Génesis Michelle Tovar Delgado está presa, acusada de terrorista, en un calabozo del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de Tinaquillo, desde el 2 de agosto de 2024. Su tía Gregoria Josefina Delgado Rodríguez clama justicia para ella desde hace 5 meses. Nadie la oye. «No quieren hacer justicia. Más valió el poder de una UBCH (Unidades de Batallas Bolívar Chávez) que mi clamor por su libertad», contó a El Pitazo este jueves, 16 de enero.
Génesis Michelle recién cumplió 22 años. Es madre soltera. Tiene una niña de 7 años. Se desempeña como manicurista y vive en el sector Santa Eduvigis de Tinaquillo. Al momento de su detención vivía, junto a su hija y sus abuelos, dos adultos mayores en condición de discapacidad. El hombre sufre de Parkinson y la mujer de osteoporosis, dos enfermedades irreversibles. Ahora están solos.
El presidio de Génesis Michelle se justificó por razones políticas, aunque la motivación original fue un señalamiento personal de agresión física. Su causa penal está unida a la de Arianna Pinto, su compañera de barrio, otra joven acusada de terrorismo, ya excarcelada por razones humanitarias, conocido su diagnóstico médico de insuficiencia renal crónica y diabetes mellitus.
Ambas muchachas fueron vinculadas inescrupulosamente con la protesta electoral del 28 de julio por la madre de la jefa de las Unidades de Batallas Bolívar Chávez (UBCH) de Buenavista, Paso Hondo, una comunidad rural de Tinaquillo, según el testimonio de la tía de Génesis Michelle.
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«La líder se valió del poder de la organización oficialista y la denunció en el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), no por asuntos personales sino políticos. Era un asunto doméstico por desconfianza marital, que nada tenía que ver con actividades terroristas, precisó la entrevistada.
A Génesis Michelle Tovar Delgado no le dieron tiempo de informarse de qué se trataba la investigación policial. Tampoco a Arianna Pinto. El 1 de agosto, les llegó una citación del Cicpc y al presentarse fueron arrestadas. Se las acusó de terroristas e incitación al odio. Desde ese día, la joven no ve el sol ni se comunica con nadie del exterior.
Nosotros la vemos los jueves, que son los días de visita, y eso es sin tocarla, sin abrazarla, sin nada. O sea, tú aquí y yo allá, contó Gregoria Josefina, la tía, única familiar a cargo del caso porque la madre de Génesis Michelle es migrante forzada. Está fuera del país desde 2020.
Opacidad judicial
A Gregoria Josefina no le dicen nada sobre la causa penal de Génesis Michelle. «(…) yo no tengo información de nada, el abogado defensor público no me dice nada. Él no sabe nada. No sabe siquiera si el caso está en revisión por la fiscalía. Al menos eso fue lo que él me contestó ante los distintos requerimientos que le hice», argumentó.
Como familiar más cercana, la tía de la joven procesada exigió al fiscal general, Tarek William Saab, una revisión de la causa y el otorgamiento de medidas cautelares sustitutivas de la privación de libertad. Fue a Caracas en noviembre, pero aún no recibe información del caso.
Gregoria Josefina solo sabe que a su sobrina la han llevado al tribunal 3 veces: el 2 de agosto de 2024 para la audiencia de presentación, diferida para el 8, a la atención de un juez de Caracas, y el 4 de noviembre, por la audiencia preliminar. En ese acto fue acusada formalmente por la Fiscalía de terrorista, en una videoconferencia.
En esa audiencia preliminar, el juez le pidió a Génesis Michelle que asumiera los delitos imputados para bajar la pena a 15 años de prisión, sin beneficios procesales. Ella se negó alegando inocencia. El caso pasó a la fase de juicio, informó su familiar.
A las preocupaciones por la opacidad de la causa judicial, a Gregoria Josefina se le suman los problemas de salud de Génesis Michelle. La joven presenta dolores y estados febriles por diagnósticos de litiasis renal, colón irritable e infección urinaria crónica. Dos veces ha sido trasladada al hospital Josefina de Rotandaro y a una clínica privada para tratamiento y exámenes, respectivamente.
La tía teme un pensamiento suicida de Génesis Michelle. Está deprimida. Lo que hace es llorar: «Me pregunta: tía, cuándo salgo de aquí. Pero yo no sé ni qué contestarle. Ella sufre porque está segura de que está ahí injustamente, pues no tiene ni siquiera problemas con la UBCH. Fueron presunciones, señalamientos infundados por una supuesta relación de pareja que tampoco existió».