agosto: más vueltas que resultados

Aquellos que, en medio de las críticas, se mantuvieron como aliados de Maduro adoptaron una posición distinta tras las elecciones. El 1 de agosto Brasil, Colombia y México publicaron un comunicado conjunto exigiendo al CNE la publicación de los resultados disgregados.

10 de enero de 2025: ¿qué puede hacer Edmundo González hasta la juramentación?

Entre el 6 y 7 de agosto, el canciller colombiano Luis Murillo y el asesor de Lula, Celso Amorim, decidieron hablar. El primero rechazó la creciente represión postelectoral que, dos meses después, dejó 24 asesinados. Mientras, el segundo le dijo a Globonews que Maduro entendía que habría un “momento de cansancio”, sin embargo aún no se ha sentado a negociar y se mantiene como presidente.

Valero señaló que, dentro de la ecuación diplomática brasileña, hay un interés en evitar la inestabilidad social y económica en Venezuela, para que no afecte a la región. En este sentido, mencionó la posibilidad de que el Gobierno venezolano se una a los Brics, un grupo del que Brasil forma parte y con el que está buscando impulsar otra hegemonía económica. 

“No quieren que ocurran disrupciones dentro del país que puedan entorpecer la paz social en la región”, aseguró el analista político sobre las autoridades brasileñas y colombianas. “Frente a eso, Lula pone la mano”; añadió.

A mediados de agosto, si bien no se dio el encuentro, hubo optimismo. El día 10 Murillo informó sobre “dificultades para ajustar las agendas” de los presidentes y cancilleres. Dos días después Antony Blinken, secretario de Estado de los Estados Unidos, le agradeció por sus “esfuerzos”. Incluso, el día 13, María Corina Machado reconoció que era “buena señal” que Maduro no había cerrado aún ese canal de comunicaciones.

Tanto Lula como Petro llegaron con una propuesta el día 15: repetir elecciones. Tanto la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), como el Gobierno venezolano rechazaron esa sugerencia. Cuando Maduro fue consultado al respecto, dijo que él no hacía “diplomacia de micrófono”.

Al evaluar la situación de Colombia, el politólogo la diferenció del caso brasileño. Según la Organización Internacional de Migraciones (OIM), es el país que más migrantes venezolanos ha acogido, al menos 2,8 millones hasta enero de 2024.

Al sumar el narcotráfico, contrabando y la actividad de grupos insurgentes en la frontera, la economía colombiana, que no es tan fuerte como la brasileña, queda afectada. “A Petro le interesa que la economía de Venezuela crezca. Eso, en las cuentas de los presidentes, estabilizaría al país y frenaría la salida de venezolanos”, añadió.

El 22 de agosto, una semana después de que López Obrador dijera que no era “prudente” que un gobierno extranjero hablara de Venezuela, la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) convalidó los resultados del CNE. Un par de días más tarde, Brasil y Colombia no apoyaron la decisión.

A final del mes, se elevó la tensión con otro aliado de Maduro. Lula había asegurado el 16 de septiembre que Venezuela vivía una “situación desagradable” con un “régimen de tendencia autoritaria”. Diez días después su homólogo nicaragüense, Daniel Ortega, le respondió al llamarlo “traidor” y “arrastrado”. Por su parte, Petro le replicó diciendo que él “no arrastraba los derechos humanos” de su país.

Septiembre: entre promesas y omisiones

Tras el contexto conflictivo en el que terminó agosto, septiembre comenzó con la esperanza de confirmar el encuentro entre los mandatarios. El tercer día del mes Murillo habló sobre un “diálogo bajo confidencialidad diplomática” que involucraba a Brasil, Colombia, México y Venezuela. Sin embargo, López Obrador dijo que no estaba enterado de dicha reunión.

López Obrador mantuvo una reunión virtual el 1 de agosto con Lula y Petro, pero luego fue desentendiéndose de los encuentros | Foto: @Jdquesada

Sobre las conversaciones privadas, Valero aseguró que hay tres tipos de reuniones; las formales, en las que hay foto; las informales, que también pueden ser fotografiadas; y las otras informales, pero sin registro fotográfico.

“Si hay foto, es porque hay un interés por bajar las tensiones y ser cordial. Si no, es porque se avanzan en aspectos que prefieren que no sean públicos”, explicó.

Ante otra postergación de una reunión y luego de que se emitiera una orden de captura contra Edmundo González, Lula declaró el 6 de septiembre que el comportamiento de Maduro era “decepcionante”.

Un par de días atrás, Murillo había revelado a El Tiempo que el canciller venezolano, Yvan Gil, le dijo que el mandatario estaba fuera de Caracas y se podían presentar problemas de conexión, por lo que se canceló el encuentro otra vez.

El 11 de septiembre, ante la llegada de más venezolanos al territorio brasileño, el presidente brasileño aseguró que gestionaría la situación con responsabilidad. Además, garantizó que el Ministerio de Relaciones Exteriores respetaría a las personas que llegaban con la “necesidad de sobrevivir”.

Destino: México

Colombia volvió a proponer un escenario para reunirse, esta vez de forma presencial: la toma de posesión de Claudia Sheinbaum. El viceministro de Relaciones Exteriores, Jorge Rojas, en una entrevista con EFE, lo calificó como un ambiente “propicio” para dialogar.

Con respecto a México, Valero consideró que es oportuno retomar la mesa de diálogo que la PUD y el oficialismo tuvieron entre 2021 y 2023 bajo la mediación de Noruega. “Sería un buen momento para rescatar y estirar la goma de esos dos acuerdos de cara a impulsar el juego político en Venezuela”, opinó.

El analista enfatizó que ese interés que tienen Brasil y Colombia en que su vecino crezca económicamente puede definir los puntos para que los sectores políticos venezolanos se vuelvan a sentar en una mesa y vean el panorama. “Si Maduro acepta ir a la toma de posesión, la delegación presidencial buscará la manera de recibir los mensajes respectivos”, agregó.

A una semana de que la presidenta electa de México asuma su cargo, Maduro no ha confirmado su presencia. Lula y Petro, quienes sí asistirán, siguen esperando la respuesta del Gobierno venezolano para sentarse a negociar tras casi dos meses de intentos.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR


Miles de venezolanos en las zonas más desconectadas del país visitan El Pitazo para conseguir información indispensable en su día a día. Para ellos somos la única fuente de noticias verificadas y sin parcialidades políticas.

Sostener la operación de este medio de comunicación independiente es cada vez más caro y difícil. Por eso te pedimos que nos envíes un aporte para financiar nuestra labor: no cobramos por informar, pero apostamos porque los lectores vean el valor de nuestro trabajo y hagan una contribución económica que es cada vez más necesaria.

HAZ TU APORTE

Es completamente seguro y solo toma 1 minuto.

Ayúdanos a cubrir todo el país
Hazte Superaliado/a